Estados Unidos y Ucrania votaron en contra de una resolución aprobada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que condena el nazismo y el racismo.
La Asamblea General de la ONU adoptó la noche del jueves una resolución, que condena el nazismo, el neonazismo y todas las formas del racismo. Estados Unidos y Ucrania fueron los únicos países que votaron en contra del proyecto, mientras que 49 países, la mayoría de ellos, aliados estadounidenses, se abstuvieron.
Respaldada por Rusia y más de otros 30 miembros de la ONU, la resolución expresa preocupación por cualquier modo de glorificar el nazismo, incluida la colocación de monumentos y la celebración de desfiles públicos en honor a las Waffen SS —unidades de combate dentro del Ejército de la Alemania nazi—, o declararlas como movimientos de liberación nacional, entre otras medidas.
“La resolución que trata de combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen al racismo, la xenofobia y la intolerancia fue aprobada con 130 votos a favor”, anunció la misión permanente rusa ante la ONU.
De hecho, Moscú lleva mucho tiempo en desacuerdo con Ucrania y los tres Estados bálticos, es decir, Estonia, Lituania y Letonia, por su apoyo a las personas y organizaciones vinculadas a la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
La resolución también insta a los países miembros a “eliminar cualquier forma de discriminación racial por todos los medios apropiados, incluida la legislación”, para luego afirmar que la discriminación por motivos de la raza, etnia, religión o creencias como “neonazismo, islamofobia, cristianofobia y antisemitismo” perjudica no solo a los grupos destinatarios sino a la sociedad en general.
Rusia ha propuesto ante la ONU resoluciones parecidas desde 2015, y Washington, en todas las ocasiones, ha votado en contra.
Siguiendo las mismas medidas en 2020, el enviado de Washington ante la ONU argumentó que la prohibición de glorificar al nazismo chocaría con la Primera Enmienda a la libertad de expresión en la Constitución del país norteamericano.
Todo esto mientras las semillas del racismo y violación de los derechos humanos están bastante arraigadas en la propia sociedad estadounidense. Una encuesta realizada en noviembre por el instituto Pew Research Center señaló que el 89 % de 16 países encuestados a lo largo del mundo califican la discriminación racial y étnica en EE.UU. como un “problema muy grave”.
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