Tras una reunión entre Joe Biden y las autoridades de la UE, Pekín rechaza las posturas anti China del Occidente y alerta que esa estrategia no beneficiará a nadie.
Una nueva ronda de tensión entre China y el Occidente se disparó tras una reunión entre el presidente de EE.UU., Joe Biden, y las autoridades de la Unión Europea (UE) en Bruselas, capital belga.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel, coincidieron en la necesidad de cooperar “de manera estrecha” sobre la “gama completa de cuestiones” referidas a las relaciones con Pekín.
El portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian, transmitió la “rotunda insatisfacción” de Pekín con su declaración conjunta.
El diplomático chino subrayó que el desarrollo de lazos entre Washington y Europa es un asunto suyo, pero no deben hacer de China un problema. Tal mentalidad estrecha, de acuerdo con Zhao, no beneficiará al Occidente. Enfatizó que los dirigentes occidentales deben ocuparse de los “problemas serios” que tienen en casa, en lugar de actuar como oradores.
Al recordar la alta tasa de racismo, violencia armada y policial en Estados Unidos, Zhao acusó a Washington y sus aliados de dictar sus intereses a los demás. Ante tal coyuntura, aseguró que China no se quedará de brazos cruzados.
Las relaciones entre China y Estados Unidos se han visto afectadas negativamente hasta un nivel no visto en décadas, durante el mandato del expresidente Donald Trump. Y ahora que empieza la era Biden, una pregunta se hace inevitable a ambos lados del Pacífico: ¿puede mejorar la situación?
Expertos de ambos países advierten que la salida de Trump no significará una mejora sustancial de la relación a corto plazo.
rtk/mkh
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