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02 enero 2018

A 60 años de la Internacional Situacionista


Los aportes revolucionarios de la Internacional Situacionista (1957-1972)



La Internacional Situacionista (I.S.) fue producto de la fusión en 1957 de la Internacional Letrista con el comité de Psicogeografía, con el movimiento artístico “Cobra” y con el Movimiento Internacional por un Bauhaus Imaginista, todos ellos movimientos europeos contestatarios dentro de las artes, surgidos en los años 50 del siglo XX. La I.S. duró 15 años vigente, o sea desde 1957 hasta 1972 cuando se disolvió. De 1957 a 1969 se publicaron 12 números en francés de su revista teórica-política La Internacional Situacionista, siendo Guy Debord su director y editor; y siendo Raoul Vanegeim desde 1961 a parte de su Comité de redacción.

Internacional Situacionista (I.S.) fue producto de coincidencias y confluencias de grupos de intelectuales, artistas y militantes izquierdistas y disidentes del status quo socio-político y cultural burgués (tanto del capitalismo privado como del capitalismo totalitario, tanto de las corrientes burguesas clásicas como de las socialdemócratas y estalinistas) de la segunda posguerra mundial y particularmente de la década de los 50, principalmente de los países desarrollados europeos y de los EUA. Aunque en sus obras y acciones artísticas y teórico-políticas incluían todos los espacios, situaciones y contextos donde se imponía y dominaba el mundo de las mercancías y su poder totalitario, alienador y autoritario (en sus programas hablaban de la existencia de países burgueses desarrollados, totalitarios y del mundo subdesarrollado y neocolonial, donde diferencialmente aunque en confluencia se tenían que llevar a cabo tareas adecuadas a cada una de sus particularidades). A partir de su Congreso Fundacional realizado en Italia en agosto de 1957, conformaron su comisión central que casi coincidía con el comité editorial de su Revista publicada en París, que –como señalamos– tuvo 12 números: de junio de 1958 a septiembre de 1969, siendo el editor Guy Debord. La Internacional Situacionista estuvo dividida en secciones nacionales (francesa, italiana, inglesa, belga, alemana, holandesa, escandinava, argelina y estadounidense); cada una de ellas tuvo la libertad de sacar sus propios materiales y documentos y realizar sus propias praxis, y de hecho publicaron sus propias revistas, boletines, panfletos, octavillas, etc.

La Internacional Situacionista llevó a cabo 8 Congresos internacionales (1957-1969) y múltiples asambleas y reuniones formales e informales (incluidas fiestas); los Congresos fueron rotando de sedes en los países europeos, y aparte de la publicación de su Revista central, crearon bibliotecas, publicaron folletos, cuadernos, manifiestos, informes, octavillas, posters, volantes, etc. (véanse “Documentación” y “Cronología de la Internacional situacionista”, 2010: 57-61 y 62-70).

Cabe destacar el activismo y la participación política que la Internacional Situacionista y sus miembros tuvieron en el año de 1968, principalmente en Francia y concretamente en París, Nanterre, la Sorbona y la Universidad de Estrasburgo. Participaron con varias octavillas y circulares, estuvieron en las barricadas y se integraron al Consejo para el Mantenimiento de las Ocupaciones (o CMDO, que apoyó las huelgas, la ocupación de fábricas y su control por los consejos obreros1), junto a profesores, trabajadores y estudiantes en mayo.

Aquí es importante señalar la importancia que en el medio estudiantil de las Universidades francesa y europeas tuvo el folleto situacionista de 32 páginas titulado Sobre la miseria en el medio estudiantil, redactado casi en su mayoría por el estudiante tunecino de la Universidad de Estrasburgo Mustapha Kayathi (aunque es discutido, ajustado y aprobado por un grupo de estudiantes y por los situacionistas de París) en 1966 durante una protesta estudiantil. En esa coyuntura se imprimen 10 mil ejemplares que son repartidos gratuitamente y que rápidamente se traducen a varios idiomas, distribuidos a varios países y en 1967 se publican 300 mil ejemplares en Francia. Dicho opúsculo, nos dice Miguel Ángel García:

[…] afirma que los estudiantes universitarios no escapan al papel asignado en la reificación bajo el capitalismo: la pasividad generalizada. Considera al estudiante escindido entre la situación miserable en la que vive y la ilusión que se hacen de un futuro acomodado […]. La virulenta crítica se extiende a la Universidad ‘una organización institucional de la ignorancia’, en la que la alta cultura se disuelve al ritmo de la producción en serie de profesores, etiquetados a continuación como unos estúpidos, y en la que la mayor parte del estudiantado pierde todo espíritu crítico […] (2010: 184).

La Internacional Situacionista durante sus 15 años de intensa y tensa actividad y producción intelectual y política, tuvo confrontaciones externas e internas muy fuertes, hizo y deshizo alianzas con otros grupos y personalidades, se hicieron múltiples expulsiones y hubo adhesiones, abandonos de sus miembros y de partes de sus secciones hasta que finalmente, después de la coyuntura de los 60, tuvo que disolverse en 1972 cuando el auge de la revuelta revolucionaria mundial (impulsada por las juventudes rebeldes y contraculturales) había sido apagada y venía el repliegue y en buena parte el desánimo.

Sin embargo, con cierta nostalgia dice Guy Debord en su Panegírico (2009) que lo que llevó a los situacionistas al escenario revolucionario internacional, donde se puede ver girar el mundo y estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, de los 60 fue al principio “la poesía moderna […]. Éramos unos cuantos los que pensábamos que había que ejecutar su programa poético en la realidad”, [queríamos, sigue diciendo] “conducir su potencia hacia la disolución del lenguaje, atravesando todas las barreras de la vida en sociedad. Después se fue constituyendo una constelación de brillantes conjurados subversivos de la I.S” (p. 31).

Los aportes de la I. S. en el plano teórico y político son inmensos, pues confluyeron con su escenario mundial junto con otras corrientes disidentes, críticas y revolucionarias internacionales, como los levantamientos contra el totalitarismo en los países del bloque soviético, los movimientos consejistas y anarquistas, los existencialistas marxistas, la escuela de Frankfurt, los movimientos contra la guerra, los antinucleares, los hippies, los rockeros, las feministas, los movimientos negros, los movimientos estudiantiles y de liberación nacional, entre otros.

Cuatro temas metafóricos y categoriales claves de su conciencia y de su práctica colectiva e individual como «situacionistas» (es decir como los que se dedican a las construcciones de situaciones) fueron los siguientes. En primer lugar, precisamente: a) «la creación de situaciones» (o momentos de la vida construidos concreta y deliberadamente para la cohesión colectiva de un ambiente liberador a través de un “juego” de acontecimientos, actos, actitudes y acciones); b) «la desviación» o détournement (la posibilidad artística y política de tomar algún objeto creado por el capitalismo y el sistema político hegemónico y distorsionar su significado y uso original para producir un efecto crítico); c) «la deriva» (una reflexión y vivencia crítica de ver y experimentar la vida urbana como parte de la psicogeografía, en vez de ser prisioneros a una rutina diaria, se planteaba seguir las intuiciones y emociones y percibir las situaciones urbanas en una nueva forma radical y alternativa para cambiar el “estilo de vida”); d) la «psicogeografía» (como una práctica y comprensión de los efectos de las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas, se trata de una nueva psicosensibilización en los entornos).

Lo que se impulsa, pues, es abrir nuevos campos de batalla cotidianos, concentrados en la modificación revolucionaria consciente y efectiva de la vida cotidiana; así los situacionistas se situaron en esa posibilidad y potencialidad real y factible en su realización y refinamiento de una vida llena de oportunidades en que la realización de los deseos, la satisfacción de los placeres y la creación de las situaciones (construidas) y escogidas serían las actividades principales como experimentación y transfomación. En conclusión, para los situacionistas de la Internacional Situacionista –como observa César de Vicente–, la situación es siempre provisional y vivida pero también ­–decimos nosotros– significativa y enriquecedora.

Tener control sobre ella, esto es posibilitar relaciones entre los seres humanos en un sentido (creativo) determinado, supone en un primer momento un triunfo político, la apropiación colectiva de los medios de condicionamiento (de reificación). Dado que ‘nuestra época es rica a un nivel de conocimientos y de medios técnicos que hacen posible una construcción integral d estilos de vida’, entonces la batalla por el poder colectivo de esos medios resulta tan fundamental como lo es (y la IS lo ensayará durante el Mayo del 68 a través de los Consejos para el Mantenimiento de las Ocupaciones) desde mediados del siglo XIX el control de los medios de producción. Así pues, el nombre mismo de la Internacional Situacionista señala los dos rasgos fundacionales: el sustantivo se refiere a todas las organizaciones de trabajadores que desde 1864 propusieron líneas de acción del proletariado frente al capital, luchas contra la explotación y reflexiones sobre las formas de cooperación social por encima de las naciones (concentrada en la emancipación y en el control obrero); el adjetivo, por su parte, esboza un nuevo campo de batalla, pero no una ideología (como Internacional comunista o Internacional socialista), concentrada en la vida cotidiana (2010: 78).





Referencias Bibliográficas

Anthropos Revista (2010). La Internacional Situacionista, un proyecto de autonomía y trasmutación social No. 229, Barcelona, España.A 60 años de la Internacional Situacionista


De Vicente, César (2010). “Roul Vanegeim, la subjetividad según Spinoza”, Revista Anthropos, La Internacional Situacionista, un proyecto de autonomía y trasmutación social No. 229, Barcelona, España, pp.114-119.

García, Miguel Ángel (2010). “Estrasburgo, otoño de 1966, inicio del gran vendaval de la crítica situacionista”. Revista Anthropos, La Internacional Situacionista, un proyecto de autonomía y trasmutación social No. 229, Barcelona, España, pp. 182 -186.

Marcus, Greil (2009). Prólogo a Panegírico I y II, Ediciones Acuarela y A. Machado, Madrid, España, pp. 7-17.

Opúsculo situacionista (1977). Sobre la miseria en el medio estudiantil, Cuadernos Anagrama141, Barcelona, España



Notas



1 Wiipedia señala que: Conseil pour le maintien des occupations (CMDO) fue un organismo revolucionario creado en Mayo de 1968 en la universidad parisina de la Sorbonne. En el seno del movimiento revolucionario, el CMDO se opone a los sindicatos que intentan frenar la revuelta y que se comprometen con el general De Gaulle. El CMDO instaura una política de representación igualitaria entre sus miembros. Es descrito por el situacionista René Viénet como «una asamblea general ininterrumpida, que delibera día y noche. Ninguna facción o reunión privada existía fuera del debate común». Véase https://es.wikipedia.org/wiki/Consejo_por_el_Mantenimiento_de_las_Ocupaciones. Consulta 29 de noviembre de 2017.



https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236069

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