Cinco abogados de la defensa del expresidente de EE.UU. Donald Trump lo abandonan a tan solo unos días del inicio del juicio político en su contra.
Según ha reportado este domingo la cadena estadounidense CNN, citando a fuentes fidedignas, bajo condición anonimato, el exmandatario republicano y sus cinco principales abogados habrían tomado caminos separados cuando faltan menos de dos semanas para el comienzo del juicio político (impeachment) en el Senado, previsto para el próximo 8 de febrero.
Entre los que le abandonaron a Trump están Butch Bowers y Deborah Barbier, ambos de Carolina del Sur (sureste de Estados Unidos) y considerados como dos de los más fuertes de su defensa.
Bowers engrosó el equipo del magnate inmobiliario, recomendado por uno de sus aliados más cercanos en el Congreso, el senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, después de que numerosos letrados que le habían defendido antes declinaran seguir colaborando.
No obstante, una fuente describió esta ruptura como “una decisión mutua” que refleja las diferencias de opinión sobre la dirección del caso. De hecho, la principal razón de su marcha es que Trump les exigía centrar su defensa en intentar probar las acusaciones de fraude electoral, mientras que ellos preferían hacer una defensa basada en la posible ilegalidad del impeachment a un presidente que ya no está en el cargo.
Pese a todos los intentos y alegaciones de Trump sobre un supuesto fraude electoral en los comicios de 3 de noviembre, desde muchos órganos institucionales de EE.UU. señalan que los comicios se realizaron correctamente sin que se detectaran irregularidades que incidieran en el resultado final de la voluntad manifiesta del pueblo.
No obstante, al reiterar su teoría de fraude durante un discurso el pasado 6 de enero, Trump incitó a sus partidarios a atacar al Capitolio de Estados Unidos, sede del Congreso, en la capital Washington D.C.
El episodio, que se saldó con cinco muertos, ha sido considerado por muchos críticos de Trump como un “intento de golpe de Estado”. Como consecuencia de este acontecimiento, la Cámara Baja del Congreso de EE.UU. aprobó el pasado 13 de enero un nuevo juicio político en su contra y así se convirtió en primer presidente del país en enfrentar dos veces un proceso de destitución.
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