Por Serguéi Monin / Brasil de Fato /Resumen Latinoamericano, 24 de diciembre de 2023.
Pese a la estrecha relación entre Moscú y Caracas, la diplomacia rusa adopta una postura ambigua hacia el Esequibo
Luego de negociaciones mediadas por Brasil el 15 de diciembre, Venezuela y Guyana llegaron a un acuerdo de no amenazar ni utilizar la fuerza para resolver la disputa territorial sobre la región del Esequibo. A pesar del visto bueno diplomático para resolver la disputa mediante el diálogo, la tensión en la región expuso intereses geopolíticos más amplios en el continente, despertando la postura de política exterior de Rusia. El país tiene históricamente estrechas relaciones con Venezuela, especialmente en la contención de los intereses estadounidenses en el continente.
Los contactos activos de las últimas semanas marcan la pauta de la proximidad estratégica entre Moscú y Caracas. En plena tensión entre Venezuela y Guyana, en medio del referéndum por la incorporación del Esequibo y el anuncio de maniobras militares estadounidenses con Guyana, se anunció una visita de Nicolás Maduro a Moscú en diciembre. Según una investigación de g1 , las informaciones generaron “contrario” en el Palacio do Planalto, que expresaba el temor de que el continente fuera otro escenario de disputa entre Rusia y Estados Unidos. La visita se pospuso posteriormente, pero sigue en la agenda del Kremlin para 2024.
Además, el jueves pasado (21), el presidente ruso Vladimir Putin habló por teléfono con el líder venezolano Nicolás Maduro y defendió una solución al diferendo territorial por medios políticos y diplomáticos. Según el comunicado del Kremlin, durante la conversación sobre la agenda internacional también se destacó “la uniformidad de enfoques para la formación de un orden mundial multipolar justo, el rechazo de las sanciones ilegales y la injerencia en los asuntos internos de los Estados”.
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La mención del rechazo de las sanciones y la interferencia externa no es mera retórica. La alianza estratégica entre Caracas y Moscú se explica también por el contexto de la guerra en Ucrania. Venezuela siempre ha condenado enérgicamente el suministro de armas a Ucrania en el contexto de la guerra y rechazó las sanciones occidentales contra Moscú. El día 12, por ejemplo, el presidente Nicolás Maduro llamó a Ucrania “títere” de Estados Unidos.
El buen momento que atraviesan las relaciones entre Venezuela y Rusia fue explicado por el Canciller venezolano en una reciente visita a Moscú, donde se reunió con el Canciller ruso, Serguei Lavrov.
“Las relaciones entre la Federación Rusa y Venezuela atraviesan actualmente su mejor momento y con muy buenos resultados […] Compartimos los mismos principios dentro de las Naciones Unidas y otros ámbitos multilaterales, donde estamos en pleno acuerdo en todas las posiciones”, él afirmó.
La asociación entre Rusia y Venezuela no es sólo diplomática, sino que también se ha desarrollado consistentemente desde 2001, cuando se firmó un acuerdo intergubernamental durante la visita de Hugo Chávez a Moscú. La relación se profundizó a partir de 2006, en el contexto de deterioro de las relaciones entre Caracas y Washington, colocando a Rusia como el principal proveedor de armas de Venezuela.
Posteriormente, China también entró en liza. Según un estudio del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo , desde 2010 China y Rusia han enviado armas a Venezuela por valor de unos 5 mil millones de reales.
La posición rusa sobre el Esequibo es ambigua
Por otra parte, la posición de Moscú respecto a la disputa territorial del Esequibo revela una ambigüedad. Si bien la estrecha asociación con Venezuela crea un escenario de disputa por influencia en la región, considerando la influencia que Estados Unidos tiene sobre Guyana, Rusia también tiene buenas relaciones con el país, incluida una fuerte presencia económica en la región.
Por ello, el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Petersburgo, Victor Jeifets, en entrevista con Brasil de Fato , afirma que a Rusia “no le gustaría situarse en una posición exclusivamente pro Venezuela o pro Guyana”.
“En primer lugar, Rusia tiene un concepto de política exterior con Venezuela que determina a Venezuela como socio y aliado en América Latina. Pero al mismo tiempo, Rusia tiene excelentes relaciones con Guyana. Incluso en Guyana el gobierno es un partido político de izquierda , el Partido Popular Progresista, que en los años de la URSS formaba parte del movimiento comunista internacional, sus dirigentes asistieron a reuniones internacionales de los partidos comunistas de los trabajadores, fueron varias veces a la URSS, este partido de izquierda tiene excelentes relaciones con la Rusia actual. En Guyana también hay una presencia muy activa de empresarios rusos”, explica el analista.
Según Jeifets, experto en las relaciones de Rusia con América Latina, esta situación es muy difícil para Moscú. “Rusia no puede permitirse arruinar las relaciones con una parte y ponerse definitivamente del lado de otra, esto podría significar el deterioro de las relaciones con la otra parte”, argumenta.
El 18 de diciembre, la representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, saludó el diálogo mediado por Brasil entre los líderes de Venezuela y Guyana, quienes llegaron a un acuerdo de no utilizar la fuerza para resolver el conflicto en torno al territorio en disputa. Al mismo tiempo, Moscú reforzó su llamado a evitar la interferencia externa en los asuntos de la región.
De esta manera, tanto Rusia como China tienen posiciones similares en relación a la crisis del Esequibo: actuar con diplomacia y pragmatismo, y al mismo tiempo filtrar los riesgos de interferencia externa en la región, en particular Estados Unidos. Beijing también tiene fuertes vínculos comerciales con los dos países sudamericanos.
“Rusia no defenderá bajo ninguna circunstancia los intentos de resolver el conflicto por medios militares, pero sí defiende el proceso de negociación. Lo interesante es que Rusia nunca ha dicho si reconoce el territorio del Esequibo como Guyana o como Venezuela”, dice Víctor Jeifets.
Para el profesor de Relaciones Internacionales, Moscú seguirá impulsando una solución política al conflicto. También cree que Rusia debería seguir sin tomar posición sobre el estatus de Esequibo.
Edición: Thalita Pires
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