El presidente de Brasil descalifica al relator de la Comisión Parlamentaria de Investigación por escrutar sus posibles omisiones en la gestión de la pandemia.
“Siempre hay algún vagabundo que intenta interponerse en el camino. Si Jesús tuvo un traidor, tenemos un vagabundo preguntando a personas de bien en nuestro país”, dijo el jueves Jair Bolsonaro en un discurso en la ciudad de Maceió, capital del estado de Alagoas, sita en el este del gigante sudamericano.
El mandatario hacía alusión a Renan Calheiros, el relator de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que analiza las posibles omisiones del Gobierno durante su gestión de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, además de considerar como un “crimen” el proceso que está realizando dicho grupo.
Calheiros no tardó en reaccionar, pues criticó el viaje de Bolsonaro a Alagoas, bastión electoral del relator, con el fin de dar apertura a una obra que ya ha sido inaugurada, al tiempo que condenó los ataques del líder ultraderechista en contra de la CPI y su persona.
“Lo que realmente nos preocupa es la cantidad de muertes que sucedieron en Brasil. Hay más de 428 000 víctimas”, espetó Calheiros mostrando una placa con el número de fallecidos por la pandemia en el país.
Es más, en Twitter, el relator aseguró que las amenazas y la intimidación no obstaculizarían las investigaciones de CPI, prometiendo que hallarán al responsable de la tragedia sanitaria.
Médicos y científicos, entre otros grupos de la sociedad brasileña, han presentado una y otra vez solicitudes de impeachment (juicio político) contra Bolsonaro debido a su negacionismo de la COVID-19 y los efectos que generó esa postura.
A pesar del aumento de la cifra de los casos con un ritmo imparable, el presidente ultraderechista dice que Brasil vive el “finalcito” de la pandemia y sostiene que quedarse en casa con el objetivo de prevenir el contagio es de débiles.
En otra declaración incendiaria, hecha en la misma jornada del jueves, Bolsonaro tildó de “ladrón de nueve dedos” al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien perdió el dedo meñique de su mano izquierda en un accidente mientras trabajaba en una fábrica en Sao Paulo cuando tenía 17 años.
Entre tanto, los resultados de un sondeo de Datafolha, publicados el miércoles, indican que Lula da Silva ganaría a su rival Bolsonaro con 55 % frente a 32 % en las elecciones presidenciales de 2022.
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