Karen Fabián
Corresponsal en México
No basta con que las principales candidatas a la presidencia de México sean mujeres para que la despenalización del aborto o el combate a la violencia de género estén garantizados en la agenda política como temas prioritarios, dijo a Sputnik la abogada y doctora en literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ingrid Urgelles.
Durante
el primer debate presidencial, que se realizó el domingo 7 de abril,
la candidata por la coalición opositora Fuerza y Corazón por México —que nuclea a los partidos Revolucionario Institucional (
PRI), Acción Nacional (
PAN) y de la Revolución Democrática (
PRD)—,
Xóchitl Gálvez, se dedicó a llamar
"mujer fría y sin corazón" a su contrincante,
Claudia Sheinbaum, que aspira a relevar al presidente
Andrés Manuel López Obrador arropada por el partido que este fundó en el 2011,
Morena.
Por ejemplo, cuando la moderadora, la comunicadora Denise Maerker, le pidió a Xóchitl que detallara su propuesta para garantizar que los organismos de combate a la corrupción en el país latinoamericano no sean utilizados como instrumentos de intimidación política, la ingeniera aseguró que su plan es "que los titulares de muchas de estas dependencias sean ciudadanos sin partido y que se busque un método de selección transparente".
Dicho lo anterior, y sin abundar en su propuesta, Gálvez arremetió contra Claudia mediante dos casos que cimbraron la gestión de la izquierdista, primero como alcaldesa de Tlalpan y, posteriormente, como jefa de Gobierno de la Ciudad de México: el
derrumbe del colegio Rébsamen durante el sismo de septiembre de 2017 —en el que
murieron 26 personas, entre ellas 19 menores de edad—, así como
el desplome de un convoy de la Línea 12 del Metro capitalino en mayo de 2021 —que ocasionó
la muerte de 27 personas y dejó heridas a 80 más—, acusándola de "negligencia criminal".
"Y la verdad es que sigues siendo fría, sin corazón. Yo te llamaría la dama de hielo, porque no veo cómo, ni siquiera te atrevas a voltear", le espetó Gálvez a Sheinbaum, que permanecía incólume ante los señalamientos.
Ataques de Xóchitl demuestran falta de un proyecto
Para la abogada y doctora en literatura por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ingrid Urgelles, que colabora como columnista en el medio mexicano Rompeviento, los calificativos con los que Gálvez se refirió a la candidata oficialista dan cuenta de una misoginia interiorizada.
"Rara vez hemos visto, en otros debates, a candidatos hombres cuestionando a otros por si es frío o no es frío y si es amable o no es amable", señaló la académica chilena en entrevista con Sputnik.
Por otro lado, Urgelles consideró que la estrategia de Xóchitl Gálvez, basada principalmente en la descalificación y el ataque personal, es indicativa de la ausencia de un proyecto político por parte de la coalición a la que representa.
"La falta de proyecto que hay detrás de la propuesta de Xóchitl la lleva necesariamente a tener que dedicarse a cuestionar y a atacar a Claudia Sheinbaum (...) Para efectos de la opinión pública, ella no tuvo un buen desempeño, precisamente por esa estrategia que utilizó, porque se ve como alguien que no propone absolutamente nada", analizó la académica chilena.
¿Qué hay sobre la agenda para combatir la violencia de género?
En el encuentro del 7 de abril hubo un bloque diseñado especialmente para que los aspirantes a la presidencia de México presentaran sus propuestas en el rubro "Violencia en contra de las mujeres, no discriminación y grupos vulnerables". No obstante, ninguna de las candidatas, en opinión de la ciudadanía, presentó un proyecto claro y distinto al respecto.
En concreto, Claudia Sheinbaum se limitó a resaltar los logros en la materia de su Administración como jefa de Gobierno de la capital del país, sin mencionar cómo podrían ser replicados a nivel nacional. Por su parte, Xóchitl Gálvez mencionó a Dios y aseguró que, de llegar a la presidencia, garantizará una línea telefónica y atención psicológica a víctimas de violencia de género en todo el país sin detallar cómo.
Sobre este aspecto, Urgelles dimensionó que el formato del debate no fue propicio para el desarrollo de ninguna idea o propuesta, únicamente para la diatriba y la defensa ante esta.
"El cuestionamiento tendría que ser, primero, el formato: es un formato de debate que no aportó en nada para convencer o no a las personas, porque la verdad es que no se discuten proyectos", ponderó la doctora en letras.
No basta con ser mujer para priorizar a las mujeres
En cuanto al tema de la despenalización del aborto, Gálvez hizo una mención sin abundar en la forma de garantizar este derecho reproductivo. Mientras que la izquierdista Claudia Sheinbaum argumentó que dicho asunto
"ya lo decidió la Suprema Corte de Justicia de la Nación", por lo que dijo que había que hablar "de los derechos en términos amplios".
Para Urgelles, lo anterior se puede entender igualmente por el formato del debate; pero también por una cuestión electoral, pues las bases de Morena, sostuvo, siguen siendo bastante conservadoras, sobre todo en relación con los temas que tienen que ver con los derechos de las mujeres.
"Es una agenda que ha costado mucho [trabajo] poner, que se ha movido lentamente. Hay mujeres en Morena que la están empujando, pero sabemos que la base votante viene de una tradición bastante conservadora", argumentó Urgelles.
"Es difícil poner, por ejemplo, el tema del aborto (...) y, en ese sentido, me parece que Claudia Sheinbaum se cuidó de decir esas palabras por un tema de la elección, específicamente", añadió.
10 de julio 2023, 22:01 GMT
Adicionalmente, la académica señaló que la agenda feminista siempre se encuentra con dificultades para avanzar y, una vez que se consigue dar un paso, es fácil retroceder, como muestra el caso de Argentina, en donde el partido del presidente Javier Milei presentó una iniciativa para penalizar el aborto con hasta tres años de cárcel.
Por lo anterior, Urgelles concluyó que
el hecho de que existan candidatas mujeres no significa necesariamente que habrá un avance de derechos para este sector de la población, ya que puede haber candidatas mujeres que no son feministas o que, sencillamente, responden a partidos políticos tradicionales, como es el caso de Gálvez.
"Nos encontramos en una sociedad patriarcal, muy, muy patriarcal, la mexicana, [por lo] que, aunque estemos con dos candidatas mujeres, eso no necesariamente significa que la sociedad, en su conjunto, ha cambiado", finalizó la académica.
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