El presidente de Brasil, Michel Temer, pronuncia un discurso en el Palacio del Planalto, Brasilia, 13 de julio de 2017.
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Greenpeace asegura que el presidente brasileño, Michel Temer, busca reducir las zonas de preservación de la selva amazónica para permanecer en el poder.
"Temer gobierna para sí mismo y no para el país; está rifando descaradamente la Amazonía a cambio de votos para mantenerse en el poder, este proyecto de ley es absurdo, desmoraliza al Estado brasileño y demuestra que está dispuesto a cualquier cosa para mantener su Presidencia", ha declarado Marcio Astrini, el coordinador de políticas para Greenpeace Brasil, según un comunicado de la entidad emitido este viernes.
El Congreso brasileño ha recibido la propuesta gubernamental de recudir en casi un 27 % la zona de máxima protección de la Selva Nacional de Jamanxim, un parque nacional en el estado de Pará (norte del país).
En el caso de que la medida triunfase, la zona de máxima protección pasaría de 1,3 millones de hectáreas a 953.613 hectáreas.
Se trata del segundo intento para reducir la protección de esta parte de la selva amazónica. En mayo pasado, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó reducir un 37 % el espacio protegido. Sin embargo, el 19 de julio, Temer vetó la iniciativa ante las presiones de los ecologistas.
Temer gobierna para sí mismo y no para el país; está rifando descaradamente la Amazonía a cambio de votos para mantenerse en el poder, este proyecto de ley es absurdo, desmoraliza al Estado brasileño y demuestra que está dispuesto a cualquier cosa para mantener su Presidencia", dice Marcio Astrini, el coordinador de políticas para Greenpeace Brasil.
Ahora, no obstante, organizaciones, como Greenpeace, alertan de que el Gobierno retoma las intenciones de desproteger la Amazonía, para así satisfacer al "lobby del agronegocio", que está representado en el Congreso por numerosos diputados, quienes decidirá su permanencia en el poder.
"Usar la Amazonía como moneda de cambio tendrá un coste muy alto para el país, no sólo desde el punto de vista medioambiental", reza el texto de Greenpeace.
Luego de denunciar que el Gobierno de Temer “ha lanzado a la basura décadas de conquistas sociales y medioambientales en Brasil, particularmente en la conservación de la Amazonía”, la organización ambientalista asegura que seguirá vigilante, junto a otras 90 entidades, para que estas medidas no salgan adelante.
El pasado 26 de junio, Temer fue denunciado formalmente por corrupción y podría ser apartado del cargo, si a principios del próximo mes de agosto la Cámara de Diputados autoriza al Tribunal Supremo Federal investigarle y juzgarle.
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