Entrevista a Eric Toussaint
Maxime Perriot: En un artículo publicado en diciembre de 2023 afirmabas, en relación a un informe del Banco Mundial, que los «países en desarrollo» ya estaban entrampados en una nueva crisis de la deuda, sin embargo, el Financial Times y otras fuentes señalan que durante las dos primeras semanas de 2024 varios países de los llamados en desarrollo lograron refinanciar, con éxito, sus deudas. ¿Qué pasó con eso?
Los tres países en desarrollo que tuvieron éxito en vender títulos soberanos son tres países productores de petróleo y de gas.
Éric Toussaint: Los tres países en desarrollo que según el Financial Times tuvieron éxito en la venta de sus títulos soberanos son Arabia Saudí, México e Indonesia. Estos tres países, que son productores de petróleo y de gas, se beneficiaron de los elevados precios de los combustibles fósiles y no forman parte de la categoría de los afectados directamente por la crisis de la deuda. Como recordatorio, Arabia Saudí es el primer exportador mundial de petróleo. [1]
Y si ellos logran vender fácilmente sus títulos, es porque proponen un rendimiento superior al de los títulos de la deuda de los países del Norte. México acaba de conseguir vender sus títulos por 7.500 millones de dólares, prometiendo un tipo de interés 2 % superior al de Estados Unidos, y el 4 % superior al de Alemania. Como los fondos de inversiones y los bancos privados del Norte disponen de grandes cantidades de liquidez financiera, compran sin problemas títulos de los países del Sur que ofrecen garantías (por ejemplo grandes reservas de materias primas) y que son capaces de proponer tipos de interés superiores a los de las economías del Norte. Es necesario agregar que a fines de 2023, el rendimiento de los títulos estadounidenses bajó un poco, lo que hizo que fuera más atractivo para los inversores la compra de títulos que ofrecen un rendimiento superior.
Maxime Perriot: ¿Por lo tanto esos tres países no son representativos de la situación de la mayoría de los países del Sur?
México pudo financiarse al 6% a comienzos de 2024 mientras que Egipto, Turquía y Zambia deberían prometer, actualmente, cerca del 25 % si querían vender sus títulos en los mercados financieros.
Éric Toussaint: Efectivamente, esos tres países no son representativos de la categoría de esos países que atraviesan una aguda crisis.
Por otro lado, el Financial Times reconocía que Arabia Saudí y México constituyen casos excepcionales. Aquí va lo escrito en el diario: «`De todas maneras, las ventas de obligaciones de este año parece mostrar que los mercados están abiertos solamente a gobiernos que tienen, al menos, un nivel de crédito de primera calidad, como Arabia Saudí y México. Según los inversores, los países con calificaciones de pacotilla, como la simple B, podrían continuar encontrándose con casi una imposibilidad de acceder a un préstamo este año, lo que les impediría refinanciar sus vencimientos inminentes, salvo a tipos de interés arriesgados de dos dígitos que agravarían rápidamente la carga de sus pagos.» [2] (Extracto de un artículo de pago del Financial Times del 10 de enero de 2024: https://www.ft.com/content/8b8b4733-83b9-40f0-88d6-28235e458f34)
Mientras que México pudo financiarse a comienzos de 2024 al 5 % en 5 años, y al 6 % en 12 años ya que tiene una muy buena calificación y extrae petróleo, los compradores de la deuda de Egipto quieren un rendimiento del 27, 4 % en los títulos a 10 años; los de la deuda de Turquía quieren el 26,6 %; los de Zambia el 25,5 %; los de Kenia el 18,2 %; los de Uganda del 16 %; los de Pakistán del 15,4 %; los de Sri Lanka del 14 %. [3] Como ya los demostré en el artículo que tu mencionaste al comienzo de la entrevista, la mayoría de los países del África subsahariana, que durante diez años hasta el comienzo de los años 2020, pudieron vender sus títulos en los mercados financieros de títulos soberanos, ahora no lo pueden hacer. Y eso pasa desde que los bancos centrales de los países del Norte decidieron elevar fuertemente los tipos de interés. Recordemos que sin ninguna concertación con los países del Sur, el Banco Central de Estados Unidos (la Fed), el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra aumentaron fuertemente los tipos de interés desde 2022, lo que tuvo un efecto nefasto de contagio para los países del Sur.
Frente a tipos de interés tan altos, una gran cantidad de países pierden el acceso a los mercados financieros internacionales y deben recurrir a los prestamistas públicos, especialmente al FMI, al Banco Mundial o a bancos regionales. Eso lo combinan con otras opciones complementarias. De esa manera, consiguen dinero en el mercado interior pagando tipos de interés muy altos pero soportables ya que son en moneda local. Otra solución es renegociar créditos con China, que se ha convertido en un gran prestamista. En algunos casos países como Arabia Saudí conceden también créditos para permitir a sus países aliados y socios comerciales mantenerse a flote. Arabia Saudí presta a Pakistán. La India presta a Sri Lanka.
Maxime Perriot: ¿Por lo tanto, se está produciendo una crisis de la deuda, realmente?
Un centenar de países padecen dificultades para refinanciar sus deudas y son empujados por el FMI a reducir sus gastos sociales
Éric Toussaint: Sí, un centenar de países padecen cada vez más dificultades para refinanciar sus deudas y son empujados por los prestamistas como el FMI y el Banco Mundial a reducir sus gastos sociales.
Según el economista Michael Roberts refiriéndose al informe que Oxfam publicó el 10 de enero con ocasión de la cumbre de Davos: «Países completos están amenazados de quiebra. Los países más pobres gastan actualmente cuatro veces más para reembolsar sus deudas a los ricos que lo que gastan para la sanidad. Las tres cuartas partes de los gobiernos del mundo prevén reducciones de los gastos públicos ligadas a la austeridad —incluso en los ámbitos de la salud y la educación— alcanzando los 7,8 billones de dólares durante los próximos cinco años.» [4] (Fuente: Michael Roberts, “Davos y el derretimiento de la economía” 22228 que se refiere al informe publicado por Oxfam el 15 de enero de 2024: https://www.oxfamfrance.org/rapports/multinationales-et-inegalites-multiples / Véase el informe completo en https://www.oxfamfrance.org/app/uploads/2024/01/Oxfam_Multinationales-et-inegalites-multiples_Davos-2024_sous-embargo-150124.pdf ).
Si la situación de crisis no llegó, hasta ahora, a producir una multiplicación de suspensiones de pagos es porque el FMI (y en menor medida el Banco Mundial) por una parte y China por la otra hacen lo máximo para que la crisis no se generalice. Los gobiernos del Norte también intervienen mediante los créditos bilaterales.
Esos actores no actúan por bondad: están protegiendo sus propios intereses. Una generalización de suspensiones de pagos no les aportará nada. Prefieren mantener a flote a los países concediendo nuevos créditos o permitiendo a los países endeudados a retrasar los pagos, incluso a suspenderlos de manera provisoria y negociada. Ahora, los países, que no se hundieron, prosiguen con sus pagos aunque en algunos casos estos son revisados provisoriamente a la baja.
Maxime Perriot: Insistes sobre los acreedores públicos como el FMI, el Banco Mundial, China, los países industrializados… ¿Qué pasa con los acreedores privados?
A partir de 2022, los acreedores privados buscaron sobre todo conseguir que se les reembolsaran los antiguos préstamos, al mismo tiempo que reducían las nuevas compras de títulos o los nuevos préstamos
Éric Toussaint: Los acreedores privados prestan bajo dos modalidades: ya sea comprando títulos soberanos emitidos por los países del Sur (es lo que llamamos el mercado obligatorio), ya sea, cuando se trata acreedores bancarios, concediendo un préstamo y firmando un contrato con el correspondiente país (o con las empresas privadas del Sur que reciben un crédito bancario).
Nos dimos cuenta que a partir de 2022, los acreedores privados buscaron sobre todo a que les reembolsaran los antiguos préstamos, al mismo tiempo que reducían fuertemente las nuevas compras de títulos, cuando se trataba de bancos, se reducían los nuevos créditos.
Como ya expliqué en el artículo que mencionaste, el Banco Mundial en un informe publicado en diciembre de 2023, reconocía que los prestamistas privados habían comenzado en 2022 a cerrar el grifo de los créditos a los PED, al mismo tiempo que los exprimían para obtener el máximo de reembolsos. Efectivamente, según el BM, los nuevos créditos concedidos por los prestamistas privados a los poderes públicos de los países en desarrollo disminuyeron un 23%, con una suma de 371.000 millones de dólares, o sea, el nivel más bajo en diez años. Por el contrario, esos mismos acreedores privados recogieron 556.000 millones de dólares por los reembolsos. Eso significa que en 2022, percibieron 185.000 millones de dólares extras en reembolsos de los que desembolsaron en préstamos. Siempre según el Banco Mundial, es la primera vez desde 2015 que los acreedores privados recibían más fondos que los inyectados en los países en desarrollo.
Maxime Perriot: ¿Puede agravarse la situación durante el año 2024?
Entre las dificultades a las que un número creciente de países se deberán enfrentar existe la renegociación de los reembolsos debidos a China
Éric Toussaint: Sí, la situación se podría agravar ya que una serie de países deben pagar este año importantes sumas de préstamos adquiridos cuando los tipos de interés eran bajos.
Tomemos como ejemplo Kenia, según el Financial Times «las obligaciones keniatas de 2.000 millones de dólares que tienen vencimiento en junio serán consideradas como una prueba definitiva este año. Nairobi indicó que, preferentemente, habría recurrido a préstamos de los bancos de desarrollo para recomprar una parte de su deuda, en lugar de buscar una refinanciación en el mercado. La mayor economía de África del Este emitió obligaciones con tipos de interés del 6-7% en 2014, en una época en que los tipos de interés estadounidenses estaban próximos a cero. Eso provocó que los inversores se lanzaran a una caza mundial de activos de alto rendimiento.» Kenia encontrará probablemente una solución, pero ¿a qué tipo de interés? Etiopía, país vecino de Kenia, suspendió el pago de su deuda en 2023. Zambia todavía no tiene capacidad para retomar los pagos de su deuda.
Egipto tendrá una situación muy complicada ya que debe, según el Financial Times, reembolsar 30.000 millones de dólares de deuda externa en 2024. Para poder efectuar ese pago, Egipto deberá seguramente hacer un nuevo llamado al FMI para conseguir otros créditos, pero incluso eso corre el riesgo de no ser suficiente.
Entre las dificultades a las que una cantidad creciente de países deben hacer frente, está la renegociación de los reembolsos debidos a China. En efecto, durante los últimos diez años China aumento muchísimo sus préstamos a los países del Sur, acordando con estos períodos de gracia con una duración de 5 a 7 años, según el caso. Durante ese período de gracia, el país no debe comenzar el reembolso del crédito. Muchos de esos créditos llegan ahora al final de ese período de gracia y, por lo tanto, se agravará la situación de una cierta cantidad de países endeudados con China. Es necesario también tener en cuenta que una parte importante de los préstamos de China fueron concedidos a tipos de interés variables, con indexación con los tipos de interés internacionales (principalmente referidos a un tipo de interés: el Libor). En consecuencia, al aumento de los tipos de interés decidido por los bancos centrales de las potencias industriales y acreedores occidentales, los tipos de interés de los préstamos chinos están por aumentar fuertemente. China está preparada para renegociar los calendarios de pagos pero no parece que esté de acuerdo en no aplicar el aumento de los tipos de interés. Por consiguiente, la situación corre el riego de agravarse.
Maxime Perriot: ¿Qué preconiza el CADTM?
Según el derecho internacional, los gobiernos tienen perfectamente el derecho de suspender el pago utilizando el argumento jurídico del «cambio fundamental de circunstancias»
Éric Toussaint: El CADTM recomienda a los gobiernos de los países endeudados de protegerse declarando una suspensión de pagos de la deuda. Según el derecho internacional, tienen perfectamente el derecho de hacerlo. Efectivamente, esos países pueden citar los cambios fundamentales de circunstancias provocados por los shocks externos provenientes del Norte, en particular, la decisión unilateral de los bancos centrales de América del Norte (estadounidense y canadiense) y de Europa occidental de aumentar radicalmente los tipos de interés. Entre los factores que provocan un cambio fundamental de circunstancias, también se puede citar los efectos de la invasión a Ucrania sobre los precios de los combustibles y los alimentos. Aunque los países del Sur no tengan ninguna responsabilidad, sin embargo, pagan las consecuencias. En el caso de cambio fundamental de circunstancias y de shocks externos, no existe la obligación de proseguir la ejecución de un contrato de préstamo y de continuar pagando esa deuda.
Hay que combinar la suspensión de pagos con la organización de una auditoría de la deuda con una participación activa de ciudadanos y ciudadanas. Esa auditoría debe tener como objetivo identificar la parte ilegítima, odiosa, ilegal y/o insostenible de la deuda con el fin de anularla.
Maxime Perriot: Un abogado del diablo podría declarar: «Los países del Sur contrajeron préstamos a tipos de interés fijos, con la evidente obligación de refinanciarlos cuando llegaran a su vencimiento. Nadie les garantizó que 10 años más tarde, los tipos de interés continuarían bajos. Por otro lado, todo el mundo sabía que un día u otro esos tipos iban a subir.»
Éric Toussaint: Se debería responder a ese argumento de los acreedores con algo así: a pesar de que todo el mundo sabía que los tipos de interés no permanecerían en un nivel históricamente bajo, ¿por qué prestaron masivamente a países de los que se podía prever su gran fragilidad en caso de shocks externos, y especialmente por una subida de tipos de interés decidida en el Norte? Ustedes deben asumir los riesgos comprometidos. Los prestamistas tienen el deber de verificar la capacidad de reembolso del país al que se presta pero no lo hicieron. Así que deben culparse a ustedes mismos si esos países tienen que suspender los pagos para hacer frente a su responsabilidad con respecto a su población.
El hecho de que los acreedores presten a tipos de interés más altos a los países del Sur se explica, justamente, por el «riesgo» de no reembolso ya que son países muy frágiles. Lógicamente, cuando se llega a la situación en la que un país ya no puede pagar, los acreedores deberían asumir los riegos de ese préstamo.
Por otra parte, recordemos que los tipos de interés, en los créditos otorgados por China, son a menudo variables.
Notas:
[1] Contrariamente a lo que afirma el Financial Times, Arabia Saudí no es una economía en desarrollo o emergente. De hecho, según el Banco Mundial, Arabia Saudí es una economía de renta alta, al igual que los países de Europa Occidental y Norteamérica (para conocer las distintas categorías según el Banco Mundial, véase https://datahelpdesk.worldbank.org/knowledgebase/articles/906519-world-bank-country-and-lending-groups ).
[2] “However, this year’s bond sales appear to show that markets are open only to governments with at least investment-grade credit ratings such as Saudi Arabia and Mexico. Countries with junk ratings, such as single B, may continue to find it almost impossible to access borrowing this year, say investors, leaving them unable to refinance looming maturities except at risky double-digit rates that would rapidly worsen their payment burdens.” Extracto de un artículo de pago del Financial Times del 10 de enero de 2024 : https://www.ft.com/content/8b8b4733-83b9-40f0-88d6-28235e458f34
[3] El rendimiento de los títulos soberanos de un gran cantidad de países está disponible en esta web: http://www.worldgovernmentbonds.com/spread-historical-data/
[4] “Entire countries are facing bankruptcy, with the poorest countries now spending four times more repaying debts to rich creditors than on healthcare. Three-quarters of the world’s governments are planning austerity-driven public sector spending cuts —including on healthcare and education— by $7.8 trillion over the next five years.” Michael Roberts Davos y el derretimiento de la economía 22228
Eric Toussain es doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, portavoz del CADTM internacional, miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia y autor de varios libros.
Traducido por Griselda Piñero.
Fuente: https://www.cadtm.org/En-el-Sur-realmente-existe-una-crisis-de-la-deuda-Ante-eso-que-preconiza-el
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