Por Roberto García Hernández
La Habana, 5 may (PL) El restablecimiento de la Segunda Flota de la armada estadounidense constituye hoy, a juicio de expertos, una señal de hostilidad hacia Rusia, en momentos en que las relaciones entre ambos atraviesan una situación compleja.
La Habana, 5 may (PL) El restablecimiento de la Segunda Flota de la armada estadounidense constituye hoy, a juicio de expertos, una señal de hostilidad hacia Rusia, en momentos en que las relaciones entre ambos atraviesan una situación compleja.
La nueva estructura, cuya jefatura y medios subordinados aún están por decidir, tendrá responsabilidad sobre el Atlántico norte y su sede será en la base naval de Norfolk, Virginia.
Según el jefe de Operaciones Navales de la marina norteamericana, almirante John Richardson, la medida está en consonancia con la nueva era caracterizada por la competencia entre las grandes potencias, cuando el ambiente de seguridad enfrenta 'nuevos y complejos desafíos'.
El océano Atlántico, en particular su región septentrional, es un teatro de operaciones muy dinámico, por lo que la guerra naval de alto nivel allí será responsabilidad de la Segunda Flota, añadió Richardson en una intervención este viernes a bordo del portaaviones USS George H. W. Bush (CVN-77), según el sitio digital del periódico Navy Times.
Por otra parte, Johnny Michael, vocero del Departamento de Defensa, alertó en declaraciones a la cadena CNN sobre un supuesto incremento de la actividad naval de Rusia en la zona atlántica, por lo que el restablecimiento de el mencionado mando garantiza el refuerzo de las capacidades de Washington y sus aliados en la región y demuestra 'un efecto disuasivo creíble contra nuestros adversarios'.
Estas son algunas de las razones con las que el Pentágono justifica la reaparición de esta estructura castrense, casi siete años después de su desactivación, con la misión de ejercer autoridad operacional y administrativa sobre los buques, aviones y medios de desembarco que le serán asignados en la costa oriental de Estados Unidos y la zona norte del Océano Atlántico.
Sin embargo, para algunos especialistas la supuesta hostilidad rusa se esgrime como pretexto para convencer a sectores dentro del Congreso y la opinión pública estadounidense que abogan por establecer una política financiera más responsable para evitar el crecimiento desmedido de la deuda pública del pais.
La Estrategia de Defensa Nacional publicada en enero de este año por el secretario de Defensa, James Mattis, establece que Rusia y China son los principales objetivos a neutralizar por las fuerzas armadas estadounidenses, aunque menciona otros desafíos colaterales.
Esto significó un cambio en las prioridades tras más de una década en la cual el foco de la atención del mando castrense estadounidense estaba sobre el Estado Islámico y otras organizaciones terroristas.
Entretanto, la Segunda Flota resurge en momento de crecientes tensiones entre Moscú y Washington por el conflicto en Siria y tras las alegaciones de una supuesta interferencia del Kremlin en las elecciones de noviembre de 2016 en Estados Unidos, acusaciones que niegan las autoridades rusas.
Por otra parte, el Pentágono también propuso el viernes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el establecimiento de un puesto de mando conjunto, que también estaría en las instalaciones de Norfolk, con el argumento de la 'necesidad' de contrarrestar la creciente influencia de Rusia en la arena internacional.
La Segunda Flota fue creada originalmente en 1950, con la misión principal de apoyar las actividades de la OTAN en el teatro de operaciones, pero fue desactivada en 2011 con el fin de ahorrar recursos financieros, en medio de una reestructuración de las proyecciones estratégicas de la armada norteamericana.
pgh/rgh
Según el jefe de Operaciones Navales de la marina norteamericana, almirante John Richardson, la medida está en consonancia con la nueva era caracterizada por la competencia entre las grandes potencias, cuando el ambiente de seguridad enfrenta 'nuevos y complejos desafíos'.
El océano Atlántico, en particular su región septentrional, es un teatro de operaciones muy dinámico, por lo que la guerra naval de alto nivel allí será responsabilidad de la Segunda Flota, añadió Richardson en una intervención este viernes a bordo del portaaviones USS George H. W. Bush (CVN-77), según el sitio digital del periódico Navy Times.
Por otra parte, Johnny Michael, vocero del Departamento de Defensa, alertó en declaraciones a la cadena CNN sobre un supuesto incremento de la actividad naval de Rusia en la zona atlántica, por lo que el restablecimiento de el mencionado mando garantiza el refuerzo de las capacidades de Washington y sus aliados en la región y demuestra 'un efecto disuasivo creíble contra nuestros adversarios'.
Estas son algunas de las razones con las que el Pentágono justifica la reaparición de esta estructura castrense, casi siete años después de su desactivación, con la misión de ejercer autoridad operacional y administrativa sobre los buques, aviones y medios de desembarco que le serán asignados en la costa oriental de Estados Unidos y la zona norte del Océano Atlántico.
Sin embargo, para algunos especialistas la supuesta hostilidad rusa se esgrime como pretexto para convencer a sectores dentro del Congreso y la opinión pública estadounidense que abogan por establecer una política financiera más responsable para evitar el crecimiento desmedido de la deuda pública del pais.
La Estrategia de Defensa Nacional publicada en enero de este año por el secretario de Defensa, James Mattis, establece que Rusia y China son los principales objetivos a neutralizar por las fuerzas armadas estadounidenses, aunque menciona otros desafíos colaterales.
Esto significó un cambio en las prioridades tras más de una década en la cual el foco de la atención del mando castrense estadounidense estaba sobre el Estado Islámico y otras organizaciones terroristas.
Entretanto, la Segunda Flota resurge en momento de crecientes tensiones entre Moscú y Washington por el conflicto en Siria y tras las alegaciones de una supuesta interferencia del Kremlin en las elecciones de noviembre de 2016 en Estados Unidos, acusaciones que niegan las autoridades rusas.
Por otra parte, el Pentágono también propuso el viernes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el establecimiento de un puesto de mando conjunto, que también estaría en las instalaciones de Norfolk, con el argumento de la 'necesidad' de contrarrestar la creciente influencia de Rusia en la arena internacional.
La Segunda Flota fue creada originalmente en 1950, con la misión principal de apoyar las actividades de la OTAN en el teatro de operaciones, pero fue desactivada en 2011 con el fin de ahorrar recursos financieros, en medio de una reestructuración de las proyecciones estratégicas de la armada norteamericana.
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