© AP Photo / Gustavo Garello
La intención del presidente de Argentina, Javier Milei, de buscar un acuerdo de libre comercio con EEUU podría tensionar el Mercosur, que no permite las negociaciones sin el acuerdo de todo el bloque. En un diálogo con Sputnik, el analista Emanuel Porcelli sostuvo que puede generarse un "escenario de confrontación" con Brasil.
La victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos motivó al presidente Javier Milei a manifestar públicamente su intención de buscar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Washington, aprovechando la eventual sintonía entre ambos gobiernos.
Durante una entrevista con la radio argentina Rivadavia, Milei aseguró que el triunfo de Trump permitiría "avanzar en mayores acuerdos comerciales con EEUU, de la misma manera que estamos avanzando con China".
Consultado específicamente si eso significaba que buscará un TLC, el mandatario fue categórico: "Exactamente, sí, así es, me leyó perfecto".
Si bien Milei y Trump ya compartieron un evento en Mar-a-Lago, la posibilidad de un acuerdo comercial cuando el estadounidense se mude nuevamente a la Casa Blanca solo fue mencionada, por el momento, por el argentino, quien también confía en que Trump facilitará las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.
Un globo de ensayo
En diálogo con Sputnik, Emanuel Porcelli, politólogo argentino y experto en Relaciones Internacionales, sostuvo que la afirmación de Milei se parece más a "un globo de ensayo" en vez de una posibilidad concreta, dado que "no ha habido ninguna acción anterior" que haga presumir algún tipo de avance en dirección a un acuerdo comercial.
El analista destacó que se trata de un campo diferente al del acuerdo Mercosur-Unión Europea, en el que, a pesar de la falta de concreción, existe "un largo recorrido hecho que facilitaría el proceso".
En esa línea, señaló que Argentina y EEUU no tienen un antecedente de negociaciones para un acuerdo comercial desde la IV Cumbre de las Américas de 2005 en Mar del Plata, cuando EEUU intentó impulsar, sin éxito, la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
"La idea de un TLC es más una expresión de deseo para construir esa narrativa del vínculo especial que existe entre Argentina y EEUU que una realidad que sea efectivamente conducente", afirmó Porcelli.
El experto subrayó, además, que la propia "retórica proteccionista del primer Gobierno de Trump" hace difícil pensar que el magnate estadounidense apostará por el libre comercio con Argentina. Como ejemplo, el analista recordó que durante su primer mandato (2017-2021), el estadounidense aumentó los aranceles a las exportaciones argentinas de biodiésel a EEUU.
En ese marco, Porcelli aventuró que, a pesar del optimismo de Milei, la relación de Trump con América Latina "no parece que fuera a vehiculizarse a través de un discurso de libre comercio". Por el contrario, hipotetizó que el estadounidense centrará sus vínculos con Argentina y la región en una "política de seguridad", centrada en contrarrestar la influencia china.
¿Estancamiento del Mercosur?
Pero, aun con pocas chances de concretarse, la intención de Milei de avanzar en un TLC con EEUU puede ser un mensaje fuerte para la interna del Mercosur, cuya próxima cumbre de presidentes está fijada para los días 5 y 6 de diciembre en Montevideo, Uruguay.
Es que la posibilidad de que los socios del bloque —que actualmente integran Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia—negocien acuerdos comerciales con terceros países sin el consentimiento de los demás miembros ha sido un punto de controversia a la interna del bloque en los últimos años.
Precisamente, el anterior presidente argentino, Alberto Fernández (2019-2023), había sido especialmente enfático al rechazar la intención de Uruguay de avanzar en un posible acuerdo de libre comercio con China, sin contar con la autorización de los demás socios.
Para Porcelli, es esperable que la victoria de Trump en EEUU y la reciente designación del exembajador argentino en Washington, Gerardo Werthein, como canciller le permitan a Milei mantener "una posición mucho más radicalizada y confrontativa" en la interna del Mercosur, siempre en favor de estrechar las relaciones con EEUU.
Además, subrayó el experto, la cumbre del Mercosur de diciembre se realizará al día siguiente de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que tendrá lugar el 4 de diciembre en Buenos Aires y que podría contar con la presencia del propio Trump y su secretario de Estado designado, Marco Rubio.
"Milei irá a la cumbre del Mercosur empoderado por la cumbre de CPAC, por lo que seguramente vaya a construir una escena de confrontación, especialmente con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva", opinó Porcelli.
Si bien Brasil había iniciado conversaciones con EEUU para un posible TLC en 2019, cuando el presidente brasileño era Jair Bolsonaro (2019-2023), esta posibilidad quedó congelada con el regreso al Gobierno de Lula, que ya había rechazado un eventual trato de esas características en su primer período y aparece volcado a sus relaciones con los demás miembros de los BRICS.
El riesgo de negociar de manera bilateral
Así las cosas, las intenciones de Milei de estrechar los lazos con EEUU podrían encontrar resistencias de Brasil en un Mercosur que, según Porcelli, "ya está estancado en términos de iniciativas y de discusiones". Una nueva diferencia entre Buenos Aires y Brasilia por la relación con Washington podría "profundizar o continuar ese estancamiento", pronosticó el politólogo.
De todos modos, el experto consideró que el nivel de enfrentamiento por la demandada "flexibilización" del bloque regional dependerá también "de la capacidad de Brasil de contener e imponer los ritmos de la agenda" y de cómo jueguen "los actores económicos que han sido los beneficiarios del Mercosur", generalmente los sectores industriales argentinos y brasileños, generalmente contrarios a la firma de acuerdos de libre comercio.
Estos sectores podrían, de acuerdo al analista, ejercer como "elemento disciplinador" para evitar "apostar por negociaciones unilaterales y romper la lógica del 4+1" utilizada por el bloque para negociar con socios externos.
Para Porcelli, el Mercosur puede encontrar en la Comunidad Andina (CAN) —bloque económico formado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú— un ejemplo de resultados negativos de habilitar las negociaciones bilaterales sin el respaldo de todo el bloque.
"Una vez que se habilitó la posibilidad de negociar de manera bilateral, la CAN desapareció como espacio de gestión de acuerdos comerciales y de cogestión en negociaciones internacionales", advirtió.
https://noticiaslatam.lat/20241119/milei-busca-un-tratado-de-libre-comercio-con-eeuu-causara-tensiones-al-interior-del-mercosur-1159115933.html
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