El nuevo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, tiene como jefe de seguridad personal a uno de los torturadores de la Cuarta República. Se trata de Ángel Coromoto Rodríguez, alias Comisario, quien también fue guardaespaldas de Carlos Andrés Pérez (CAP).
La denuncia la hizo el diputado del Bloque de la Patria, Diosdado Cabello, durante su programa Con el Mazo Dando, cuando dijo que por la AN se pasea un exfuncionario de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), quien está señalado como torturador en los años 70.
El parlamentario afirmó que Comisario está señalado de haber torturado a David Nieves entre otros revolucionarios.Según Nieves, Coromoto Rodríguez también tuvo un vínculo político con Luis Posada Carriles, quien fue agente de la CIA y protagonizó un atentado fallido contra Fidel Castro. Cuando torturaron a Nieves en 1976, Posada Carriles todavía estaba en la Disip, en donde dirigió varias torturas en contra de los revolucionarios.
Cabello explicó que Coromoto Rodríguez tiene 57 viajes al exterior, fue escolta del expresidente Carlos Andrés Pérez, recibió entrenamiento en Israel y Estados Unidos, pero resaltó que pese a ser funcionario jubilado de la Disip, no tiene ningún expediente en los cuerpos de seguridad. “Hay que investigar estos cuerpos de seguridad del Estado”, solicitó.
En una crónica sobre el sepelio de CAP, publicada en el diario Últimas Noticias el 9 de octubre de 2011, se señala que alias Comisario fue amigo fiel de CAP, hasta la muerte: “Coromoto Rodríguez parecía una estatua mientras se le rendían los últimos honores a Carlos Andrés Pérez”. En la publicación cuentan que él, y todos los escoltas del expresidente, pidieron hacer la última guardia de honor ante el féretro.
En la actualidad Rodríguez está en todo momento al lado de Ramos Allup, quien aboga permanentemente por la democracia y el respeto a los Derechos Humanos, teniendo como escolta personal a un torturador de la Cuarta República.
Perfil del torturador
El portal digital de Aporrea reseña que Rodríguez vivió en la población de San Félix en el estado Bolívar, durante la década de los 70, cuando se fundó el Movimiento Al Socialismo (MAS).
Este personaje, nacido en Ciudad Bolívar, era el amanuense y chofer del secretario general del MAS en la región, Germán Lairet, y a su vez fue un aguerrido dirigente juvenil. Pasada la campaña de José Vicente Rangel, en 1973 y juramentado CAP como presidente, se produce la recluta de Comisario a las Fuerzas Armadas.
Cuando cumplió el Servicio Militar de 18 meses, fue aceptado como miembro de la Escolta Civil y allí cumplió el resto de su vida laboral, hasta el fin de los días de CAP. Durante el mandato del adeco fue comisario de la Disip, ente que se encargaba de torturar y reprimir a los movimientos de izquierda.
La voz de una víctima
Una de las víctimas que hoy denuncian la presencia de este señor, en las instalaciones del Parlamento venezolano, es el militante revolucionario David Nieves. Resulta contradictorio que la derecha hoy reclame que se respeten los derechos humanos cuando en la Cuarta República fueron violados por su misma gente.
“Cuando me torturaron a mí me vendaron los ojos, nunca pude ver a Coromoto Rodríguez directamente. Pero entre las conversaciones que escuchaba y las investigaciones a lo largo de los años, yo supe que él era una de las personas que participó en las torturas que a mí me infringió la policía”, aclaró.
En entrevista telefónica a Ciudad CCS recalcó que Comisario actualmente forma parte de una agencia de seguridad que funciona entre Cagua y Maracay, estado Aragua.
Este personaje, junto al equipo que estuvo con él en la Disip, según Nieves, es especialista en utilizar distintos métodos para la tortura, como la electricidad.
Otra de las técnicas que utilizaron fue la conocida como submarino. “Le introducen al torturado la cabeza en agua y muchas veces lo hacen en una poceta, y ahí uno se vomita cuando se está ahogando y encima de ese vómito te vuelven a meter la cabeza, ese es el preferido que tiene este señor para torturar”, contó.
Recuerda que aunque sus ojos estaban vendados, deducía el lugar en donde estaba por lo que escuchaba y lo que sentía. “Me tenían encerrado en un cuarto de un rancho en la zona de Arrecife, en el estado Vargas”, precisó.
Nieves también confesó que entre los guardaespaldas actuales de Ramos Allup hay otro personaje a quien llaman El Caimán, “quien aparenta ser un tipo simpático y muy cordial, pero él era quien decidía completamente las torturas que a mí me hacían”, afirmó.
Aunque Nieves no sabe cuál es el verdadero nombre de este torturador, asegura que él era y sigue siendo muy amigo de Ramos Allup. “Toda esa cofradía forma parte de esos equipos de ‘seguridad’ que tuvo Carlos Andrés Pérez y la Disip, que era desde donde se hacían las torturas”, recalcó.
Respecto a esa realidad que vivió, contextualizó que lo hicieron preso el 22 de julio de 1976 y el 25 de julio asesinaron a Jorge Rodríguez (padre). “Lo asesinaron a golpes, le destrozaron todos los órganos de su cuerpo. Ellos dijeron que había muerto de un infarto y luego se determinó que había sido torturado”, detalló.
Aunque Comisario y El Caimán no estuvieron relacionados directamente con la muerte de Rodríguez, Nieves afirma que ellos sí estaban enterados de lo que ocurría con este revolucionario, por la jerarquía que tenían los represores.
Hoy Venezuela / CIUDAD CCS
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