Roberto Cañas
En nuestro país existe mucha distancia entre el diálogo y el acuerdo. Los partidos políticos tuvieron que alejarse del mundanal ruido, encerrarse dos días con el PNUD y la OEA como testigos, para finalmente llegar a unos acuerdos. Son compromisos que para el bien del país, ojalá se cumplan pronto. Hoy los partidos deben lograr que el trecho entre el acuerdo y el cumplimiento de lo convenido no sea tan largo.
Es curioso, un espacio informal llamado “interpartidaria”, logró lo que la Asamblea Legislativa no pudo hacer. El parlamento salvadoreño no cumple con la función de ser el espacio para discutir los problemas con la intención de llegar a pactos para solucionar los problemas nacionales. La honorable Asamblea Legislativa se ha convertido en un espacio para batallas campales verbales, que además de ser un contrasentido, son una ridiculez. Hoy se tiene que acudir a un mecanismo extraño a la institucionalidad de la República para lograr lo que la Asamblea Legislativa no puede concretar.
Pero en fin, lo bueno de lo malo es que en definitiva hay acuerdos, se supera más de un año de estar en consejos, mesas de diálogo donde se intercambiaban opiniones y no se llegaba a nada. Hoy la interpartidaria empieza a trabajar haciendo las cosas bien en primer lugar porque hace sus reuniones con testigos de honor: la ONU y la OEA que hoy se han convertido en garantes del cumplimiento de los acuerdos.
En segundo lugar porque la interpartidaria tiene una agenda de temas sobre los que quiere concretar acuerdos: a. Seguridad ciudadana; b. Crecimiento económico con inclusión; c. Finanzas públicas; d. Transparencia y rendición de cuentas; e. Fortalecimiento institucional; f. Salud; g. Educación. ¡Enhorabuena! El Salvador ya tiene una Agenda de Nación que permitirá llegar a los consensos básicos que se necesitan para sacar adelante al país.
Tercero, porque los partidos se han comprometido a generar un ambiente respetuoso y propicio a la solución de los principales problemas que enfrenta el país. Los dirigentes del FMLN y ARENA se miraban simpáticos en la foto, sentados sin pelear, pensando en función de país. Hoy en la interpartidaria los institutos políticos han encontrado “al verdadero enemigo”.
“Vamos a generar un ambiente positivo. Esto es importante. En política siempre hay debate, pero hemos firmado conscientes de que debemos cerrar filas en contra de la delincuencia, que es precisamente el enemigo a vencer”, dijo Medardo González, secretario general del FMLN, al término de la reunión.
Se están haciendo las cosas bien en la interpartidaria, en cuarto lugar, porque se declara que se van a tomar acciones para contribuir a una solución integral de la problemática de la seguridad ciudadana y se asume que se debe facilitar la creación de un marco legal específico relativo a la prevención de la violencia y el delito y la readaptación, reinserción y rehabilitación de los delincuentes, aunque no aparece mencionado un tema principal que es el de la atención a las víctimas..
Pero en el compromiso de la interpartidaria hay cuestiones que no están claras, como: ¿Cuál es el calendario de cumplimiento de los acuerdos? Sin fecha en el calendario para el cumplimiento de lo acordado, todo queda en la indefinición. ¿Cuáles son las medidas para el control y represión del delito acordes a la situación actual? Esto es fundamental, pues cada vez hay más investigaciones periodísticas que señalan que hay asesinatos masivos, se habla de la sospecha de la existencia de grupos de exterminio que llevan a cabo ejecuciones extrajudiciales. Esto es grave y no se puede aceptar.
En el acuerdo todo, absolutamente todo, al final se reduce a la búsqueda de recursos para el financiamiento de las medidas. Sin más dinero, es imposible pensar que se puedan fortalecer la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General de la República que son al final de cuentas las responsables directas de la investigación, el control, combate y persecución del delito. Sin más recursos financieros, tampoco es viable que se puedan llevar a cabo las acciones de prevención del delito, rehabilitación y programas de atención a las víctimas con resultados de corto plazo.
El acuerdo de la interpartidaria es la buena noticia; la mala noticia es que el Ministerio de Hacienda ya anunció que va a mantener “el mismo nivel de gasto del Gobierno Central del presupuesto votado en el año 2015”, que fue $4,823,010,660. Con el mismo dinero del año pasado se hará en 2016 lo mismo.
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