París, 26 abr (PL) La candidata ultraderechista francesa Marine Le Pen ganó una primera y tensa batalla al aspirante centrista-liberal Emmanuel Macron, a quien logró poner en un serio aprieto en Amiens (norte), justo su ciudad natal.
En esa localidad la multinacional Whirlpool pretende cerrar una fábrica y dejar sin empleo a cerca de 300 personas, por lo cual los afectados comenzaron la semana pasada una huelga dirigida a protestar por lo que significaría perder uno de los pilares económicos de la comuna.
Para mostrar su preocupación por el conflicto en su sitio natal, el joven líder del movimiento En Marcha se trasladó a Amiens y se reunió con los representantes sindicales en la Cámara de Comercio local.
Por su lado, la líder del Frente Nacional apareció de forma sorpresiva en la fábrica y afirmó ante la prensa: 'estoy aquí en mi lugar, estoy en medio de los asalariados que resisten a esta mundialización salvaje, yo no estoy con los representantes que solo comen pasteles'.
Según la candidata, el proceder de Macron pone al descubierto su posicionamiento completamente favorable a la oligarquía financiera.
Rodeada de una multitud de obreros que gritaban 'Marine, presidenta', la líder del FN acusó al joven político de ser un representante de los círculos de poder que favorecen la desregulación del mercado y la competencia desleal y feroz, lo cual termina siempre afectando a los asalariados.
'Yo seré la presidenta de los obreros, los trabajadores, de los franceses', afirmó mientras se tomaba fotos con las personas, y abogó por un proteccionismo inteligente que asegure mejores condiciones a los ciudadanos.
De inmediato Macron reaccionó y dijo ante los medios de comunicación que iría a la fábrica en las próximas horas, además de defender su proceder como 'responsable'.
Pero al llegar a la factoría el aspirante presidencial fue recibido por una multitud que lo abucheaba, le lanzaba chiflidos, y seguía con exclamaciones de 'Marine, presidenta'.
El líder de En Marcha hizo grandes esfuerzos por hacerse escuchar y avanzar entre las personas que le bloqueaban el paso, imágenes de fuerte tensión que fueron trasmitidas en directo por las cadenas de noticias.
Tras casi una hora de forcejeos, Macron finalmente logró hablar a los asalariados y prometió que volvería para rendir cuentas.
En plena campaña hacia la segunda vuelta electoral, el episodio fue ampliamente comentado en los medios de comunicación y quedó definido como una clara victoria a favor de Le Pen, en momentos en que las encuestas otorgan una ventaja de 20 puntos a su rival.
Tras vencer en la primera vuelta de las elecciones, los dos candidatos intensifican en estos días sus encuentros con el electorado con vistas al balotaje previsto el 7 de mayo, en el cual se definirá el presidente para los próximos cinco años.
mgt/lmg
Para mostrar su preocupación por el conflicto en su sitio natal, el joven líder del movimiento En Marcha se trasladó a Amiens y se reunió con los representantes sindicales en la Cámara de Comercio local.
Por su lado, la líder del Frente Nacional apareció de forma sorpresiva en la fábrica y afirmó ante la prensa: 'estoy aquí en mi lugar, estoy en medio de los asalariados que resisten a esta mundialización salvaje, yo no estoy con los representantes que solo comen pasteles'.
Según la candidata, el proceder de Macron pone al descubierto su posicionamiento completamente favorable a la oligarquía financiera.
Rodeada de una multitud de obreros que gritaban 'Marine, presidenta', la líder del FN acusó al joven político de ser un representante de los círculos de poder que favorecen la desregulación del mercado y la competencia desleal y feroz, lo cual termina siempre afectando a los asalariados.
'Yo seré la presidenta de los obreros, los trabajadores, de los franceses', afirmó mientras se tomaba fotos con las personas, y abogó por un proteccionismo inteligente que asegure mejores condiciones a los ciudadanos.
De inmediato Macron reaccionó y dijo ante los medios de comunicación que iría a la fábrica en las próximas horas, además de defender su proceder como 'responsable'.
Pero al llegar a la factoría el aspirante presidencial fue recibido por una multitud que lo abucheaba, le lanzaba chiflidos, y seguía con exclamaciones de 'Marine, presidenta'.
El líder de En Marcha hizo grandes esfuerzos por hacerse escuchar y avanzar entre las personas que le bloqueaban el paso, imágenes de fuerte tensión que fueron trasmitidas en directo por las cadenas de noticias.
Tras casi una hora de forcejeos, Macron finalmente logró hablar a los asalariados y prometió que volvería para rendir cuentas.
En plena campaña hacia la segunda vuelta electoral, el episodio fue ampliamente comentado en los medios de comunicación y quedó definido como una clara victoria a favor de Le Pen, en momentos en que las encuestas otorgan una ventaja de 20 puntos a su rival.
Tras vencer en la primera vuelta de las elecciones, los dos candidatos intensifican en estos días sus encuentros con el electorado con vistas al balotaje previsto el 7 de mayo, en el cual se definirá el presidente para los próximos cinco años.
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