Valeria Fariña, Resumen Latinoamericano, 15 de abril 2018.
En la VIII Cumbre de las Américas, este pasado sábado el presidente neoliberal de Argentina, Mauricio Macri, se inclinó resueltamente contra Siria y Venezuela.
Luego de pronunciarse contra las supuestas armas químicas fabricadas por Siria, que fundamentaron cínicamente el ilegal e ilegítimo bombardeo de EE.UU y sus cómplices, Francia e Inglaterra, Macri volvió a lanzarse contra la República Bolivariana de Venezuela.
En primer lugar, expresó que desconocerá la elecciones presidenciales que se realizarán en mayo en la hermana patria bolivariana.
Según él, en Venezuela “se atropella el derecho de los venezolanos a elegir en libertad, con presos políticos y sin garantías mínimas de transparencia”, por lo tanto, “Argentina va a desconocer cualquier proceso de este tipo, eso no es una elección democrática”, sentenció Mauricio Macri.
Anunciando de esta manera el asedio internacional que se reforzará contra Venezuela en las futuras semanas, el presidente argentino subrayó, “Tenemos que seguir trabajando juntos por una verdadera salida democrática para Venezuela“.
Alentando nuevamente la intervención y la injerencia sobre los asuntos internos de Venezuela, Macri convocó al resto de los mandatarios a “renovar esfuerzos para que el gobierno de Venezuela deje de negar la realidad y acepte la colaboración regional y la ayuda internacional, que permita superar esta crisis humanitaria que se ha vuelto insostenible”. Planteo al que se sumaron inmediatamente, el presidente de Chile, Sebastián Piñera y el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
Bajo los mismos conceptos que enarbola la campaña mediática internacional contra el pueblo bolivariano y su legítimo presidente Nicolás Maduro, Macri pidió la libertad de los “presos políticos”, es decir, de los presos opositores y fascistas que fueron condenados por ejecutar planes de desestabilización digitados por los gringos, que dejaron cientos de muertos y miles de heridos.
Además afirmó que “el caso de Venezuela demuestra hasta qué punto nos puede llevar un proceso de corrupción descontrolado”.
El mandatario argentino también expresó su “preocupación” por los venezolanos “que se han visto obligados a dejar su tierra”, inmigración a la que su gobierno ha abierto las puertas de par en par, fomentando y amparando a los grupos de la oposición venezolana que intentan organizarse en distintas partes de América Latina. Además, dijo que le preocupaban “aquellos venezolanos que diariamente sufren la carencia de alimentos y servicios sanitarios básicos”, obviando por supuesto el bloqueo criminal que dirige EE.UU contra Venezuela, del cual no dijo una sola palabra.
Por último, Macri a se refirió a las conclusiones de la Cumbre sobre la transparencia y corrupción: “Uno de los desafíos más grandes que tenemos en la región es la relación entre corrupción, democracia y desarrollo sostenible. La experiencia nos enseña que allí donde la democracia se debilita, la corrupción se incrementa; donde la desigualdad no da tregua, la corrupción hecha raíces”.
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