Sanaa, 18 may (PL) Ciudades yemenitas son blanco hoy de bombardeos aéreos y artilleros por parte del grupo de países árabes liderados por Arabia Saudita, horas después de la expiración de la tregua temporal anoche.Los ataques, temprano en la mañana, estuvieron concentrados en las ciudades sureñas de Al Sawlaban y El Arish, en la provincia portuaria meridional de Aden, segunda en importancia del país, controlada por el movimiento huti Ansar Allah y tropas del Ejército leales al expresidente Alí Abdullah Saleh.
En el norte, donde los huti tienen su bastión principal, se reportan cañoneos contra el distrito de Al Manzala, en la gobernación de Al Daleah, próxima a la frontera con Arabia Saudita, y la región montañosa de Al Gawr.
Los ataques del grupo árabe recomenzaron a pesar de la petición del enviado especial de la ONU para Yemen, el mauritano Ismail Ould Cheikh Ahmed, de extender el cese de hostilidades para permitir la continuación de ayuda humanitaria.
En la alianza árabe figuran además Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar, Egipto, Jordania, Sudán, Marruecos y, en fecha reciente, Malasia; Estados Unidos proporciona inteligencia electrónica, según trascendidos.
Exhorto a las partes a renovar esta tregua otros cinco días y hacerla permanente, dijo el diplomático mauritano, quien sustituyó al marroquí Yamal Binomar, vetado por los países de la península Arábiga que apoyan al presidente Abd Rabu Mansur Hadi, exiliado en Arabia Saudita.
El reinicio de los bombardeos cierra las puertas, al menos en lo inmediato a un entendimiento entre las partes en conflicto, las cuales boicotearon la reunión en curso en Riad, la capital saudita, de Mansur Hadi con entidades yemenitas carentes de posiciones y fuerzas en el terreno.
Un segmento del partido Congreso General del Pueblo asiste a las negociaciones, en contraposición al apoyo a los hutis proclamado a principios de la semana pasada por el expresidente Abdullah Saleh, líder de la agrupación.
A esta compleja situación, se suma un factor combustible: un buque con ayuda humanitaria enviado por la República Islámica de Irán que se dirige a costas yemenitas a pesar de una orden del mando del grupo árabe para que descargue en la vecina Djibouti.
La decisión de Teherán pone en una alternativa difícil a la alianza árabe pues permitir el atraque del barco, que ya está en el Golfo de Aden, crea un precedente y atacarlo puede ser la chispa de un conflicto regional que se anuncia de gran magnitud y resultados desastrosos.
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