Entrevista al escritor Miguel Ángel Sánchez Velasco, con motivo del 90 aniversario del nacimiento del Ejército Zapatista
En entrevista telefónica Miguel Ángel Sánchez Velasco (1959), poeta y narrador, denuncia al nuevo director del Museo Casa Zapata.
“A Gabriel Zapata le queda muy grande el nombramiento, desconoce cómo administrar un museo, si es por un pago de cuentas ahí está la clave, porque no tiene méritos, una persona no puede hacerse cargo de un museo con la importancia de la Casa de Zapata si no tiene los conocimientos, si va a llegar a recibir órdenes para seguir actuando de la misma manera que los otros directores, si una persona no está preparada no debería ser, no debería estar una persona con esas características”. El policía Gabriel Zapata es nieto de Nicolás Zapata, Sánchez Velasco escribió una novela sobre el asesinato de Chico Franco, y precisamente Nicolás Zapata fue el autor intelectual del crimen.
Ingeniero industrial por el Politécnico Nacional (IPN), Sánchez Velasco incursionó en la poesía y narrativa, un concurso de novela corta lo llevó a Anenecuilco para investigar la revolución de Emiliano Zapata, en 2005 conoció a su sobrina Esperanza Franco, la entrevistó y escribió una magnífica novela histórica: “Yo sabía que señalar a Nicolás Zapata era una gran responsabilidad, no me podía aventar a escribir sobre el asesinato de Chico Franco con un testimonio, el de Esperanza Franco. Eso me motivó a buscar más información sobre Nicolás Zapata, después de investigar tuve la certeza de que lo dicho por Esperanza era verdad. No podía comprender que un hijo de Emiliano Zapata, el primogénito, llegó a convertirse en un cacique, un personaje contrario al padre, fue difícil para mí entender el papel de Nicolás Zapata”. La novela Resguardo y codicia de la razón (2012) tendrá una continuación ante el descubrimiento de nuevos documentos sobre el Coronel Chico Franco Salazar.
MC.- Miguel Ángel, ¿cuándo conoció a Esperanza Franco?, ¿cómo llegó a la historia de Chico Franco?
MAS.- En la Ciudad de México leí la convocatoria para publicar una novela corta, casualmente tenía en mis manos el libro de John Womack, se me ocurrió la idea de escribir para ese concurso una novela sobre Emiliano Zapara que tocaba exclusivamente los antecedentes de Anenecuilco, ya no tanto al personaje revolucionario. La convocatoria tenía la limitante de 60 cuartillas, encontré mucho material, me involucré con la historia y cumplí con el requisito de las 60 cuartillas, pero me quedé con las ganas de seguir investigando y comencé a viajar con frecuencia a Anenecuilco, iba con una amiga.
MC.- ¿En qué año comenzaron los viajes a Anenecuilco?
MAS.- 2005. Comenzamos a ir para buscar información y conocer en primera instancia la casa que habitó Zapata, el consabido Museo de Anenecuilco, a veces lo encontramos cerrado, pero regresamos y conversamos con el cuidador, le preguntamos si conocía a los familiares de Zapata, nos dio las referencias para llegar al Camino Real donde vivía una sobrina. Fuimos varias veces pero no nos abrían, al parecer María Félix Aragón Franco pasaba mucho tiempo en Cuernavaca. Haciendo la analogía con el libro de Sotelo Inclán, al profesor le costó mucho trabajo romper la barrera para acercarse a Chico Franco. Nosotros tuvimos la suerte de ver a Esperanza Franco, de lejos nos preguntó: “¿qué quieren?”, le dijimos que veníamos de la Ciudad de México: “en el Museo Casa Zapata nos dieron su dirección, queremos conversar con usted porque estamos haciendo un trabajo”, Esperanza nos respondió que no tenía tiempo: “estoy muy ocupada, si quieren regresar más adelante, pero no les aseguro nada”. Así fue, la visitamos frecuentemente hasta que nos tomó confianza y nos abrió las puertas de su casa, Esperanza fue una persona sumamente atenta, nos brindó un hospedaje abiertamente desinteresado, comenzamos a conversar, al principio no grabábamos nada por respeto a ella, después le pregunté si no tenía inconveniente si grabábamos las entrevistas, nos dijo: “no, ustedes pueden grabar lo que quieran”.
MC.- La entrevista con Esperanza Franco fue una gran exclusiva, ¿por qué decidió escribir una novela y no una serie de reportajes?
MAS.- Desde un principio sabía que debía continuar con la novela corta que escribí, yo no tenía los conocimientos para hacer un reportaje, como yo no tengo los elementos académicos para publicar un trabajo periodístico, me fui por la idea de escribir una novela histórica, esa fue la razón.
MC.- ¿Cuánto tiempo tardó en escribir y editar Resguardo y codicia de la razón?
MAS.- En primera instancia no escribía de manera permanente, no era mi única actividad, tenía que trabajar. Tardé 6 años en terminar la novela, después llegó la parte complicada de buscar al editor, ahí surgió otro problema por eso decidí publicarla en una edición de autor, fue toda una Odisea, yo desconocía el mundo de la edición, no tenía contactos en el mundo de los libros.
MC.- El antagonista de su novela es el primogénito de Emiliano Zapata, ¿le sorprendió descubrir que Nicolás Zapata estuvo implicado en el asesinato de Chico Franco?
MAS.- Cuando escribía la novela dudaba de la veracidad de los datos de Esperanza Franco, yo sabía que señalar a Nicolás Zapata era una gran responsabilidad, no me podía aventar a escribir sobre el asesinato de Chico Franco con un testimonio, el de Esperanza Franco. Eso me motivó a buscar más información sobre Nicolás Zapata, después de investigar tuve la certeza de que lo dicho por Esperanza era verdad. No podía comprender que un hijo, el primogénito de Emiliano Zapata, llegó a convertirse en un cacique, un personaje contrario al padre, fue difícil para mí entender el papel de Nicolás Zapata.
MC.- ¿Conversó con algún descendiente de Nicolás Zapata?, ¿por qué no publicó la lista de las fuentes testimoniales de la novela?
MAS.- En Villa de Ayala conversé con un cronista, no recuerdo su nombre. En Anenecuilco conversé con un descendiente de Zapata, incluso lo agarré de buenas porque me enseñó fotos y documentos, que no me permitió reproducir. Por falta de experiencia no se me ocurrió llevar una bitácora con las entrevistas formales, porque todo surgió de manera espontánea, a veces encontraba personajes en las poblaciones que me daban sus testimonios. Parte de la inexperiencia de no ser periodista, si hubiera tenido los conocimientos para hacer un reportaje me hubiera sometido a una forma académica para respaldar este proyecto, para mí fue difícil ordenar toda la información, no tuve la precaución de guardar los nombres de las personas que conocí o de entrevistarlas formalmente, me faltó metodología.
MC.- Usted aceptó que Esperanza Franco eligiera qué debía incorporar en la novela, ¿no perdió libertad creativa?
MAS.- Definitivamente contó mucho lo que Esperanza me dijo, hay diferencias en la familia –y tú lo sabes- ella mencionó la problemática familiar, yo pienso que para evitar la confrontación con su familia Esperanza no se atrevió a decir muchas cosas, por ejemplo: ella disparó en defensa propia el día que asesinaron a su padre y hermanos, pero en la entrevista no lo admitió, me dijo que se mantuvo ajena a los disparos. En mi novela dejé entrever que Chico Franco y sus hijos pensaron en agarrar las armas de su casa, pero en la novela no respondieron la agresión de la policía y del Ejército. Efectivamente, el hecho de que Esperanza me dijera que no podía incluir ciertos datos en la novela sí me limitó, pero lo entendí por las razones que ella me explicó sobre las diferencias con su familia, por supuesto ese conflicto me quitó libertad para expresar la realidad.
MC.- Estoy preparando un documental sobre Chico Franco, ¿todavía conserva las grabaciones de sus entrevistas con Esperanza Franco?
MAS.- La verdad no he vuelto a escuchar las grabaciones desde que terminé mi libro, hice las entrevistas con una pequeña grabadora, buscaré las cintas, no sé si estén en buen estado las grabaciones para reproducirlas en MP3. Si encuentro las grabaciones cuente con las entrevistas para el documental.
MC.- ¿Conoce el expediente judicial con la demanda que presentó Esperanza Franco el 3 de enero de 1948 para esclarecer el asesinato de su padre?
MAS.- No, Esperanza no comentó nada sobre una demanda, desconozco ese asunto.
MC.- ¿Consultó la Hemeroteca Nacional para leer cómo registró la prensa el asesinato de Chico Franco?
MAS.- No me metí tanto a investigar esa parte, en Morelos no hay absolutamente nada. No tuve tiempo de acercarme a otras instituciones, era complicado como no soy investigador profesional cuando pedí algún permiso para revisar el Archivo General de la Nación no me lo dieron. No obtuve información de cómo se manejó en la prensa el asesinato de Chico Franco.
MC.- ¿Esperanza Franco conocía a detalle el contenido del archivo que le prestó al profesor Jesús Sotelo Inclán en 1948?
MAS.- Sabía a grandes rasgos la importancia histórica de los Títulos Primordiales, pero desconocía qué contenía todo el archivo, ella nunca me dijo si sabía exactamente qué documentos le entregó a Jesús Sotelo Inclán, tenía una idea en general.
MC.- ¿Usted intentó conocer los documentos de la caja fuerte del Museo Casa Zapata?
MAS.- Esperanza me dijo que había documentos en el Museo, pero ella decía que también había copias, porque cuando su mamá le entregó algunos documentos a Nicolás Zapata, él repartió las copias entre sus amigos. Esperanza no sabía cuáles documentos llegaron al Museo porque el tema se convirtió en un secreto. Yo pregunté en el Museo, pero siempre me dieron evasivas: “no está el encargado”.
MC.- ¿Por qué incorporó al personaje de Rubén Jaramillo en una novela sobre Chico Franco?
MAS.- Llamó mi atención el dato que a los 14 años Jaramillo estaba involucrado en el Ejército zapatista, leí el libro de Félix Serdán –uno de los hombres más cercanos a Jaramillo- y comencé a pensar en la posibilidad de un encuentro entre Chico Franco y Rubén Jaramillo, utilicé la lógica más que la historia, en algún momento los dos personajes pudieron haberse encontrado, comencé a ver las coincidencias, Jaramillo le dio continuidad a la lucha de Zapata.
MC.- ¿Entonces Chico Franco no fue el sucesor de Zapata?
MAS.- Digamos que Chico luchó desde un ámbito local, yo considero que Jaramillo y Franco persiguieron el mismo fin, pero el proyecto de Jaramillo es más amplio, él se acercó más al poder, su perspectiva era más general, lideraba un movimiento obrero y campesino. En cambio Chico siempre estuvo solo, a salto de mata, guardó la historia del pueblo junto con los derechos que van involucrados: la tenencia de la tierra. Desde mi punto de vista, el proyecto de Jaramillo era de avanzada y tiene a mucha gente detrás de él. Además la información sobre Chico Franco se perdió, está escondida, a Chico no le gustaba ser protagonista, evitaba las fotografías y firmar documentos, creo que eso hizo la diferencia notable entre uno y otro, Chico era más discreto que Jaramillo, sus circunstancias eran diferentes.
MC.- El Ejército mexicano y la policía de Morelos asesinaron a Rubén Jaramillo y su familia, ¿cómo se podría demostrar la participación del Ejército en el operativo contra Chico Franco?
MAS.- Cobra relevancia el mismo patrón, la misma forma de actuar contra ellos, la diferencia fue que a Chico lo emboscaron de madrugada, y con Jaramillo justificaron el operativo con una orden ficticia de presentación. Al fin y al cabo fue la misma manera de atacarlos, una traición. Esperanza me dio el dato de que había policía judicial y parte del Ejército, ella tuvo contacto con los personajes que los atacaron por eso se atrevió a asegurar que participó el Ejército, yo no he encontrado –no he buscado- algún documento que pueda avalar que el Ejército estuvo involucrado, pero si consideramos que el diputado Nicolás Zapata tenía fuero en aquellos años es muy probable que sí estuviera involucrado el Ejército, pero yo no lo podría afirmar tácitamente.
MC.- Hablando de Nicolás Zapata, su nieto dirige el Museo Casa Zapata, ¿qué opina sobre el nombramiento de Gabriel Zapata?
MAS.- Hay tantos Zapatas que me cuesta trabajo identificar quiénes son personas confiables y quiénes lucran con el apellido, sé que hay diferencias entre la familia Zapata, incluso en sus posturas sobre la termoeléctrica de Huexca, algunos apoyaron el proyecto. A Gabriel Zapata le queda muy grande el nombramiento, desconoce cómo administrar un museo, si es por un pago de cuentas ahí está la clave, porque no tiene méritos, una persona no puede hacerse cargo de un museo con la importancia de la Casa de Zapata si no tiene los conocimientos, si va a llegar a recibir órdenes para seguir actuando de la misma manera que los otros directores, si una persona no está preparada no debería ser, no debería estar una persona con esas características.
MC.- Finalmente, a una década de la publicación de su novela y ante los nuevos antecedentes sobre Chico Franco, ¿reescribiría algún capítulo?, ¿revisitará el tema?
MAS.-Con todo lo que me he informado a través de tu libro y los nuevos textos sobre Chico Franco estoy en deuda para ampliar este tema. Yo me había planteado darle continuidad a la problemática de Anenecuilco y Villa de Ayala por el conflicto de la termoeléctrica, el proyecto de Chico Franco se enlaza con lo que está ocurriendo en Huexca. Siendo honesto, conocía muy poco de la biografía de Chico Franco, pero ahora tu libro me abrió un panorama, yo creo que mi siguiente proyecto será difundir todas las vertientes de Chico Franco, darle una continuidad a la novela, ahora que me entero que hay más información sobre Chico Franco, por supuesto tengo la intención de seguir escribiendo sobre él y los antecedentes de Anenecuilco.
Periódico Alternativo publicó esta noticia siguiendo la regla de creative commons. Si usted no desea que su artículo aparezca en este blog escríbame para retirarlo de Inmediato
No hay comentarios.:
Publicar un comentario