Por José Gabriel Martínez y Martha Andrés Román*
La Habana (PL) Los retos que enfrenta la educación superior y la importancia de ese nivel de enseñanza para alcanzar un desarrollo sostenible marcaron las jornadas del Congreso Internacional Universidad 2016, celebrado en Cuba del 15 al 19 de febrero.
Ver imágenes en FotosPL
Con la presencia de cerca de tres mil 400 delegados de 63 países, el cónclave fue un escenario propicio para el diálogo reflexivo y franco entre académicos de todo el orbe, así como para la concertación de proyectos, redes y nuevos compromisos.
Organizados bajo el lema Universidad innovadora para un desarrollo sostenible, los debates y sesiones de análisis se desarrollaron en 19 talleres y en otros escenarios como mesas redondas, conferencias y paneles en los que intervinieron especialistas de alto nivel.
LA UNIVERSIDAD Y LAS METAS DE LA ONU
Una idea constante durante el evento convocado por el Ministerio de Educación Superior de la isla caribeña fue la de las universidades como instituciones con una alta responsabilidad social y capacidad para aportar al progreso y el bienestar humano.
En este sentido, el titular cubano del ramo, Rodolfo Alarcón, enfatizó en varias de sus intervenciones que los centros de altos estudios son un elemento clave en los procesos de producción, difusión y uso del conocimiento.
Alarcón sostuvo en declaraciones a Prensa Latina que el Congreso se desarrolló en un momento trascendente, cuando el mundo necesita que las universidades contribuyan a su transformación. Si queremos seguir disfrutando de la vida en el planeta, consideró que se precisa el aporte de ese nivel de enseñanza.
Por ello, muchos de los análisis y ponencias de la cita tuvieron relación con el vínculo entre la educación superior y la Agenda de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ONU) hasta el año 2030, aprobada el pasado año en París.
Al respecto, el director de la División de Planificación y Desarrollo de los Sistemas de Educación de la Unesco, David Atchoarena, reafirmó el compromiso de esa entidad, y todo el sistema de organizaciones de la ONU, con la educación superior.
Durante una de las conferencias plenarias dictadas en el evento, esbozó la estrategia de su organización para el fomento y consolidación de una universidad innovadora, la cual contempla medidas que favorezcan mayores niveles de cooperación y transferencia tecnológica.
Esta relevancia de los centros de altos estudios para el cumplimiento de la Agenda 2030 logró reunir entre los delegados a 11 ministros de educación superior y más de 150 rectores de diferentes países, funcionarios con poder de decisión para impulsar las iniciativas propuestas en el programa.
FORMACIÓN CON PRINCIPIOS HUMANISTAS
Para el prestigioso teólogo y escritor brasileño Frei Betto, no basta con el perfeccionamiento de las capacidades de innovación de las universidades para conseguir un desarrollo armónico con las necesidades sociales y ambientales.
Para ello, consideró necesario que la formación académica universitaria esté guiada por principios humanistas que encarnen valores como la solidaridad, la cooperación, la lucha por la justicia, la hermandad y la preservación ambiental.
En sintonía con el fraile dominico, el sociólogo y politólogo argentino Atilio Borón instó a los participantes a trabajar para reconvertir a las universidades en centros de crítica que desafíen la unipolaridad neoliberal, la democracia, la pluralidad y el progreso para todos.
Según Borón, asistimos a la muerte de las casas de altos estudios como lo que siempre fueron: centros de creación para el progreso, pues hoy son, sobre todo, dispositivos de creación de innovaciones tecnológicas que solo benefician a las grandes empresas trasnacionales.
No obstante, subrayó que tienen el potencial para retomar su rol de centros críticos que enfrenten el orden establecido a favor de la justicia y el desarrollo sostenible.
A su vez, el rector de la Universidad Politécnica Salesiana de Ecuador, Javier Herrán, instó a que las casas de altos estudios pasen de acumular saberes a ser agentes de la producción de conocimiento.
La universidad muchas veces acumula el conocimiento del pueblo, investiga y va acumulando, pero pasa como con el capital, que somos más ricos y la gente que nos da es más pobre, explicó.
Si las instituciones de educación superior lo que hacen es relacionar datos y sacar nuevos saberes a partir de elementos salidos de la colectividad, sostuvo, debemos pensar cómo hacer que nuestras universidades regresen toda esa acumulación al pueblo.
HOMENAJE A FIDEL CASTRO E INVITACIÓN PARA 2018
La jornada final de Universidad 2016 estuvo signada por dos momentos fundamentales: un panel dedicado al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y su papel en el desarrollo de la universidad innovadora cubana; y la convocatoria a la nueva edición del evento en 2018.
Destacados académicos y científicos cubanos coincidieron en que el también reconocido defensor de las causas de los países tercermundistas fue el principal impulsor de la transformación de Cuba en un país de ciencia y de la creación de centros de estudios e investigación.
Fidel Castro comprendía la necesidad de revolucionar, transformar y universalizar la universidad, y en tal sentido actuó el gobierno revolucionario, manifestó el exministro de Educación Superior de la isla Juan Vela.
En consonancia con estas opiniones, Agustín Lage, director del Centro de Inmunología Molecular, manifestó que nunca antes en un país subdesarrollado el pensamiento científico había tenido un papel tan protagónico en la transformación social, hasta que Fidel alertó que la independencia depende del desarrollo, de la tecnología, de la ciencia.
Por su parte, en la clausura del Congreso, el actual viceministro primero de ese sector, José Ramón Saborido, invitó a los presentes a participar en Universidad 2018, que llevará por lema La Universidad y la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, lo cual marcará una continuidad con las temáticas abordadas en la cita recién concluida.
Con vistas a ese evento, llamó a trabajar con el corazón y la mente inspirados en las ideas de la juventud universitaria de Córdoba, Argentina, la cual, en junio de 1918, inició un movimiento por la democratización de la enseñanza que cosechó la adhesión de todo el continente.
*Periodistas de la Redacción Nacional de Prensa Latina
rc/ale/jgm/mar
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=4634081&Itemid=1
Periódico Alternativo publicó esta noticia siguiendo la regla de creative commons. Si usted no desea que su artículo aparezca en este blog escríbame para retirarlo de Inmediato
No hay comentarios.:
Publicar un comentario