Este jueves, la República de Colombia y América Latina conmemoran el 67 aniversario de la desaparición física del líder Jorge Eliécer Gaitán, asesinado el 9 de abril de 1948, hecho que provocó lo que en la historia de ese país suramericano se conoce como el “Bogotazo”, que partió en dos la historia de Colombia.
Gaitán, político rebelde, popular, se dedicó en cuerpo y alma a la lucha contra las clases dominantes que engañaban al pueblo colombiano bajo la fachada del bipartidismo de unidad nacional.
¿Quién fue Jorge Eliécer Gaitán?
Nacido el 23 de enero de 1903 en el popular barrio de Las Cruces de Bogotá, Gaitán era el hijo mayor de Eliécer Gaitán Otálora, liberal radical que se dedicó a la venta de libros usados y de Manuela Ayala, maestra de escuela, mujer progresista que impregnó al joven de ideas de avanzada.
Su madre lo inició en las primeras letras y terminó sus estudios primarios en 1911 en una escuela de Facatativá. Se graduó de bachiller del Colegio Martín Restrepo Mejía en 1919 y al año siguiente ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional.
Cuatro años más tarde obtuvo el título de abogado con su brillante tesis “Las ideas socialistas en Colombia”. Gaitán participó activamente en la política en su etapa universitaria. Apoyó la candidatura de coalición del poeta Guillermo Valencia en 1918; fue orador en las protestas contra Marco Fidel Suárez, en marzo de 1919; organizó la sociedad literaria Rubén Darío y constituyó el Centro Liberal Universitario, con importante influencia política.
En julio de 1926 viajó a Italia e ingresó en la Real Universidad de Roma, la escuela más prestigiosa de Derecho en ese país, dirigida por Enrico Ferri, penalista de fama mundial, donde obtuvo el título de doctor en jurisprudencia.
La tesis de Gaitán “El criterio positivo de la premeditación” le mereció la calificación Magna cum laude y el premio Enrico Ferri.
De regreso a Colombia
Gaitán regresó al país en 1928 y fue elegido representante a la Cámara en marzo. Para junio lideró las protestas contra la corrupción administrativa y en diciembre visitó la zona bananera, donde investigó los sucesos de la masacre de trabajadores de la empresa norteamericana United Fruit Company. A raíz de sus graves denuncias contra dicha empresa, se abrió el debate contra el gobierno de Abadía Méndez, logrando que decenas de trabajadores obtuvieran indemnizaciones, así como para las familias de los asesinados.
Este fue el punto de inflexión para el ya líder popular, que en 1931, con los liberales en el poder, fue elegido presidente de la Cámara de Representantes, presidente de la Dirección Nacional Liberal y segundo designado a la Presidencia. En 1932 elegido rector de la Universidad Libre.
La lentitud de los cambios sociales del presidente Enrique Olaya Herrera (1930-1934) hizo que un grupo de connotados políticos liberales rompieran con éste y su propuesta en octubre de 1933.
De esta manera nació la Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria (UNIR), liderada por Gaitán y Carlos Arango Vélez, desmarcándose del bipartidismo tradicional y teniendo como base fundamental la clase campesina, sobre todo en las zonas cafeteras de Cundinamarca, en el norte del Tolima, Caldas y el Valle.
En la primera etapa de acción política, la policía de Cundinamarca reprimió a balazos una marcha de campesinos uniristas presidida por Gaitán en Fusagasugá el 4 de febrero de 1934, dejando un saldo de varios campesinos asesinados.
Otra masacre ocurrió el 14 de agosto de 1934 en la hacienda Tolima, en la jurisdicción de Ibagué, ya que los hacendados se negaban a mejorar las condiciones de los trabajadores.
Carrera hacia la presidencia
Gaitán fue elegido magistrado de la Corte Suprema de Justicia en 1939 y en 1940 fue nombrado por el presidente Eduardo Santos (1938-1942) como ministro de Educación. En el corto tiempo que duró en el cargo desarrolló un plan contra el analfabetismo y para la democratización de la educación y la cultura.
Opuesto a la repostulación de López Pumarejo, Gaitán inició en 1941 una carrera política orientada hacia la presidencia. Fue senador por Nariño en 1942; presidente del Senado en septiembre del mismo año; Ministro de Trabajo entre 1943 y 1944, y candidato presidencial en oposición al liberal oficialista Gabriel Turbay, creando el Movimiento Liberal Gaitanista.
En ese contexto, la gran mayoría del pueblo colombiano se volcó hacia el ya líder popular Jorge Eliécer Gaitán y las reivindicaciones sociales que prometía. Las multitudinarias manifestaciones contaron con consignas históricas tales como “¡A la carga! ¡Contra la oligarquía! ¡Por la restauración moral de la República!”, las cuales lograron interpretar el más profundo sentimiento nacional de manera muy particular.
El dominio del discurso político de Gaitán, con sus variaciones de tono, sentido del humor e ironía, y el manejo de los silencios, hicieron de él un tipo de orador que llegaba a transfigurarse por la emoción de lo que decía y la forma de decirlo, logrando transmitir y conectar con el sentimiento popular. Liberal, demócrata, buscaba una revolución popular dentro de los marcos constitucionales.
Para las elecciones presidenciales del 5 de mayo de 1946, que ganó Mariano Ospina Pérez, Gaitán ocupó un tercer lugar, con un apoyo mayoritario en los centros urbanos. Dichos comicios le sirvieron para convertirse -si ya no lo era- en líder indiscutible de los sectores liberales y elegido jefe único del partido.
Cabe resaltar que en la década de 1940 a 1950 ocurrieron varios hechos de notable importancia geopolítica regional e internacional. Para citar algunos, por un lado había terminado la segunda guerra mundial y el mundo se dividió en dos grandes esferas de poder: Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas; surge la Organización de Naciones Unidas; se reconfigura el orden financiero internacional que pasa del patrón oro al patrón dólar; y el TIAR, que definió el dominio militar de Estados Unidos en América Latina y por tanto la protección de sus intereses en la región.
Asesinato y Bogotazo
El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán ocurrió el 9 de abril de 1948 cuando se desarrollaba en Bogotá, capital de Colombia, la IX Conferencia Panamericana, de la que surgió la Organización de Estados Americanos (OEA).
Por otra parte, ese día Gaitán tuvo uno de sus mayores triunfos como penalista al obtener la absolución del teniente Jesús Cortés, acusado por la muerte de un periodista.
Asimismo, para la tarde de 9 de abril, Gaitán tenía una cita para recibir a un grupo de estudiantes internacionales – entre ellos Fidel Castro- que se encontraban en Bogotá al margen de la Conferencia Panamericana en la que participó el general Marshall, impulsor del plan que lleva su nombre para la reconstruccion de Europa tras la segunda guerra mundial.
Un hombre (Juan Roa Sierra) lo esperó en la entrada del edificio donde se ubicaba su oficina y le disparó con un revólver causándole propinándole tres impactos de bala. Gaitán fue llevado a la Clínica Central donde murió a las 2:05 de la tarde.
A raíz del asesinato del líder popular, se suscitaron enfrentamientos entre partidarios liberales y conservadores. Las fuertes manifestaciones y la represión policial produjo un saldo de cerca de tres mil personas muertas o desaparecidas y más de 140 edificaciones destruidas, sobre todo en Bogotá, aunque las manifestaciones se dieron a nivel nacional.
Las fuerzas armadas, tanto la Policía como el Ejército, se dividieron entre quienes buscaban controlar la situacion, muchas veces abriendo fuego contra los manifestantes, y quienes se sumaron a la rebelión popular.
“El Bogotazo” daría inicio a lo que los historiadores llaman como el punto de inflexión que impulsó el surgimiento de insurgencia guerrillera en Colombia. De ahí en adelante se pasó de una lucha bipartidista entre liberales y conservadores, que costó la vida de unas 300 mil personas desde ese estallido social hasta el 1953.
Luego de una relativa calma de un poco más de 10 años, pasó a ser una guerra del Estado contra los movimientos de izquierda, que ha dejado 220 mil muertos y 5,3 millones de desplazados en más de medio siglo, según cifras oficiales.
La mayoría del pueblo colombiano estaba convencido de que Gaitán era su digno representante en el poder. El líder liberal tenía ideas en pro de los intereses de los más desposeídos, sobre todo los campesinos, y buscaba quitarle los indignantes privilegios de la oligarquía.
Telesur
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