La Organización de Naciones Unidas (ONU) advierte sobre una hambruna masiva en Yemen y urgió la paz para este país, devastado por la agresión saudí.
El jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, David Beasley, después de visitar Yemen, describió este país como el “peor lugar del mundo” y la situación allí como “un infierno”.
“Más de la mitad de la ciudadanía yemení se enfrenta a una escasez aguda de alimentos, con millones de personas llamando a las puertas de la hambruna”, remarcó el funcionario de la ONU, al tiempo que aclaró que no son solo números, sino personas reales. “Esto es descorazonador”, lamentó.
“Fui de habitación en habitación y, literalmente, los niños que en cualquier otro lugar del mundo estarían bien, podrían enfermarse un poco pero se recuperarían, pero no aquí”, dijo el funcionario de la ONU. “Este es el infierno, es el peor lugar del mundo. Y está completamente hecho por el hombre”, relató Beasley sobre su visita a un hospital en Yemen.
Asimismo, explicó que los fondos de la PMA son insuficientes por lo que es necesario buscar cientos millones de dólares en donaciones privadas. Se requieren al menos 815 millones de dólares para ayudar a los yemeníes durante los próximos seis meses, pero ahora solo la institución cuenta con 300 millones dólares, indicó Beasley.
Los ataques a Yemen han dejado decenas de miles de muertos desde marzo de 2015 y el asedio ha llevado a la mayor parte de la población al borde de hambruna.
Según han advertido las Naciones Unidas, alrededor de dos tercios de la población yemení sufren escasez de alimentos, atención médica u otro tipo de apoyo para salvar vidas, mientras que unos cuatro millones se han visto obligados a abandonar sus hogares y cientos de miles más están amenazados.
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