"De los ocho años que estuve en régimen de aislamiento, solo puedo recordar unos pocos días" - Periódico Alternativo

Titulares

Home Top Ad

Contra la propaganda de las multinacionales Mediáticas

Post Top Ad

28 abril 2016

"De los ocho años que estuve en régimen de aislamiento, solo puedo recordar unos pocos días"



Escrito por  Francesca Pancetta / David Waters

Diagonal


Una celda de aislamiento en la prisión de Riker's Island, en Nueva York.ASSOCIATED PRESS
Five Omar Mualimm-ak 

Five Omar Mualimm-ak estuvo incomunicado durante cinco años y ocho meses. Previamente, le habían diagnosticado trastorno bipolar pero durante todo el tiempo que pasó en la celda de aislamiento no pudo tomar todos los medicamentos y su salud mental se deterioró; alucinaba y oía voces.


"Recuerdo que cuando entré en la celda me sentí como si cruzara un puente y llegase a un mundo completamente distinto. Lo primero que pensé es que si me pasaba algo, nadie se enteraría. Si cuando te traen comida no te la comes toda, lo mejor que puedes hacer es tirarla por el inodoro, porque si ven que dejas comida te castigan con una "hogaza"; un trozo de pan con col podrida y que te provoca diarrea. No quieres que te den el pan porque si no te lo comes, te dan más pan como castigo por no haber comido el pan.


En una ocasión, una mosca se coló en la celda y empecé a hablar con ella: ¡Hola! ¿Cómo te va? Me pasé todo el día intentando matarla, –era una actividad–, y al final terminamos jugando a pilla pilla. Al final, me cansé de jugar y me tumbé. La mosca se puso en mi hombro y le pregunté: ¿Ya no juegas? Y la atrapé. Luego, ya no quise que se fuera de la celda así que tapé el agujero de la puerta para que no pudiera salir. El resultado fue que los guardas desconfiaron de mí y me hicieron salir de la celda para inspeccionarla, y la mosca se escapó. Me emociono cuando pienso en la mosca de mi celda".


Dolores Canales


Dolores Canales entró en la cárcel a los 18 años y pasó los primeros nueve meses en régimen de aislamiento. Desde su celda solía dirigir a los demás prisioneros; los animaba a vestirse "para la cena" con las sábanas de sus camas y cantaban al unísono. El hijo de Dolores ha pasado los últimos 14 años de su vida en régimen de aislamiento.

"Cuando te sacan de tu celda para aislarte lo hacen sin avisarte. Es decir, intentan pillarte por sorpresa. Tienes la sensación de que el mundo se resquebraja bajo tus pies.

Tan pronto como entré en la celda de aislamiento me sentí lejos de todos. Es como llegar a un país extraño y no hablar el idioma. Cada vez que sales de la celda para ducharte, te desnudan por completo y también te esposan, y solo entonces te acompañan hasta la ducha; el guarda que te acompaña puede ser un hombre o una mujer.

La puerta de la celda tiene una ventanilla de vidrio transparente. Se supone que no debes taparla, pero como no tenía intimidad y los guardas caminan por el corredor, siempre tapé mi ventana. En verano hace tanto calor que tienes la sensación de que tu cabeza va a estallar. Probablemente, pases mucho tiempo tumbado en el suelo, intentando aprovechar el poco aire que se cuela por debajo de la puerta. En invierno, hace un frío glacial.

Los prisioneros en régimen de aislamiento participábamos en sesiones de canto. Nos poníamos cerca de la puerta y cantábamos al unísono. Solíamos cantar Respeto ( Respect, de Aretha Franklin) bastante a menudo. Conservo la costumbre de cantar en voz alta. En muchas ocasiones, me arreglaba para la cena a pesar de que sabía que no podría salir de la celda. Decía: 'Vamos chicos, nos vestiremos con nuestras sábanas', y así salíamos de la rutina.

Mi hijo ha pasado los últimos 14 años en la cárcel, en régimen de aislamiento. Es lo más duro que me podía pasar porque sé lo que siente".



Steven Czifra

Steven Czifra estuvo aislado en una celda cuando era menor. Fue condenado a diez años de cárcel por un crimen que cometió a los 13. A los 30 le dieron la libertad condicional; de los 17 años que pasó en la cárcel, 8 estuvo completamente aislado del resto de reclusos.

"De los ocho años que estuve en régimen de aislamiento, solo puedo recordar unos pocos días, porque todos eran igual. El aburrimiento que sientes cuando estás incomunicado es completamente distinto al aburrimiento que puedas sentir en cualquier otra situación. Si te aburres cuando estás en una celda de aislamiento significa que ya has agotado todos tus recursos: ya no sabes cómo combatirlo así que ya no te aburres sino que te desesperas; te desesperas porque sabes que no hay solución.

Puedes oír el ruido de las luces y ver el color de las luces; si son amarillas. Pero cuando ya hace cinco años que las ves quieres arrancarte los ojos. Te arrancarías los ojos o las orejas por el ruido de las luces o del ventilador, que nunca se para, nunca.

No me percaté del profundo impacto que me había causado esta experiencia hasta que tuve una relación y empecé a convivir con esa persona. No dejaba que mi pareja tocara muchas partes de mi cuerpo, durante cinco años ni siquiera me podía tocar...e incluso ahora no me gusta que me toque, a menudo me encojo cuando me toca. Me encojo, literalmente, cuando me toca. Eso es lo que hay".

Johnny Pérez

En total, Johnny Pérez pasó tres años en una celda de aislamiento; llegó a pasar 13 meses seguidos en una celda de estas características.

"Cuando tenía 21 años me detuvieron tras un atraco. Me condenaron a 15 años de cárcel. Al cabo de pocos meses, empecé a consumir drogas. Me castigaron y pasé 90 días completamente aislado.

Cuando estás en régimen de aislamiento, cada informe de mal comportamiento supone que pasarás más días en esas condiciones. Es bastante frecuente el caso de alguien que tenía que pasar un año en una celda de aislamiento y terminó pasando cinco, seis, siete años en esa caja porque fue enlazando castigos por mal comportamiento.

La primera vez que entras en la celda, te parece que está demasiado vacía. Probablemente tendrás una ventana pero no te permitirá ver el exterior. Las paredes suelen estar pintadas de un color gris deprimente. Probablemente no te darán material de lectura. Lo único que podrás hacer es pasar muchas horas sentado en silencio, en completo silencio; un silencio tan absoluto que puedes oír los latidos de tu corazón. Es una sensación de estrés continuo que te desborda. Cada segundo que pasas en esa celda, es un ataque a tu alma.

A veces, solo quería oír una voz humana, y gritaba, cantaba o "rapeaba", incluso me inventé un amigo imaginario y hablaba con él para distraerme. En alguna ocasión llegué a preguntarme si había perdido la cordura. Perdí la noción del tiempo y ya no sabía qué día de la semana era. Uno de mis peores temores era que si perdía la noción del tiempo también perdía la cuenta de los días que me faltaban por salir de allí.

También me aterraba la idea de que decidieran no darme más comida. Estaba paranoico. Si la comida se demoraba diez minutos, automáticamente pensaba lo peor, algo así como: Confirmado, ahora nos van a matar de hambre".

Traducción de Emma Reverter

Hay unas 100.000 personas en celdas de aislamiento solo en Estados Unidos

El régimen de aislamiento consiste en apartar a personas en celdas cerradas entre 22 y 24 horas al día, prácticamente sin ningún contacto humano, durante periodos de tiempo que van de días a décadas. Pocos sistemas penitenciarios usan ese término; hablan en su lugar de "segregación" carcelaria o ubicación en "alojamiento restrictivo". Como se puede hacer por razones punitivas, disciplinarias o supuestamente protectoras, los nombres varían. Sea cual sea la terminología, la práctica implica una intención deliberada de limitar el contacto social durante un periodo de tiempo determinado o indeterminado.

¿Cuántas personas están bajo este régimen?

El número de personas en aislamiento en Estados Unidos es muy difícil de determinar. La falta de información fiable se debe a las diferencias entre unos Estados y otros y a las limitaciones en la recopilación de datos y en la idea de qué constituye un régimen de aislamiento. Dicho esto, las estimaciones disponibles en este momento apuntan a que entre 80.000 y 100.000 personas encarceladas están retenidas bajo algún tipo de aislamiento.

En 2015, el Programa de Interés Público Arthur Liman, de la Facultad de Derecho de Yale, y la Asociación de Administradores Penales Estatales publicaron un informe que indicaba que entre 80.000 y 100.000 personas estaban en alojamiento restrictivo en las cárceles estatales en 2014. Esa estimación es una extrapolación de datos obtenidos de 34 Estados, que acogen al 73% de todos los reclusos. El estudio encontró a más de 66.000 personas en régimen de aislamiento. Esta cifra no incluye las cárceles locales de corta estancia ni los centros de menores, los militares o los de inmigrantes. La duración de los periodos de aislamiento va de algunos días a varias décadas, pero hay pocos datos precisos.

¿A quién se recluye en régimen de aislamiento?

Los hombres y mujeres encarcelados pueden ser recluidos en aislamiento completo durante meses o años no solo por actos violentos, sino también por contrabando, por dar positivo en pruebas de drogas, por ignorar órdenes o por blasfemias. Otros han acabado bajo ese régimen por tener enfermedades mentales no tratadas, ser niños con necesidades de "protección", ser gay o transgénero, ser musulmanes, por sus ideas políticas o por haber denunciado violaciones o maltrato por parte de funcionarios de prisiones.

Los periodos de aislamiento se basan en acusaciones impuestas, adjudicadas y aplicadas por funcionarios de prisiones con poca o ninguna supervisión exterior. Muchos sistemas penitenciarios tienen un proceso de audiencia, pero a menudo eso es solo simbólico. Los funcionarios hacen de fiscal, juez y jurado al mismo tiempo, y pocas veces se permite que los reclusos tengan representación legal.

¿Cómo son las condiciones?

La vida en aislamiento supone estar hasta 24 horas al día en una celda. Las personas retenidas bajo ese régimen en las prisiones federales, por ejemplo, suelen pasar dos días a la semana en completo aislamiento y 23 horas diarias en su celda los cinco días restantes, con una hora en el exterior para hacer ejercicio. Esa actividad física la suelen desarrollar solos en una sala de ejercicios o en un espacio vallado. A algunos prisioneros se les escolta esposados a la ducha, mientras que otros tienen duchas en sus celdas. Pueden no permitirles salir de estas para recibir visitas o para hacer llamadas telefónicas.

Las celdas de aislamiento suelen medir unos 2x3 metros. Algunas tienen barras, pero es más frecuente que tengan puertas firmes de metal. Las comidas les llegan por ranuras de esas puertas, al igual que cualquier comunicación con el personal de prisión. Dentro de esas celdas, viven en inactividad forzosa, puesto que les niegan la oportunidad de trabajar o asistir a actividades de la prisión. A veces les prohiben tener televisión, radio, obras de arte o incluso leer en sus celdas.

¿Cuáles son los efectos psicológicos?

Un estudio realizado a partir de numerosas entrevistas con personas detenidas en las unidades de seguridad de la cárcel de Pelican Bay, en el norte de California, halló en 1993 que el aislamiento induce un trastorno psiquiátrico caracterizado por hipersensibilidad a los estímulos externos, alucinaciones, ataques de pánico, déficits cognitivos, pensamiento obsesivo, paranoia y muchos más problemas físicos y psicológicos. La evaluación psicológica de los hombres en situación de aislamiento en Pelican Bay indicaba altos índices de ansiedad, nerviosismo, reflexión obsesiva, ira, fantasías violentas, pesadillas, problemas de sueño, mareos, sudor de manos y palpitaciones del corazón.

El doctor Craig Haney, en su testimonio frente al Comité de Seguridad Pública de la Asamblea de California en agosto de 2011, habló de los efectos del régimen de aislamiento. "En resumen, los reclusos en estas unidades se quejan de sensaciones crónicas y abrumadoras de tristeza, desesperación y depresión", afirmó. "Los índices de suicidio en las unidades de aislamiento de California son con diferencia los más altos de cualquier prisión del país. Muchas personas detenidas en estas unidades de aislamiento se vuelven profundamente paranoicas, están muy ansiosas y tienen miedo de las personas, en los pocos momentos en los que les permiten contactar con ellas. Algunos empiezan a perder la cordura y se desequilibran".

¿Se recluye en aislamiento a personas con enfermedades mentales?

Sí, a muchas. En los últimos 30 años, las cárceles se han convertido en los mayores centros psiquiátricos de EEUU, y las celdas de aislamiento en concreto acogen actualmente a miles de personas con enfermedades mentales. En un informe de 2003, Human Rights Watch calculó, a partir de datos públicos estatales, que entre un tercio y la mitad de los reclusos en aislamiento tenían algún tipo de enfermedad mental.


¿Cuánto cuesta?

No solo es que las unidades de aislamiento son más caras de construir que las normales. También cuesta mucho más alojar a alguien en aislamiento que con el resto de reclusos. A nivel nacional, se ha estimado que el coste medio de un año en este régimen cuesta a los contribuyentes 75.000 dólares (unos 65.000 euros).

Este texto se ha elaborado con ayuda de la información proporcionada por Solitary Watch

http://www.desdeabajo.info/mundo/item/28678-de-los-ocho-anos-que-estuve-en-regimen-de-aislamiento-solo-puedo-recordar-unos-pocos-dias.html


Periódico Alternativo publicó esta noticia siguiendo la regla de creative commons. Si usted no desea que su artículo aparezca en este blog escríbame para retirarlo de Inmediato

No hay comentarios.: