Resumen Latinoamericano, 07 de julio de 2020
Creemos que la respuesta es sí. En otro artículo que está en este boletín y que se complementa con este, Nayana Menezes relata y analiza la “live” que las cuatro organizaciones de la IV Internacional hicieron con el dirigente negro ferroviario Keon Liberato de Bread And Roses, una corriente integrante del DSA. Según Nayana fue un “curso” sobre el movimiento de los afroamericanos y la clase obrera en los EEUU que colocó muchas cosas que los socialistas brasileros tenemos que pensar. Vivimos en un país que más del 50% de la población tiene su origen en los pueblos de África como los negros en los EEUU, y aún es mayor en los trabajadores y pobres,
Un artículo de New York Time del 3 de Julio que se titula “Black Lives Matter puede ser el movimiento más grande en la historia de los Estados Unidos” da para pensar en que momento de la lucha antirracista estamos en el mundo. Los periodistas Larry Buchanan, Quoctrung Bui y Jugal K Patel basan esta opinión en una serie de encuestas e investigaciones de varias universidades e Institutos de los EEUU. Escriben estos articulistas que “cuatro encuestas recientes, incluida una publicada esta semana por Civis Analytics, (..) sugieren que entre 15 y 26 millones de personas en los Estados Unidos han participado en manifestaciones por la muerte de George Floyd en las semanas recientes. Según entrevistas con académicos y expertos en conteo de multitudes estas cifras harían de las protestas el movimiento más grande en la historia del país,”. Y agregan en el artículo que, “si bien es posible que más personas dijeron que protestaron de lo que realmente lo hicieron, incluso si solo la mitad dijo la verdad, las encuestas sugieren que más de siete millones de personas participaron en manifestaciones recientes”.
O sea que en números es bastante mayor que laMarcha de las mujeres en 2017 que tuvo una participación de aproximadamente entre tres millones a cinco millones de personas en un solo día. Aquél fue un evento contra Trump altamente organizado mientras que la actual rebelión negra bajo la idea de Black Lives Matter, tiene un alto contenido de espontaneidad. Según los articulistas como mínimo duplica o triplica esos números. “Los recuentos revelan números de escala extraordinaria. El 6 de junio, por ejemplo, al menos 50,000 personas acudieron a Filadelfia, 20,000 en el Union Park de Chicago y hasta 10,000 en el Golden Gate Bridge”, dicen en su artículo..
Si bien podemos decir que lo cuantitativo no necesariamente indica lo cualitativo, -o sea que la definición como la mayor no quiere decir la más importante en la historia-, muestran la gran conmoción social que ha cambiado la conciencia de las masas en relación al racismo. Es decir que se puso en marcha un movimiento que no ha terminado con las actuales protestas. Que es cualitativo en el sentido de que -a pesar que las manifestaciones vayan lógicamente disminuyendo-, cambia la conciencia de masas sobre el racismo. (Hace un día fue derribada la estatua de Colon, principal símbolo de expoliación de los países imperialistas de Europa).
Este cambio que acontece en el principal país de la dominación imperialista, ya abrió una nueva situación en el mundo de la cual no conocemos todavía sus desdobramientos futuros. Pero sí sabemos, concretamente, que el racismo pasó a ser una pauta fundamental de la lucha de clases mundial. Y que se comenzó una toma conciencia de que el racismo tanto en Brasil como los EEUU y Europa es un instrumento para la opresión y explotación capitalista. No podemos dejar de registrar que los EEUU y Europa son los países donde crece la afluencia de los inmigrantes que van a esos países escapando del hambre y la miseria en sus países de origen por la expoliación imperialista y es en esos países también -al igual que en Brasil-, donde sectores de la alta burguesía toman banderas neofascistas que son acompañadas por un sector del movimiento de masas. A partir de ahora la lucha de clases va a tomar la bandera del racismo. Y es una bandera -pensamos nosotros-, que es antisistema porque el racismo no tiene solución en los marcos del actual sistema de acumulación capitalista.
El racismo estructural de EEUU no es algo distinto del que tiene Brasil. En ambos países, como también en el Caribe y los Andes, la marca que dejó la colonización no fue resuelta; la formación de los estados nacionales se hizo sobre un capitalismo que usó la mano de obra esclavista. El objetivo de la conquista y colonización de América fue la acumulación capitalista de la burguesía europea. Esta acumulación fue diferente a la que se hizo en Europa que fue mediante la superexplotación de trabajadores y trabajadoras especialmente los niños. En América fue sobre la base de relaciones de producción esclavistas del pueblo negro traído de Africa. No fue muy diferente a la que los colonizadores hicieron de los indígenas de los pueblos andinos.
Nahuel Moreno fue uno de los ´primeros marxistas a tener esta caracterización de la colonización en 1947. Escribió entonces: «La colonización española, portuguesa, inglesa, francesa y holandesa de América es esencialmente capitalista. Sus objetivos fueron capitalistas y no feudales: organizar la producción y los descubrimientos para obtener beneficios prodigiosos y poner bienes en el mercado mundial. No inauguraron un sistema de producción capitalista porque no había ningún ejército de trabajadores libres en el mercado en los Estados Unidos ni en Latinoamérica. Por lo tanto, para explotar capitalisticamente se ven obligados a recurrir a relaciones de producción no capitalistas; relaciones de esclavos o semi-esclavos; formas y terminologías feudales son los tres pilares sobre los que se estableció la colonización de América».
Para esa época -y para ahora-, esta caracterización fue muy importante en la polémica con el estalinismo para quien, como la colonización fue feudal lo que estaba colocado era una revolución democrática burguesa. Esta caracterización permitió entender que las tareas democráticas y de la independencia del imperialismo no eran burguesas. Que las tareas democráticas – y entre ellas la lucha por la liberación del pueblo negro-, estaban definitivamente unidas en un programa de transición al socialismo y que no podían ser llevadas adelante por la burguesía.
La formación económica social en nuestros países lleva el sello histórico y presente del esclavismo. Ni las luchas de liberación nacional en América Latina ni la guerra de secesión de los EEUU resolvieron este problema histórico, que continúa ahora. La discriminación y el racismo contra el pueblo negro fue y es fundamental para tener una mano de obra más barata que pueda ser explotada. Por eso, estamos ante una lucha histórica para derrotar al racismo y al capitalismo.
https://www.resumenlatinoamericano.org/2020/07/07/estados-unidos-la-rebelion-negra-cambio-la-conciencia-el-racismo-una-lucha-anti-sistema/
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