A la protesta se unió una serie de personalidades de distintas tendencias políticas.
Imagen: EFE
Un 5 de abril, pero de 1992, Alberto Fujimori instauró un régimen autoritario. Hoy está preso por violaciones a los derechos humanos y su hija es la candidata favorita para ganar este domingo. Sin embargo, habría ballottage.
Por Carlos Noriega
Página/12 En Perú
Desde Lima
Al momento del envío de esta nota, miles de personas se concentraban en la plaza San Martín del centro de Lima para manifestarse en rechazo a la candidatura de Keiko Fujimori, la hija del ex dictador, que encabeza los sondeos para las elecciones de este domingo. Pero la protesta de ayer puso en evidencia el fuerte rechazo que existe al fujimorismo y que le puede complicar seriamente a Keiko sus posibilidades en el decisivo ballottage. La protesta recordó, con consignas de rechazo, el golpe que Alberto Fujimori, el padre de la candidata, dio un cinco de abril de 1992, instaurando un régimen autoritario que se desmoronó el año 2000 en medio de escándalos de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
Dos días antes, cerrando su participación en el debate presidencial del domingo, Keiko Fujimori había exclamado “nunca más un cinco de abril” y prometido respetar la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa, es decir hacer todo lo contrario de lo que hizo el gobierno de su padre, del cual ella es la heredera política. Pero la multitud que se congregó ayer para protestar contra su candidatura y el golpe fujimorista de 1992 no le cree. A la protesta se unieron una serie de personalidades de distintas tendencias políticas.
Los miles de manifestantes, la mayor parte jóvenes, que ayer protestaron contra el fujimorismo llevaban cartelones con inscripciones como “Keiko no va”, “Fujimori nunca más”, “Keiko, primera dama de la corrupción” “Fujiratas”. Las consignas coreadas por la multitud recordaban las violaciones a los derechos humanos y robos durante el régimen fujimorista. Un grupo de mujeres exigía el enjuiciamiento y castigo a los responsables de las esterilizaciones forzadas a unas 300 mil mujeres campesinas durante el gobierno de Fujimori. También se escuchaban protestas contra las autoridades electorales por no haber sancionado a Keiko Fujimori por haber entregado dinero a los asistentes a una de sus actividades proselitistas, razón por la cual otro candidato, César Acuña, sí fue sancionado con el retiro de su candidatura.
Siendo un virtual desconocido, Alberto Fujimori llegó a la presidencia en 1990 con un discurso antineoliberal derrotando al escritor Mario Vargas Llosa, que había encabezado una coalición de derecha, El cinco de abril de 1992, Fujimori cerró el Congreso y tomó todo el poder en su manos. Desde entonces gobernó junto con las fuerzas armadas. Hizo todo lo contrario a lo que había ofrecido como candidato, y amparado en el autoritarismo de su régimen impuso un modelo económico neoliberal, que hasta hoy subsiste. Privatizó empresas públicas, en procesos marcados por denuncias de corrupción, y eliminó derechos laborales. Simultáneamente, desarrolló un extendido clientelismo en sectores tradicionalmente olvidados por el Estado y eso le valió ganar respaldo entre esa población. La corrupción institucionalizada y las violaciones a los derechos humanos fueron la marca del autoritarismo fujimorista.
Keiko, la hija del dictador y candidata presidencial, asumió el cargo de primera dama luego que su madre fue expulsada de Palacio de Gobierno por denunciar que los familiares de Alberto Fujimori se estaban robando donaciones llegadas desde Japón. Keiko siempre apoyó incondicionalmente a su padre y convivió sin problemas con la corrupción y violaciones a los derechos humanos del gobierno fujimorista.
Las denuncias de corrupción de esos años la tocan directamente. Ella y sus tres hermanos estudiaron en universidades de Estados Unidos, lo que le costó a su padre alrededor de un millón 200 mil dólares, dinero que nunca ha podido explicar de dónde salió. Se estima que durante el régimen fujimorista se robó al tesoro público alrededor de siete mil millones de dólares. Vladimiro Montesinos, brazo derecho de Fujimori, ha sido acusado de cobrar cupos a narcotraficantes para dejarlos operar. Durante el gobierno de Fujimori se descubrió que el avión presidencial era usado para sacar cocaína del país. Transparencia Internacional ha ubicado al régimen de Fujimori entre los diez más corruptos del mundo.
En el gobierno de Fujimori se sobornó a los propietarios de medio de comunicación para que respalden ese régimen, se persiguió a sus opositores y se creó el escuadrón de la muerte Colina, con miembros en actividad del ejército, que cometió una serie de secuestros y ejecuciones extrajudiciales.
En 2000 Fujimori se hizo reelegir para un tercer mandato consecutivo en unas elecciones fraudulentas. Para entonces, su popularidad inicial estaba en significativo retroceso y crecía el descontento. Fujimori asumió su tercer período en julio de ese año en medio de masivas protestas. Apenas cuatro meses después, en noviembre, huyó del país al Japón, acosado por las denuncias de corrupción y por los crímenes cometidos por su gobierno. En 2005, sorpresivamente, Fujimori salió de su refugio japonés y viajó a Chile. Ahí fue detenido y extraditado al Perú en 2007. Fue juzgado y condenado el año 2009 a 25 años por los crímenes cometidos por el escuadrón de la muerte Colina. También fue condenado por varios casos de corrupción. Desde entonces, Fujimori cumple condena como el único preso de una prisión VIP en un cuartel policial. El país no olvida lo que fue su régimen. Y ayer la gente salió a la calle a rechazar el posible retorno del fujimorismo al poder.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-296304-2016-04-06.html
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