Marcia Choueri, Resumen Latinoamericano, 16 de julio de 2021.
Sé que es demasiado pronto para reclamar la victoria, pero tengo que decir: ¡En Cuba no se crean gusanos!
Llevaron a cabo una operación de guerra poco convencional según lo requerido, en cada detalle, y se encontraron en el agua.
¿Quienes son ellos? Las habituales: la mafia cubanoamericana, financiada por el gobierno de Florida y USAID (la agencia estadounidense que supuestamente sirve para ayudar a los países pobres). La historia fue así:
– El 23 de junio, la Asamblea General de la ONU votó sobre el proyecto de resolución exigiendo el fin del bloqueo estadounidense a Cuba, que ha durado más de 60 años. Un aparte: es el bloque más largo de la historia. Estados Unidos nunca ha impuesto tantas sanciones y durante tanto tiempo a otro país, ni a China, ni a Rusia, ni a Irán, ni a nadie más. Regresando:
– El 15 de junio, por lo tanto, ocho días antes de la votación, una empresa llamada Proactive Miami Inc. fue certificada para recibir dinero del Departamento de Estado de Florida, donde tiene su sede la empresa. Ese mismo día, lanzó el hashtag “SOS Cuba” en las redes sociales y simultáneamente convocó una protesta contra el gobierno cubano, frente a la sede de la ONU, el día de la votación. Todo esto fue sofocado, en ese momento, por la inmensa campaña internacional contra el bloqueo, que dominaba las redes.
– El 5 de julio volvieron a atacar, pidiendo Intervención Humanitaria y un Corredor Humanitario en Cuba.
El corredor humanitario es una medida internacional para garantizar, por ejemplo, que el apoyo médico llegue a una zona de guerra, sin que el convoy sea atacado. Es un concepto que no se aplica a un país que vive con normalidad, sin ninguna situación de emergencia, como es el caso de Cuba. Por supuesto, la pandemia es una situación excepcional, pero lo es para el mundo entero. También es cierto que ha aumentado el número de pacientes con Covid-19, y consecuentemente de muertes, debido al ingreso al país de las cepas más contagiosas. Pero la gravedad de la situación no se acerca ni a lo que se ve en otros países, y nadie habla de corredor o intervención humanitaria en Brasil, por ejemplo, donde la situación es mucho más grave en todos los aspectos: números positivos, muertes, asistencia sanitaria. cobertura, vacunación.
Intervención “humanitaria” fue el nombre que se le dio al ataque militar de 1999 contra Yugoslavia por parte de la OTAN y Alemania, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU (porque fue “humanitario”). De eso es de lo que están hablando.
– El 9 de julio se volvió a difundir el hashtag “SOS Cuba”, utilizando tecnología de punta para hacerse viral. Una sola cuenta publicó más de mil tweets a una velocidad de cinco publicaciones por segundo. Es obvio que esto solo se puede hacer con la intervención de trolls y bots. La operación fue denunciada en varias ocasiones a Twitter, que ignoró sus propias reglas y no bloqueó ninguno de los perfiles que participaron.
Se alteraron los mecanismos de geolocalización para simular que la campaña se originó en Cuba, lo cual no es cierto. Está comprobado que los usuarios de estas cuentas se encuentran en Florida y en otros países, como España, por ejemplo, donde hay “influencers” anticubanos muy activos.
– El domingo 11 de julio se llevaron a cabo varias manifestaciones públicas en Cuba en diferentes puntos del país. La simultaneidad de los hechos muestra que no fueron espontáneos, como querían que aparecieran.
En cuanto se supo lo que sucedía, el presidente de la República y primer secretario del Partido, Miguel Díaz-Canel, acudió con otros dirigentes al municipio de San Antonio de los Baños, cerca de La Habana, para dialogar con los manifestantes.
Posteriormente, en una transmisión especial de la televisión nacional, comunicó los hechos y llamó a los revolucionarios a tomar las calles. Sus palabras fueron: se da la orden, las calles son de los revolucionarios, con los comunistas a la cabeza. Es decir, llamó a todos los que apoyan la Revolución, con los miembros del partido a la cabeza, a ocupar el espacio público. En ningún momento sugirió que entraran en conflicto, o que atacaran a los manifestantes, como afirmaron los medios internacionales. Por el contrario, el discurso del gobierno cubano es de comprensión, diálogo y comprensión.
Todos reconocen que la situación puede resultar bastante incómoda, e incluso exasperante, para la población. Hay condiciones objetivas para ello: durante unas dos semanas, algunos lugares sufrieron apagones diarios, debido a los daños en dos plantas generadoras de electricidad. Esta situación ya está resuelta. Otro tema estresante es la escasez de alimentos y medicinas, lo que provoca una escasez de algunos artículos y largas colas para adquirir productos de primera necesidad. Sin embargo, la gran mayoría de los cubanos sabe que esto se debe, sobre todo, al bloqueo en sí.
En cuanto a los actos públicos, los más importantes del domingo fueron los de los partidarios de la Revolución, quienes de inmediato salieron a las calles a la convocatoria del presidente. Las manifestaciones antigubernamentales no fueron pacíficas, como informa la prensa internacional, ni fueron reprimidas con violencia policial. Varios hechos fueron, de hecho, simples disturbios, saqueos de algunas tiendas y asalto a policías. Y fueron enfrentados por tropas de infantería, con los únicos medios de protección personal. No se utilizaron tropas antidisturbios, ni bombas paralizantes, aerosoles de pimienta, balas de goma, chorros de agua, nada. Solo la fuerza estrictamente necesaria para evitar mayores daños a personas y bienes.
Está comprobado que los líderes de estos disturbios son financiados por personas y organizaciones en los Estados Unidos, quienes deben estar bastante frustrados porque no obtuvieron el resultado que soñaron. No hubo explosión social. Y la vergüenza fue tan grande que intentaron usar fotos de las manifestaciones progubernamentales como si fueran suyas. También utilizaron imágenes de argentinos celebrando su victoria futbolística y otras de una manifestación en Egipto, para convencer a la opinión pública mundial, y también a la de Cuba, de que había grandes multitudes en las calles.
Vuelvo al principio: aquí no se crean gusanos. Pero el peligro para Cuba no ha pasado. Porque el gran problema no es una explosión social, que todos aquí y en Miami saben que no va a suceder. El riesgo es que estas mentiras y fraudes se utilicen para justificar una “intervención humanitaria”.
Por lo tanto, la mejor manera de apoyar a Cuba en este momento es difundir los hechos reales. Demostrar que estamos en medio de un operativo bélico, cuya primera víctima, como decían, es siempre la verdad. Buscan pretextos para atacar la isla, porque 60 años de bloqueo no fueron suficientes para romper la resistencia cubana. Porque aquí hay un pueblo valiente, liderado por una Revolución que trabaja por la paz y la justicia social.
Consejo para saber separar los hechos de las falsificaciones: cualquier acción en apoyo a Cuba pide, en primer lugar, el fin del bloqueo .
# IntervenciónNo
#ForaBloqueio #CubaNoEstaSola
#CubaSalva #EliminaElBloqueo
* Miembro del Comité de Solidaridad Carioca por Cuba en La Habana.
Periódico Alternativo publicó esta noticia siguiendo la regla de creative commons. Si usted no desea que su artículo aparezca en este blog escríbame para retirarlo de Inmediato
No hay comentarios.:
Publicar un comentario