El mandatario hará escalas en Arabia Saudita y Emiratos Arabes, dos países que se sumarán al BRICS, grupo del cual se desvinculará Argentina según prometió Milei.
Luiz Inácio Lula da Silva inicia este martes en Medio Oriente la que puede ser su última gira internacional de este año, con escalas en Arabia Saudita y Emiratos Arabes, dos países que a partir de enero se sumarán al BRICS , grupo del cual se desvinculará Argentina según lo prometido por Javier Milei. El presidente brasileño dio su respaldo hace dos meses al ingreso argentino en el organismo formado por potencias emergentes, poco antes del inicio de las hostilidades el 7 de octubre entre la organización islamista palestina Hamas e Israel.
Los actuales cinco miembros del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han manifestado, con matices, a favor de un cese al fuego, por la creación del estado palestino, y la coexistencia entre ambos estados siguiendo los postulados de la ONU.
Lula va a reunirse este martes en Riad, con el príncipe árabe Mohamed bin Salman, para hablar sobre un ambicioso plan de inversiones en Brasil que van de la energía a la infraestructura y el medio ambiente. No se descarta que los líderes o sus equipos diplomáticos analicen la guerra en Medio Oriente y la suerte de decenas de brasileños atrapados en la Franja de Gaza de la cual pidieron ser rescatados.
La guerra fue abordada la semana pasada durante una conferencia virtual del BRICS cuando el mandatario y líder del Partido de los Trabajadores (PT) hizo un llamado al fin de las hostilidades y por una actividad más intensa de los corredores humanitarios en la frontera con Egipto.
Antes de ello había deplorado la matanza de civiles judíos por parte de Hamas a comienzo de octubre y calificado como «genocidio» y «demenciales» a los ataques lanzados por el ejército israelí contra Gaza con un saldo «de miles de niños muertos».
Gaza y Ucrania
La defensa de la paz en Ucrania fue la principal bandera de la intensa agenda diplomática desplegada por el gobernante brasileño desde el inicio de su tercer mandato, en enero pasado, tema sobre el cual habló con los presidentes de Estados Unidos, China, Rusia, Ucrania y el papa Francisco.
Tras el estallido en octubre de este nuevo capítulo del conflicto entre israelíes y palestinos, Lula reiteró su su propuesta pacifista teniendo como principal ámbito de divulgación al Consejo de Seguridad de la ONU, presidido temporalmente por los brasileños. Pero al cabo de un mes de mandato en el Consejo, el saldo fue adverso: ninguna resolución presentada por Brasilia prosperó.
Roce diplomático
La respuesta del premier israelí Benjamin Netanyahu a las críticas lulistas por los ataques contra Gaza fue rotunda. A través de su embajador, Daniel Zohar Zonshine, insinuó que Brasil es tolerante con el accionar de supuestos miembros de la organización libanesa Hezbolah, aliada de Hamas, arrestados en San Pablo. Y exigió al Planalto tipificar como «terrorista» a Hamas, propuesta rechazada por Lula, el ministro de Relaciones Exteriores Mauro Vieira y el asesor internacional, y excanciller, Celso Amorim.
Los Bolsonaro
El expresidente Jair Bolsonaro hizo causa común con el embajador israelí en las embestidas contra Lula, al cual acusó de complicidad con los «terroristas» de Hamas. Igual postura fue adoptada por su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, quien ha viajado con frecuencia a la Argentina en apoyo al líder de La Libertad Avanza (LLA) Milei y es un activista del movimiento de extrema derecha global ideado por el publicista norteamericano Steve Bannon, ligado a Donald Trump.
Jair aislado
La agenda de encuentros de Jair Bolsonaro con dignatarios en el extranjero en 2023 se resumirá a los que tendrá el 10 de diciembre en Buenos Aires a donde viajará para la toma de posesión de Milei.
Desde que dejó el gobierno el capitán retirado ha caído en el ostracismo diplomático, al cual espera revertir con la llegada de su correligionario a la Casa Rosada mientras cruza los dedos para que el Supremo Tribunal Federal brasileño no ordene su arresto por alguna de las varias causas tramitadas en su contra, entre ellas el golpe de estado que fracasó en enero de este año.
Un paréntesis: el militar jubilado tampoco tendría donde asilarse, salvo la Argentina de Milei, en caso de ser hallado culpable por el Supremo y sea ordenada su prisión. Esto porque en Italia la Cámara baja acaba de aprobar una norma (pensada contra él) que niega la concesión de ciudadanía a involucrados en intentonas golpistas. Tampoco podría refugiarse en Estados Unidos donde el FBI lo investiga en un caso sobre presunto lavado de dinero y tráfico de joyas.
Volvamos a la tensión entre Lula e Israel. Mientras los Bolsonaro, Jair y su hijo Eduardo, hacían causa común con el embajador israelí contra el mandatario petista, la prensa reveló un sistema de espionaje político montado durante el gobierno anterior (2019-2022) utilizando equipamientos comprados, sin licitación, en Israel.
Según las noticias, luego confirmadas por las autoridades, las informaciones obtenidas ilegalmente por el software «First Miles» fueron almacenadas por la inteligencia bolsonarista y posiblemente también por los servicios de Tel Aviv, gracias a un «desperfecto» que pemitió la fuga de datos sensibles.
Mercosur
La gira de Lula que se inicia este martes en Arabia Saudita finalizará la semana próxima en Alemania. Allí estará entre el 3 y 4 de diciembre para reunirse con con el canciller Olaf Scholz, al cual ya recibió a comienzos de año en Brasilia, y empresarios. El petista y el socialdemócrata Scholz deben tratar una agenda que va del conflicto entre israelíes y palestinos, inversiones, Ucrania, el avance de la ultraderecha global (incluyendo a Milei) y el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Brasil comanda el bloque sudamericano hasta el 7 de diciembre cuando se realizará una cumbre regional en Río de Janeiro, la última en la que Argentina participará bajo el mandato de Alberto Fernández.
El mes pasado el ministro de Hacienda, el poderoso Fernando Haddad, expresó su preocupación sobre el impacto negativo que tendría una victoria de Milei en las tratativas que realizan contra reloj sudamericanos y europeos para llegar a buen puerto con el proyecto que comenzo a ser negociado en 1999.
10 de diciembre
La canciller designada de Argentina, Diana Mondino, dijo en Brasilia que el futuro gobierno no rechaza la posibilidad de rubricar un pacto entre el Mercosur y los europeos y confirmó el desinterés en ratificar la incorporación al BRICS ampliado, que tendrá entre sus nuevos socios a Arabia Saudita y los Emiratos Arabes que esta semana visitará Lula.
Mondino fue recibida el domingo pasado en el el Palacio de Itamaraty por el canciller Vieira, en una reunión donde también estuvieron el embajador Daniel Scioli y su par brasileño en Argentina, Julio Bitelli.
La designada ministra trajo en mano una carta de Milei en la que formalizó su invitación para que Lula sea parte de la ceremonia del 10 de diciembre.
Es poco, o nada frecuente, tamaño despliegue diplomático para la presentación de una misiva protocolar. Pero en este caso ese viaje (precedido por intensas gestiones de Scioli) , mantenido bajo reserva hasta último momento, se justificó debido a los insultos proferidos por el otrora candidato anarcocapitalista contra el presidente progresista.
Si Lula optará por viajar o no a Buenos Aires aún está por verse. Por lo pronto habría que aguardar su retorno de la gira por Medio Oriente y Europa y, tal vez, esperar más señales sobre hasta dónde llega el giro del mandatario entrante.
Un detalle, Lula es conocido por su pragmatismo, pero desde su entorno sostienen que está muy disgustado por partida doble: debido a los insultos de Milei y la invitación que éste hizo a Bolsonaro antes de comunicarse oficialmente con Brasilia.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/689762-la-intensa-agenda-diplomatica-del-brasil-de-lula
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