Honduras: A un año de la brutal represión en el Congreso Nacional

Por Ricardo Ellner / @r_ellner

El país Centroamericano es víctima de la instalación de una cruenta dictadura. Los niveles de violencia siguen creciendo y el proyecto de remilitarizar la sociedad no cesa. 

Tegucigalpa, Honduras.

Hoy es un día histórico en Honduras. Por un lado, se conmemora el primer aniversario de la Resistencia y Dignidad Parlamentaria, y por otro, se recuerda cómo el Partido Nacional con funciones de gobierno arremetieron con toda su brutalidad en contra de las y los diputados del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), y su militancia en el mismo Congreso Nacional (CN).

Todo inició con una conferencia de prensa alrededor de las 11:00 am del 13 de mayo de 2014 en las afueras del CN, ahí el colectivo parlamentario de LIBRE, máxima fuerza en oposición al régimen nacionalista, reclamó su derecho a la palabra para participar en el debate político dentro del poder legislativo.

También se exigió la inclusión de un representante Magistrado en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), para asegurar que las próximas elecciones haya veeduría y sean transparente, sin embargo ambas demandas venían siendo negado desde el inicio de la primera legislatura fechado en 25 de enero de ese mismo año y que permanecen hasta la fecha.

Es preciso mencionar, que el Partido Libre se creó el 13 de marzo de 2012, y es la expresión política del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), el cual encontró su origen en las calles a partir del Golpe de Estado el 28 de Junio de 2009, donde las fuerzas militares confabulados con el CN, la embajada estadounidense y la oligarquía arrendataria, expatriaron al presidente constitucional, José Manuel Zelaya Rosales.

Desde entonces, se decidió enfrentar al Golpe de Estado permanente y prolongado que yacía en el país. Para el 24 de Noviembre de 2014, la candidata por LIBRE, Xiomara Castro, llegó con una clara ventaja en todas las encuestas, pero las instituciones del Estado habían sido cooptadas por el Partido Nacional tras el Coup D´etat, por lo cual el más de millón de votos que le concedieron la victoria a LIBRE, fueron silenciados a pesar de las denuncias de los observadores internacionales sobre el fraude electoral.

Ese momento, fue significativo para la actual situación hondureña, pues el Partido Nacional volvió a confabularse con los poderes de Estado, pronunciando así a Juan Hernández como nuevo titular del Ejecutivo, sucediendo a su líder –y actual asesor de gobierno- Porfirio Lobo. Con ese movimiento clave se lograría acrecentar la represión militar para convertir a Honduras en el país más violento del planeta.

Sin embargo, el régimen en funciones oficiales no pudo calcular que perderían el Legislativo, por lo cual tuvieron que iniciar un proceso de compras de voluntades. LIBRE quedo conformado como la fuerza más grande en oposición con 37 diputados; El Partido Liberal con 27; El partido AntiCorrupción con 13; el Partido Nacional 48 y otros de los partidos más pequeños que suman 128 en total.

DIA DE LA DIGNIDAD

En los primeros 100 días de gobierno de Hernández, LIBRE, en alza de la bandera del socialismo democrático, denunció constantemente las irregularidades del oficialismo, sin embargo en el seno del hemiciclo se les fue negada la oportunidad a participar y debatir en arbitrariedad de la junta directiva del CN que representa al nacionalismo.

Fue en tanto, que ese memorable día, la militancia fue convocada como invitada de honor para participar en la jornada parlamentaria, pero lo que se vendría tras el histórico gesto, era humo lacrimógeno lanzado por los fusiles militares, adjunto de golpes, arrestos y persecuciones.

Como hecho auténtico, el pueblo hondureño junto a los parlamentarios de LIBRE pudo tomar las instalaciones del Congreso Nacional exigiendo paz, justicia y democracia, pero la respuesta seguían siendo la misma de parte de los militares; una lluvia de proyectiles con bromuro de bencilo y gas pimienta, ante ello, el pueblo resistió dignamente el embate del fusil.

Varios de las y los diputados fueron trasladados al hospital; de la militancia unos fueron arrestados, otros perseguidos y muchos lesionados, pero se mantuvieron en pie para reivindicar la lucha de las calles y recordar que el Congreso no es de 128 personas, sino de 8 millones de personas que conforman al pueblo de Honduras.

En esa jornada, la ex candidata presidencial Xiomara Castro, recibió gas lacrimógeno a discreción de parte de la fuerza represora militar. Horas más tarde el presidente de la junta directiva del CN, Mauricio Oliva anunciaba que él había ordenado la represión.

“Yo, Mauricio Oliva Herrera, di la orden de desalojar el Congreso Nacional con la Policía. ¿Quieren elegir un nuevo Tribunal, consigan 86 votos, no así construyendo victimización”, expresó.

Mientras tanto, el Coordinador General de LIBRE, Manuel Zelaya señaló para ese momento que “han bastado cien días para que los nacionalistas nos muestren los colmillos” a lo que agregó que “lo que vemos en Honduras es la instalación de una dictadura”, a lo que preguntó “¿Qué falta? Que nos maten”.

Luego de haber tomado el CN por unas cuantas horas, las mayorías en Honduras consagraron la fecha como el día de la “Resistencia y Dignidad Parlamentaria”, aunque cabe destacar que la represión no cesa y cada vez son más los asesinatos de jóvenes y mujeres en el país.

LA ACTUALIDAD

A un mes de cumplir seis años del Golpe de Estado, y a un año de la brutal represión en el Congreso Nacional en contra de las y los diputados LIBRE que levantan la bandera del Socialismo Democrático, así como a su militancia, se puede contabilizar ya un lustro de gobierno nacionalista, (4 años de Porfirio Lobo y 1 de Juan Hernández) y la clara instalación de una dictadura institucional.

En el camino, dos claro Golpes de Estado más, tres en total de 2009 a 2015. El binomio Lobo-Hernández decidió dar una segunda ruptura constitucional el 12 de Diciembre de 2012 a la 1:30 AM (madrugada) al Poder Judicial con la destitución inconstitucional de cuatro magistrados –de cinco en total- que disentían la forma de gobierno.

Mientras, el otro golpe llegó el 24 de Abril de 2015, cuando ese Poder Judicial con los magistrados alineados, falló a favor de un recurso que permitió la reelección presidencial, violentando la Constitución de la República al modificar artículos pétreos y al usurpar los poderes del Poder Legislativo.

A pesar de ello, el oficialismo ha insistido en que las cosas están cambiando en el territorio. De eso, a la población no le queda duda. Pues en los años post Golpe de Estado 2009, la administración Lobo-Hernández convirtió a Honduras en el país más violento del mundo.

Parte de sus logros fue la obtención del Record Guinness, con motivo del 60 aniversario, como la nación con más asesinatos per cápita. Se agrega también a los alcances de gobierno los más de 3,000 femicidios en cuatro años; 49 periodistas asesinados; 94 abogados y defensores de Derechos Humanos ejecutados, en total, más de 45 mil hondureños y hondureñas asesinadas en el último quinquenio.

Asimismo, han acelerado el proceso de remilitariazación de la sociedad, volcando a los militares a las calles para ocuparse de la seguridad ciudadana, mientras desaparece la Policía Nacional. Aunado a ello, el programa insigne de Hernández “Guardianes de la Patria”, que busca que sean 100 MIL niños que se formen en los batallones de los verde olivo.

El “estado de guerra” permanente en el que viven las y los hondureños, tiene su causa en la determinación de los EEUU de imponer un orden planetario en el que va impresa su hegemonía y que responde a la necesidad de mantener el control de un mundo como mercado abierto para las multinacionales y los grupos financieros.

Hernández con clara injerencia en los que suponen ser poderes de Estado independientes, y servil a las multilaterales de crédito y a Washington, ha presentado elementos crecientes de una desestabilización provocada por el enorme crecimiento de las desigualdades y la pobreza; la ruina irremediable del país expoliado por la inclementemente deuda, y la creciente movilización política de las multitudes condenadas irremisiblemente a la miseria por el modelo económico neoliberal.

No cabe duda que ante el escenario de oprobiosa cotidianidad que propone el régimen nacionalista, existe una plataforma política que ha logrado la confluencia de las mayorías del país, y que a pesar de haber sido gaseados y reprimidos hace un año en el mismo palacio legislativo, la consagración de la Resistencia y Dignidad Parlamentaria, con profundo amor a la patria y convencimiento total a la causa, se ha planteado un levantamiento en contra del totalitarismo, el continuismo, de la hegemónica corrupción y la instalación de una dictadura.

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