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15 diciembre 2016

Adiós Sadiq al-Azm, marxista sirio contrario al régimen de Assad


Obituario

Middle East Eye

Traducción para Rebelión de Matías Bru.

El profesor Sadiq Jalal al-Azm, sirio, marxista por su dedicación intelectual y demócrata por su posición política, que levantó una tormenta cuando publicó su Naqd al Fikar Al Dini [Crítica del pensamiento religioso] en 1969, murió el domingo en Berlín.

Tuve el privilegio de hablar con al-Azm durante su estancia en Alemania, donde lo conocí en diciembre de 2012 cuando vino a recibir el Premio Ibn Rushd en nombre de la revolucionaria feminista siria Razan Zaitoune. En su intervención final, el profesor Sadiq citó a Razan diciendo: “Este premio honra a todos y todas las sirias que soñaron el sueño de la libertad”.

En la vida intelectual y militante de Sadiq Jalal al-Azm se puede leer la historia de la traición de los marxistas árabes e internacionales que se aliaron con un régimen tiránico y justificaron todo aquello de lo que los marxistas habían sido enemigos en el pasado. Pero el profesor Sadiq Jalal al-Azm, a pesar de ser un marxista, a pesar de ser uno de los críticos más feroces de los islamistas, honró los principios y valores en que creía y por los que abogó toda su vida.

Esta triste historia de traición y oportunismo de marxistas árabes e internacionales ha hecho de Sadiq al-Azm una voz aislada entre los marxistas que inicialmente no supieron cómo responder al levantamiento árabe una vez que comenzaron las protestas pacíficas contra Bashar al-Assad por toda Siria, para acabar gradualmente dando apoyo directo o indirecto al régimen brutal.

No es raro ver a los celebrados marxistas Slavoj Zizek y Noam Chomsky, a la sazón, occidentales, desautorizando las más graves violaciones de los derechos humanos por parte del régimen de Assad y de sus aliados. Zizek llegó a abogar por restringir los contornos de la lucha siria a la justicia social y económica. Su posición contra los inmigrantes árabes era tan alarmista y tal vez xenófoba en su resultado como podría ser la posición de cualquier intelectual de derechas.

Al suscribir y apoyar toda la narrativa iraní de la crisis siria, Noam Chomsky calificó a todo el espectro de la oposición siria de yihadista en su conferencia de Harvard en 2015 . Uno no puede dejar de sorprenderse ante el hecho de que las fuerzas izquierdistas que se oponían a la “guerra contra el terrorismo” hayan apoyado ciegamente esa misma lógica errónea respecto a la guerra de Rusia contra el terrorismo en Siria.

No es una guerra civil

Sadiq Jalal al-Azm, a diferencia de la mayoría de los marxistas occidentales y orientales, se ha encontrado solo en defensa de las revueltas árabes y de la posterior revolución siria que creía era una continuación de la Primavera de Damasco de 2000.

Su apoyo a la revolución anti-Assad no se explica únicamente por su afiliación con la oposición siria. Había problematizado toda la crisis y concluyó que la democratización, teórica y normativamente, requiere una política inclusiva en la que el régimen de Assad y sus aliados no creen realmente.

Nunca suscribió el término “guerra civil” para la crisis siria, sino que la explicó como una guerra unilateral contra la oposición. Lo que ocurre en Siria, donde la mayoría de los grupos se han mantenido unidos contra el régimen de Assad, es completamente diferente de lo que sucedió en la guerra civil libanesa, donde las facciones y los grupos étnicos lucharon unos contra otros.

Para Al-Azm, el régimen de Assad era “un régimen minoritario altamente militarizado que depende de una fuerte forma de solidaridad sectaria que tiene mucho que perder si está fuera del poder, lo que suprime una revuelta de la mayoría numérica, que es suní”.

Desde la primavera de Damasco de 2000 en adelante mantuvo firmemente su creencia de que los islamistas no deberían ser excluidos de un proceso democrático secular ni en Palestina, ni en Egipto, ni en Siria. Al mismo tiempo, siguió pensando en tanto que laico, que la religión no debe dictar la política.

La izquierda atrapada en el “juego de las naciones”

Hay dos cuestiones en las que la política de la izquierda se ha mostrado confusa e indecisa. Primero, sobre cómo relacionarse con los partidos políticos religiosos, particularmente con los islamistas, a pesar de que la izquierda nunca ha tenido problemas con la participación de partidos políticos religiosos no islámicos en Europa o en otros lugares.

Al-Azm expresó su opinión acerca de cómo y en qué contexto las victorias electorales de las fuerzas islamistas en Turquía, Egipto o en otros lugares podrían no ser necesariamente peligrosas. Sabiendo muy bien que la Hermandad Musulmana sigue siendo una facción política y religiosa dominante contra el régimen de Assad, la izquierda y la sociedad civil afiliada a ella, abandonaron gradualmente la causa o más bien se unieron a la política antirrevolucionaria. Para al-Azm, esto fue una muestra del oportunismo abrazado por la izquierda en todas partes tras la Guerra Fría.

Al-Azm estaba muy en desacuerdo con el argumento de que las revoluciones árabes no pueden ser apoyadas porque han sido secuestradas por islamistas. Más bien, se mantuvo firme y sin remordimiento en su defensa de la revolución siria contra Assad. “¿Por qué no habría de alinearme con un arrolladora revolución popular contra esta forma de tiranía y opresión, independientemente de cuál sea la naturaleza de mis convicciones, sean izquierdistas, marxistas, moderadas o hasta derechistas?”, decía.

La segunda cuestión es cómo responder a los levantamientos árabes después de su desafío a los llamados regímenes autoritarios laicos y socialistas como el de Bashar al-Assad. La mayoría de los pensadores de izquierda ni siquiera reconocen estos acontecimientos como levantamientos; han relacionado constantemente la lucha con la extensión del diseño imperialista o con el terrorismo yihadista.

Sadiq sostenía que la izquierda que ha usado el argumento de la conspiración antiimperialista “no tiene ningún problema en sacrificar Siria si ello conduce a una victoria para su campo internacional y “geopolítico”, que quiere una victoria global en el juego de las naciones. Su primera prioridad no es Siria ni su pueblo levantado para restaurar la república, su libertad y su dignidad, sino el análisis del juego de las naciones a nivel global y el lado que quieren que gane”.

La democracia como terreno neutral

¿Por qué la izquierda ha elegido de esta manera? Sadiq rastreó las razones hasta el final de la Guerra Fría cuando la mayoría de los izquierdistas y sus partidos políticos volvieron a “sus lealtades primordiales y más primitivas, especialmente las religiosas, las confesionales y las doctrinales”. Como resultado, respondieron a la revolución siria llamándola “trama imperial contra el único régimen que aún resiste a Israel y sigue siendo un obstáculo para la dominación occidental de Oriente Próximo”.

Van tan lejos en su teoría del “juego de las naciones” que han acabado por desarrollar “la misma naturaleza que los talibán-yihadistas, los dogmáticos sectarios, o incluso los terroristas binladinistas, en su desafío ciego contra Occidente, el capitalismo global (un capitalismo global del que Rusia y China forman ahora parte) y el imperialismo”. Señaló que son ellos los más hostiles a la revolución siria y los que mejor defienden al “tiránico y militarizado régimen familiar”.

El mayor éxito intelectual de Al-Azm y su contribución a la causa del proceso democrático árabe es que rescató el laicismo y la democracia del secuestro del laicismo fundamentalista practicado por Joseph Stalin, Mustafa Kemal Ataturk, Habib Bourguiba y los Assad de Siria.

Ojalá sea recordado y reverenciado tanto por sus amigos laicos como por sus oponentes islamistas, por definir claramente el laicismo y la “democracia como un terreno neutral para el encuentro de las diversas doctrinas y creencias religiosas donde se les permite interactuar en el espacio público, en el ámbito nacional, y en el paisaje político”.

Omair Anas, Doctor en Estudios de Asia Occidental, es analista de Delhi.
Fuente: http://www.middleeasteye.net/columns/sadiq-jalal-al-azm-lone-syrian-marxist-against-assad-regime-1800475666


https://www.rebelion.org/noticia.php?id=220475


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