Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 22 may (PL) La jerarquía de la Iglesia católica en Chile atraviesa por horas bajas, tal vez las peores en su historia, sin atisbos de un final feliz en la crisis.
Santiago de Chile, 22 may (PL) La jerarquía de la Iglesia católica en Chile atraviesa por horas bajas, tal vez las peores en su historia, sin atisbos de un final feliz en la crisis.
El obispo de Rancagua, Alejandro Goic, acaba de suspender a 12 sacerdotes por 'conductas impropias' de su investidura. Uno de ellos fue denunciado por haber enviado fotos mostrándose desnudo a una feligresa.
Goic adoptó medidas contra el párroco de la iglesia de Paredones, Luis Rubio; el presbítero de Las Cabras, Oscar Zúñiga; y a otros 10 sacerdotes. Un reportaje de la cadena de televisión T13 hizo revelaciones sorprendentes.
Basado en pruebas entregadas por una mujer, el canal emplazó a Rubio y puso en la palestra pública de la región del centro de Chile, con otros detalles no revelados de prácticas de seducción con menores.
El obispo Goic expresó en una nota pública su arrepentimiento 'por no haber actuado con rapidez' al recibir evidencias acerca del nuevo escándalo ahora en desarrollo, y anunció la suspensión temporal de los 12 curas mientras se amplía la investigación.
Pero los problemas de los ministros católicos en Chile tampoco tuvieron tregua después de tres días de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano, donde debieron entregar sus renuncias al sumo pontífice.
Mientras prevalece un tenso compás de espera, los ya reconocidos expedientes de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Chile, muchos con la complicidad de obispos, ninguna noticia parece ofrecer un respiro.
El décimo Sínodo de la catedral Metropolitana de Santiago, terminó el domingo con un inusitado pedido de 'misericordia y perdón' a los chilenos por parte del cardenal y arzobispo italiano Ricardo Ezzati.
Ezzati calificó los sucesos que enlodaron a la Iglesia católica de Chile de enfermedad por los abusos sexuales y admitió recibir por ello 'la crítica, indignación y rabia'.
'A este obispo le duele inmensamente el dolor de sus hermanos que han sufrido grave violación de sus derechos. He visto el dolor profundo de los que han hablado en Sínodo', reconoció el cardenal.
'Comprendo perfectamente la rabia de tantas otras personas que ven en los pastores, en los obispos, el chivo expiatorio de toda nuestra fragilidad y debilidad', completó.
El alto cargo de Santiago, junto a otros 33 obispos de Chile, debió presentar su dimisión ante el papa Francisco y su figura ha sido especialmente criticada por tres testigos clave en el proceso adelantado por el Vaticano.
'En ese sentido, por ser aquel que de alguna manera encabeza toda la indignación, quiero pedirle en primer lugar a ustedes, hermanos y hermanas, misericordia y perdón', recalcó Ezzati.
Aún así, las reacciones no fueron de aceptación a sus palabas. Un grupo de personas inició una campaña para quitarle a Ezzati la nacionalidad chilena otorgada por gracia en 2006.
mgt/ft
Goic adoptó medidas contra el párroco de la iglesia de Paredones, Luis Rubio; el presbítero de Las Cabras, Oscar Zúñiga; y a otros 10 sacerdotes. Un reportaje de la cadena de televisión T13 hizo revelaciones sorprendentes.
Basado en pruebas entregadas por una mujer, el canal emplazó a Rubio y puso en la palestra pública de la región del centro de Chile, con otros detalles no revelados de prácticas de seducción con menores.
El obispo Goic expresó en una nota pública su arrepentimiento 'por no haber actuado con rapidez' al recibir evidencias acerca del nuevo escándalo ahora en desarrollo, y anunció la suspensión temporal de los 12 curas mientras se amplía la investigación.
Pero los problemas de los ministros católicos en Chile tampoco tuvieron tregua después de tres días de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano, donde debieron entregar sus renuncias al sumo pontífice.
Mientras prevalece un tenso compás de espera, los ya reconocidos expedientes de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Chile, muchos con la complicidad de obispos, ninguna noticia parece ofrecer un respiro.
El décimo Sínodo de la catedral Metropolitana de Santiago, terminó el domingo con un inusitado pedido de 'misericordia y perdón' a los chilenos por parte del cardenal y arzobispo italiano Ricardo Ezzati.
Ezzati calificó los sucesos que enlodaron a la Iglesia católica de Chile de enfermedad por los abusos sexuales y admitió recibir por ello 'la crítica, indignación y rabia'.
'A este obispo le duele inmensamente el dolor de sus hermanos que han sufrido grave violación de sus derechos. He visto el dolor profundo de los que han hablado en Sínodo', reconoció el cardenal.
'Comprendo perfectamente la rabia de tantas otras personas que ven en los pastores, en los obispos, el chivo expiatorio de toda nuestra fragilidad y debilidad', completó.
El alto cargo de Santiago, junto a otros 33 obispos de Chile, debió presentar su dimisión ante el papa Francisco y su figura ha sido especialmente criticada por tres testigos clave en el proceso adelantado por el Vaticano.
'En ese sentido, por ser aquel que de alguna manera encabeza toda la indignación, quiero pedirle en primer lugar a ustedes, hermanos y hermanas, misericordia y perdón', recalcó Ezzati.
Aún así, las reacciones no fueron de aceptación a sus palabas. Un grupo de personas inició una campaña para quitarle a Ezzati la nacionalidad chilena otorgada por gracia en 2006.
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http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=180834&SEO=horas-bajas-para-jerarquia-de-iglesia-catolica-de-chile
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