POR Mariano Pacheco, Resumen Latinoamericano /Fotos: Florencia Longo
Un inspector de tránsito, nervioso, trata de ordenar a los transeúntes, que en realidad son personas que bajan de la vereda a la calle, para marchar por la avenida Belgrano, hasta la Plaza Solares. Frente al supermercado Beccerra, símbolo del poder económico local, cientos de manifestantes avanzaban cantando y esgrimiendo carteles con consignas alusivas a la fecha.
De alguna manera, la marcha de #NiUnaMenos de este 3 de junio en la ciudad de Alta Gracia se inscribe en un proceso lento pero intenso de mayor participación ciudadana, que se expresó el 3 de junio de 2015, momento que dio inicio a un proceso social que comenzó a visibilizar en el país aquello que, en boca de muchos, ya se venía denunciando como parte de las injusticias que sacuden nuestra patria: los casos de femicidio, en cifras que provocan escalofríos, eran tratados hasta entonces, la mayoría de las veces, como “crímenes pasionales”. Pero también, en la ciudad del Tajamar, la movilización realizada el 25 de noviembre del año pasado en el marco de la jornada nacional por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, fue un nuevo hito por hacer visible a nivel local aquellos temas que otras veces quedan concentrados en las capitales.
Adelante, detrás de la bandera violeta del Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia, marcha una mujer joven, con su hijo en una “guagua”, quien levanta un cartel que esgrime: “No educamos ni machitos ni sumisas”. “Periodista, sea realista, Ellas no mueren, Ellos nos matan”, puede leerse en otro cartel, que una señora flamea en cada esquina y muestra a los automovilistas que se detienen mientras la columna pasa. También hay pancartas con las consignas que encabezaron la movilización en Córdoba capital: “El Estado es responsable” y “Ley de emergencia ya”. También pueden verse carteles con el nombre de Diana Sacayán, la activista trans hallada muerta en su departamento del barrio porteño de Caballito en octubre del año pasado.
Una joven que camina con un pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en su mochila, comenta a otra que camina a su lado con un pañuelo rojo que reclama la liberación de Belén (la joven tucumana que se encuentra en prisión tras haber padecido un aborto espontáneo), la importancia de instalar este reclamo en el conjunto de la sociedad argentina.
Pasos atrás, junto a unos chicos que tocan redoblantes, familiares de Johana Altamirano (asesinada en Alta Gracia el pasado 28 de abril) portan un cartel con su foto, y otro más chico con la consigna “Justicia por Joahana”. Walter, su hermano, destaca ante este cronista la importancia de que “la gente tome conciencia” sobre la gravedad de los femicidios, “que cada vez son más en este país”.
Entre las organizaciones sociales locales estaban presentes integrantes de la Biblioteca Popular Sarmiento, de la Asociación Civil 8 de Agosto (que trabaja sobre la construcción de viviendas) y de la Mesa Abierta de Centros de Estudiantes de Paravachasca. Agustina Stilio, del Colegio Nacional, rescata la importancia de que los estudiantes secundarios estén presentes en la movilización, compartiendo ese reclamo junto a otras organizaciones y vecinos de la ciudad.
Mientras los movilizados van ingresando a la plaza, unas chicas vestidas de negro, con sus rostros y sus cuerpos pintados con consignas, realizan una intervención. Al terminar, Anahí Ávila nos cuenta que ella es una de las diez mujeres que integran “Vaginas Mujeres Intervencionistas”, un colectivo artístico que trabaja desde el feminismo, y que tuvo su primera aparición pública el pasado 24 de marzo. En diálogo con este cronista, comenta que realizaron esa performance donde trabajaron “los estereotipos y micromachismos que se producen diariamente en nuestra sociedad”.
Luego, se leyó el documento elaborado por el Colectivo Ni Una Menos, en el que se destacó –entre otras cuestiones- las cifras de los femicidios perpetrados en el último año y medio en el país: 286 en 2015 y 66 en lo que va de 2016, uno de los cuales se produjo en Alta Gracia y otros ocho en otros sitios de la provincia de Córdoba. También se reclamó por la Ley de emergencia y se responsabilizó al Estado –tanto municipal como provincial- por la falta de políticas activas y financiamiento para prevención. Asimsimo, el documento apuntó contra el macrismo, por el desfinanciamiento del Estado Nacional en programas como el de salud reproductiva.
Bajo la llovizna y el frío golpeando sobre los rostros de los presentes, junto a un equipo de sonido montado en el centro de la Plaza, ya de noche, los integrantes de Bon Boyage tocan unas canciones. Luego, Mumi Tuber (cantante, acordeón y guitarra de la banda cuyos integrantes viven en La Bolsa y Anisacate), cuenta por qué se arrimaron a compartir unas canciones en el marco de la marcha: “la música es un canal de salida de las cosas más duras que nos pasan, una forma de expresión popular y pensamos que el arte puede servir para eso, para estar en lugares como estos, como expresión del pueblo”.
Por último, Luciana “Goli” Barrientos, del Colectivo Ni Una Menos de Alta Gracia, destaca la importante presencia de la gente en la marcha, a pesar del clima hostil, aunque instó a que más personas se acerquen a participar, más allá de la movilización.
http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/06/04/ni-machito-ni-sumisas-ni-una-menos-una-postal-desde-en-alta-gracia/
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