Víctor Higuita, ELN Voces / Resumen Latinoamericano / 16 de octubre de 2017
El 15 de octubre fue asesinado Luis Carlos Cárdenas Arbeláez en Medellín. En su conmemoración los presos políticos han denominado a ese día como el día del preso político. Además, dentro de las cárceles también se conmemora el 8 de octubre, fecha en que fue asesinado en Bolivia el Guerrillero heroico, Che Guevara.
Estas fechas nos recuerdan que en las cárceles se encuentran secuestrados por parte del Estado muchos luchadores del pueblo, que merecen su libertad y por los cuales debemos movilizarnos. No sólo los elenos se encuentran allí. Hay muchos otros presos que se oponen al sistema capitalista, se han rebelado por cambios, personas que no comparten la depredación, la explotación de la humanidad y de la naturaleza; son personas que se oponen a que 8 ricos tengan lo mismo que lo que posee la mitad de los pobladores del mundo.
Discriminación y categorización carcelaria
Las cárceles colombianas son un resumen de la sociedad capitalista, donde se concentran en forma inhumana a los pobres, mientras los ladrones de corbata pagan sus condenas en sus casas, al lado de sus familias. Es por esa razón que el Estado no se preocupa por el mantenimiento de los establecimientos carcelarios.
El Estado colombiano, fiel al arrodillamiento gringo, copia su modelo carcelario para aplicarlo en nuestro país. A los presos difícilmente se les permite informarse políticamente, sus defensores son perseguidos y acusados de ser guerrilleros, por lo que muchos de ellos no cuentan con abogados de confianza para que les atiendan sus procesos penales.
La situación carcelaria es una clara crisis humanitaria, donde los prisioneros no cuentan con salud, son violados los derechos humanos, viven hacinados, les toca dormir en precarias condiciones y en muchas partes no les llega agua potable. A las mujeres prisioneras les niegan el derecho de ser madre y si logran tener un hijo, no se les brinda las mínimas condiciones para criar un niño en condiciones dignas.
Dignidad y valentía
Con valor, los prisioneros dicen: podrán encarcelar nuestros cuerpos, pero jamás nuestras ideas de transformación y de una nueva sociedad con valores humanos.
Ante esta delicada situación saludamos la iniciativa que desarrolla el movimiento nacional carcelario, que busca la solución a este gran problema, reclamando salud y mejores condiciones para los presos. Además, rechaza la corrupción en las cárceles por parte de guardianes, de los altos funcionarios del INPEC y del ministerio de justicia. Proponen el funcionamiento de Comités de convivencia, el fortalecimiento de los comités de los patios, de Derechos humanos, de salud y deportes.
Los presos elaboran sus normas de convivencia para sobrevivir en esas tortuosas mazmorras. Los elenos buscan juntarse por seguridad, y concentrados, lograr resistir a las políticas estatales donde son encerrados con presos paramilitares y narcotraficantes, que aunque son de bajo rango, tienen orientaciones contrarevolucionarias y son un grave peligro para los presos políticos. En estos antros, los elenos son fieles a la política de la organización haciendo deslinde con el narcotráfico y no promoviendo ventas de ningún tipo de sustancias que causen daño a la comunidad carcelaria.
En la actualidad, cuando hay un acuerdo de cese bilateral al fuego entre el Gobierno y el ELN, el mejor alivio humanitario que podría desarrollarse es la liberación de todos estos presos que no son delincuentes, son luchadores del pueblo, y reconocerles como rebeldes que son. Este gesto unilateral del Gobierno sería un buen paso a los alivios humanitarios. Que no sea política estatal el confinamiento, el aislamiento, la lejanía de las familias. Garantizando así la vida digna de todas las personas privadas de la libertad en las cárceles colombianas.
http://www.resumenlatinoamericano.org/2017/10/16/colombia-ya-no-hay-presos-politicos/
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