El parlamentario británico y exlíder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn (centro), 23 de mayo de 2025.
El parlamentario británico Jeremy Corbyn atribuye la tragedia en Gaza al dinero de EE.UU. y al silencio de Europa, y denuncia el desprecio por el derecho internacional.
El parlamentario británico y exlíder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, conocido por su postura antisraelí y representante de la circunscripción de Islington Norte en la Cámara de los Comunes, lamentó la represión de los símbolos propalestinos en Europa en una entrevista con un programa de televisión emitido el jueves.
“En las calles de las ciudades europeas, la gente que simplemente ondea una bandera palestina podría ser arrestada. Nunca pensé que la simple defensa de los derechos palestinos generaría un comportamiento tan extremo y suspicaz”, declaró.
The British government is complicit in one of the greatest crimes of our time.
— Jeremy Corbyn (@jeremycorbyn) May 29, 2025
We will not give up until we have justice for the people of Palestine.pic.twitter.com/G9QOXbxvSt
Al señalar que las grandes potencias, especialmente Estados Unidos, aunque no solo este país, en esencia no tienen ningún interés en el derecho internacional, Corbyn puso de manifiesto que el país norteamericano nunca ha sido miembro de la Corte Penal Internacional y no creo que lo llegue a ser nunca
Refiriéndose al colapso de la autoridad de las instituciones internacionales, el legislador británico recalcó: “Nací a finales de la década de 1940, cuando la ONU era un símbolo de esperanza y el derecho internacional cobraba sentido. Ahora vemos una ONU con fondos insuficientes, con escasas autorizaciones y sin la capacidad para lograr un alto el fuego en Gaza o Cisjordania, como tampoco ha traído la paz a Yemen, el Congo o Sudán”.
De acuerdo con el parlamentario británico, la presión de las industrias armamentísticas occidentales, especialmente en Estados Unidos y Europa, que se benefician de crisis como las de Palestina, Ucrania, Yemen y Sudán, por un lado, y el levantamiento popular, que genera esperanza mediante manifestaciones y demostraciones de solidaridad con el pueblo palestino, por otro, los dos factores principales de la persistencia de las crisis.
“Solo en el Reino Unido, más de un millón de personas han participado en actividades públicas en apoyo a Palestina en los últimos 20 meses”, precisó.
El exlíder del Partido Laborista calificó de errónea la narrativa del régimen sionista de que la crisis de Gaza comenzó en octubre de 2023 y enfatizó que este sufrimiento ha persistido durante más de 70 años y los medios de comunicación internacionales han ignorado que el ejército israelí sigue una estrategia de eliminación gradual de los palestinos mediante la destrucción de aldeas, el fortalecimiento de la ocupación y la expansión de los asentamientos en Cisjordania.
“Los niños me mostraron su arte, leyeron poesía y estaban llenos de esperanza. Esa escuela ahora es un montón de escombros. No sé qué les ha pasado a esos niños. Las universidades que he visto en Gaza han sido destruidas. Incluso si la guerra terminara mañana, todavía tendríamos dos millones de personas sin hogar, sin agua ni saneamiento, y sumidas en una profunda crisis psicológica”, expresó, en alussión a su visita a una escuela en el campamento de Jabalia antes de los ataques israelíes.
En este contexto, insistió en que la reconstrucción de Gaza debe ser realizada por el propio pueblo palestino, con apoyo real, no por los planes soñados de Donald Trump para construir complejos turísticos en las playa”.
“Gaza fue una vez un centro de producción agrícola; un lugar donde se cultivaban frutas, verduras y fresas. La gente intentaba ser autosuficiente. Pero ahora todo está destruido. Esta destrucción se llevó a cabo con el apoyo financiero estadounidense y la aprobación tácita de Europa”, agregó.
La guerra de Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023 con ataques generalizados del régimen sionista, se ha cobrado hasta la fecha la vida de más de 53 000 palestinos y se ha convertido en uno de los mayores desastres humanitarios de las últimas décadas. Los continuos ataques a hospitales, escuelas, campos de refugiados e infraestructuras han puesto en peligro a millones de civiles e interrumpido la entrega de ayuda vital.
Al mismo tiempo, el bloqueo total de la Franja de Gaza ha provocado una grave escasez de alimentos, medicamentos y combustible, y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Organización Mundial de la Salud han pedido reiteradamente la apertura de los cruces fronterizos y el cese inmediato de los ataques.
zbg/hnb
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