© AP Photo / Kenny Holston
La caída de la familia Clinton desencadenaría un efecto dominó, poniendo patas arriba entidades globalistas como el club de personas influyentes del mundo Bilderberg, multimillonarios como Bill Gates y George Soros, y sus políticos comprados en todo el mundo, señala a Sputnik el analista de Wall Street Charles Ortel.
Ortel califica la Fundación Clinton (FC) como el mayor fraude sin investigar. De ser cierto, sus fideicomisarios, ejecutivos y donantes —tanto estadounidenses como extranjeros— podrían enfrentarse a investigaciones judiciales y del Servicio de Impuestos Internos de EEUU (IRS, por sus siglas en inglés) y en el extranjero, añade.
Cientos de miles de millones en subvenciones podrían ser devueltas a las autoridades estadounidenses y extranjeras si se demuestra el fraude, subraya el analista.
¿Qué países, entidades y fondos privados han realizado donaciones a los Clinton?
Australia, Francia, Irlanda, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur, Suecia, Reino Unido, Ucrania y otros países financiaron a la FC, indica, basándose en los registros públicos. De acuerdo con Ortel, el mayor donante conocido es la organización internacional de salud Unitaid, que ha enviado cientos de millones más de los que la fundación ha declarado al IRS desde 2006.
Otros donantes sospechosos que el analista adjunta:
Departamento de Desarrollo Internacional británico (DFID),
Australian Aid (AusAID), proyecto de financiación del Gobierno de Australia,
el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD), organización conjunta de EEUU y Canadá,
otras agencias de ayuda de Canadá, Irlanda y Suecia.
Conforme a sus palabras, las fundaciones privadas también financiaron los fraudes de Clinton. La Fundación Gates ha hecho donaciones desde 2005, mientras que el magnate y delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein colaboró con Bill Clinton. George Soros es otro donante clave, destaca Ortel.
¿Quién promovió la red globalista de los Clinton?
Mientras tanto, las famosas universidades de Harvard, Yale y Columbia dieron credibilidad a los fraudes benéficos de Clinton, apunta el analista. Los medios de comunicación y editores tradicionales promocionaron los actos de la plataforma de conferencias Clinton Global Initiative (Iniciativa Global Clinton), ignorando que ninguna de ellas era una organización benéfica legalmente registrada.
Una investigación completa de la Fundación Clinton y sus ramificaciones es necesaria lo antes posible, afirma Ortel. Una audiencia en 2018 reveló que la organización debe 2.500 millones de dólares al Gobierno estadounidense por actuar como un agente extranjero, en lugar de como una organización sin fines de lucro.
Pero el escándalo va más allá de los 2.500 millones de dólares: Bill Clinton utilizó la caridad como tapadera, sin rendir cuentas honestas, sobre el sida, el clima o los 10.000 millones de dólares que faltan en Haití, concluye.
https://noticiaslatam.lat/20250211/1161108442.html
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