Sede de la empresa estatal China National Electronics Import and Export Corporation (CEIEC, por sus siglas en inglés).
China reafirma su apoyo a Venezuela y llama a EE.UU. a levantar las sanciones que impuso a una empresa china por brindar servicios al Gobierno de Maduro.
El lunes, en un comunicado el Departamento del Tesoro estadounidense explicó que la medida coercitiva contra la empresa estatal China National Electronics Import and Export Corporation (CEIEC, por sus siglas en inglés) se debe a que “ha proporcionado software, capacitación y experiencia técnica a las entidades gubernamentales de Venezuela” que usan esa tecnología para “socavar la democracia”.
En reacción, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying, en su cita este martes con la prensa, ha tachado de “ilegales” las sanciones contra CEIEC y ha exhortado a Washington a “rectificar su error” de haber politizado la cooperación Pekín-Caracas, que sigue las normas internacionles.
“China tomará las medidas necesarias para proteger los derechos legítimos de sus empresas”, ha dejado claro Hua, al tiempo que ha remarcado “el apoyo de China a los esfuerzos de los venezolanos para defender su soberanía”.
Por su parte, la Cancillería de Venezuela, en un comunicado, tachó de “ilegales” dichas sanciones estadounidenses y aseguró que muestran la “incesante obsesión” de Estados Unidos “por desestabilizar la sociedad venezolana”.
“La élite dominante de Washington, que tanto se ufana de defender la libertad de prensa y el libre comercio, arremete contra empresas internacionales que prestan servicios al Estado venezolano”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores del país suramericano.
Estados Unidos, fustiga la nota venezolana, toma estas medidas “con el objetivo inhumano de aislar al país y generar dificultades a la población venezolana (...) El Gobierno [de Nicolás Maduro] seguirá demostrando que no se dejará intimidar por ninguna acción, por perversa que sea, y sabrá cumplir con sus responsabilidades”, reza el texto publicado el lunes.
La Administración estadounidense, en particular desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, ha intensificado sus presiones contra Caracas con el objetivo de derrocar a Maduro.
El Gobierno de Pekín ha denunciado en reiteradas ocasiones los planes golpistas, promovidos por Washington contra la nación caribeña y ha expresado, como ahora, su respaldo a Venezuela ante injerencias externas en sus asuntos.
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