El vicecanciller sirio, Bashar al-Yafari, habla durante una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Siria denuncia ante el Consejo de Seguridad que el Occidente utiliza a la OPAQ y el llamado “archivo químico” como herramientas de presión en su contra.
En declaraciones formuladas el miércoles durante una reunión virtual del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), el vicecanciller sirio, Bashar al-Yafari, señaló que el asunto de las armas químicas de Siria es un chantaje político al servicio de las agendas de los países occidentales en Siria y la región.
El diplomático recordó que Siria se unió a la Convención sobre Armas Químicas en 2013 y cooperó de forma seria y constructiva con la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y su Secretaría Técnica, y por lo tanto, desde 2014, ya no posee armas químicas, lo cual confirmó la coordinadora especial de la Misión Conjunta para Siria de las Naciones Unidas-OPAQ, Sigrid Kaag, en su informe presentado al CSNU.
Sin embargo, agregó al-Yafari, “algunos países occidentales prefieren negar este hecho, pues creen que, para cumplir sus agendas, es necesario usar la OPAQ y el llamado ‘archivo químico’ como un arma, como si esos países no estuvieran satisfechos con sus crímenes y mentiras anteriores”, apostilló.
Al-Yafari denunció también que las meras acusaciones occidentales fueron fabricadas solo para justificar su agresión militar contra Siria y las graves violaciones del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, tal y como sucedió en la invasión estadounidense-británica a Irak y la destrucción de Libia.
De acuerdo con el representante sirio, los informes de la OPAQ carecen de los estándares más mínimos de credibilidad, profesionalismo y objetividad, ya que fueron preparados de forma remota, y basados en conjeturas inciertas, preferencias y suposiciones, proporcionados por sus “testigos falsos”, es decir, los grupos terroristas y su brazo mediático, la organización terrorista ‘cascos blancos’.
Al-Yafari señaló que lo que desacredita los motivos hostiles de algunos países occidentales hacia Siria es el “daltonismo” que los países occidentales padecen durante décadas con respecto a las armas de destrucción masiva del régimen de Israel, sean nucleares, químicas o biológicas.
Al respecto, lamentó cómo algunos de estos países intentaron impedir la votación de un proyecto de resolución en la Asamblea General de la ONU sobre estas armas de destrucción masiva que son una clara amenaza a la seguridad y la paz en la región, mientras presionaron para celebrar 86 reuniones en el Consejo de Seguridad sobre “algo que no existe, el expediente químico acerca de Siria”.
Bajo el pretexto de un ataque químico, EE.UU., el Reino Unido y Francia lanzaron el 14 de abril de 2018 una ofensiva militar a gran escala contra Siria, sin contar con la autorización del CSNU y antes de que terminaran las investigaciones de la OPAQ.
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