Maldito domingo
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.
El pasado domingo [20 de septiembre] un general en activo del ejército británico amenazó públicamente con un motín y un posible golpe de Estado si Jeremy Corbyn era elegido primer ministro e intentaba poner en práctica sus políticas. Fue levemente reprendido por el ministro de defensa.
El general cuenta con el apoyo efectivo de Hilary Benn, que ha sido designado de nuevo secretario de asuntos exteriores de la oposición por Corbyn. Benn está amenazando con votar a favor de bombardear Siria y se opone firmemente a abandonar las armas nucleares. Así lo manifestó en un programa de televisión el domingo por la mañana (Pobre Tony, quien, en el curso de una discusión sobre los hijos de Miliband, confesó: ‘Tengo un problema parecido’. Y no estaba refiriéndose a su hija, la radical Melissa). Como si esto no fuera ya bastante desastroso, ese mismo día, Sadiq Khan, venal candidato a alcalde de Londres, ha acusado a Corbyn/McDonnell, de incitar al antisemitismo y al racismo. Según el Daily Mail: “Los nuevos dirigentes del Partido Laborista Jeremy Corbyn y John McDonnell fueron sensacionalmente acusados la pasada noche de incrementar el riesgo de que se produzcan ataques terroristas y antisemitas en Londres”.
La afirmación la hizo el candidato laborista a alcalde de Londres, Sadiq Khan, en un devastador ataque contra Corbyn y el hombre al que ha hecho canciller de la oposición.
Khan, que es musulmán, sugirió que la negativa de Corbyn a entonar el himno nacional mostraba que no era apto para ser primer ministro. Khan, hasta ahora y que sepa, no lo ha negado ni amenazado con acción alguna contra el Mail.
La prensa tory, los blairistas en The Guardian (donde, por cierto, hay un ambiente de enfrentamiento a Corbyn, con una editora radical rodeada de la vieja guardia desesperada por mantenerla aislada). Mientras tanto, la campaña para deshacerse del líder electo ha empezado. Hay dos vías para llevar a cabo este asalto combinado.
La primera consiste en presionar al nuevo equipo para mantenerlo haciendo concesiones que desmoralicen efectivamente a quienes votaron por Corbyn y a las personas que él ha nombrado. McDonnell resultó irrisorio en el turno de preguntas. Las tácticas a seguir son las adoptadas cuando Ken Livingstone fue alcalde de Londres por segunda vez. Y no tuvieron precisamente mucho éxito. Convertir a Ken en el vocero de Scotland Yard y de la City de Londres no funcionó ni siquiera a nivel oportunista. No resultó reelegido y se le rechazó durante meses. El artículo sin firma de Corbyn en FT recordaba uno de aquellos días. Así pues, ¿hasta dónde puede retroceder Corbyn que sea aceptable? La respuesta es obvia. No van a aceptarle nunca. Nunca. Teniendo esto en cuenta, es mejor no retroceder un ápice más.
Es la derecha del laborismo y sus aliados quienes se niegan a aceptar la decisión de los votantes del Partido Laborista. Y los medios que les apoyan. No es demasiado difícil imaginar la respuesta que hubiera tenido un Partido Laborista “izquierdista” cuando Blair fue elegido. Dirigir un Partido Laborista de derechas no es fácil pero el programa por el que fue elegido Jeremy Corbyn debe tener prioridad sobre el Partido. Esto implica que si Benn y el resto del grupo mayoritario en el Parlamento van a votar a favor de arrojar bombas sobre Siria (a propósito, esto es lo que fomenta el terrorismo en casa), deberían ser despedidos y reemplazados de inmediato.
¡Basta ya de arrodillarse!
Tariq Ali es un escritor y director de cine pakistaní. Su último libro es The Extreme Centre: a Warning.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=203643
Periódico Alternativo ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario