China recuerda a las autoridades secesionistas de Taiwán que cualquier intento para alentar el independentismo en la isla es en cano y está abocado al fracaso.
Todos los intentos de la autoridad del Partido Progresista Democrático (PPD) de Taiwán por buscar la “independencia de la isla” respecto a la zona continental son inútiles y están condenados al fracaso, advirtió el lunes Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de China, en una rueda de prensa, según informó la agencia de noticias china Xinhua.
La funcionaria china hizo estas declaraciones en reacción a los recientes comentarios de la autoridad del PPD en los que calificaba la apertura de una oficina de representación consular de Taiwán en Lituania de un avance diplomático.
Taipéi abrirá una oficina de representación en Vilna, capital de Lituania, tras llegar a un acuerdo con el Gobierno lituano para “ampliar sus relaciones con Europa central y oriental, especialmente con los países bálticos, y fortalecer la cooperación y los intercambios en varios campos”, conforme se anota en un comunicado emitido la semana pasada por las autoridades taiwanesas.
Al respecto, Zhu subrayó que la formación del partido gobernante de la presidenta, Tsai Ing-wen, ha estado buscando una vía para poner en marcha un proceso cuyo objetivo final resultara en la independencia de Taiwán y, en este camino, agregó, los secesionistas no han parado de recurrir a todo tipo de trampas e infiltraciones posibles.
Tras reiterar en la firme postura del gigante asiático de que los países que mantienen relaciones diplomáticas con Pekín desarrollen cualquier forma de intercambios oficiales con Taipéi, la diplomática instó a las naciones pertinentes a respetar el “principio de una sola China” y a tratar adecuadamente las cuestiones relacionadas con Taiwán.
En cuanto Taiwán anuncio su pretensión de abrir una oficina consular en la nación báltica, EE.UU. no tardó en apoyar abiertamente este plan, diciendo que “todos los países deben tener la libertad de buscar vínculos más estrechos y una mayor cooperación con la isla taiwanesa”.
La postura estadounidense, de hecho, evidencia una vez más el grado de injerencia de EE.UU. en los asuntos internos de China, en particular, teniendo en cuenta que Washington rompió sus relaciones diplomáticas formales con Taipéi en 1979, en el marco del principio de “una sola China” y desde entonces solo reconoce a Pekín como único representante oficial del gigante asiático.
A pesar de que el referido principio deja claro que “solo hay una China” y Taiwán es parte de territorio continental chino, EE.UU. sigue siendo el aliado más poderoso de la isla taiwanesa y su principal proveedor de armas.
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