Organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos, juveniles y anti-militaristas, denunciaron el comienzo de las jornadas de incorporación a las fuerzas militares en Colombia, no por ilegales, sino por la manera en que en muchos casos son llevadas a cabo, pasando incluso por encima de la ley que dicen defender.
Dicha situación significa fuertes riesgos de vulneración de miles de jóvenes que en el país son retenidos contra su voluntad, engañados o detenidos sus documentos, entre otras prácticas ilegales
Alejandro parra, es parte de la asociación colombiana de objetores y objetoras por conciencia (ACOOC) quien fue consultado por un medio popular en Colombia sobre la denuncia que hacen y cuales los hechos que se presentan alrededor del reclutamiento ilegal a través de las “batidas”.
Alejandro ha señalado que la denuncia que realizan tiene que ver con prácticas de reclutamiento al forzar a los jóvenes a ir a los batallones, lo cual se corresponde con el delito de detención arbitraria con fin de reclutamiento y que esta prohibida por varias sentencias de la corte constitucional, e incluso, prohibida en la nueva ley de reclutamiento o ley 1861 del 2017.
En muchos casos a los jóvenes se les retiene el documento, forzándolos a ir al batallón; o en la citación les dicen que pueden resolver la situación cuando vayan al batallón, creándoles una falsa expectativa, pero una vez llegan a la unidad militar, al distrito militar o al batallón, lo que les hacen es que les retienen el documento, les retienen la cedula y los pasan inmediatamente a hacer la prueba de actitud psicofísica con la finalidad de que si salen aptos, inician inmediatamente el proceso de reincorporación, saltándose el debido proceso establecido por la ley 1861 para que los jóvenes puedan definir su situación militar.
De otro lado, los procedimientos irregulares o el desconocimiento y la falta de garantías para el ejercicio de la objeción de conciencia, es otro punto de denuncia, porque se ha sabido de varios jóvenes que manifiestan querer hacer uso de este derecho, pero la respuesta de los efectivos dentro de los batallones, es que no lo pueden hacer si no están inscritos o certificados como objetores de conciencia, lo cual es falso, o que solo lo pueden hacer si son integrantes de una entidad religiosa, lo cual es falso también y muchas veces ni siquiera reciben las declaraciones de los jóvenes cuando estos las hacen o manifiestan querer hacerlas.
No se están aplicando las garantías para que los jóvenes puedan hacer uso de este derecho fundamental, que cuenta con reconocimiento constitucional, pero que también aparece como una causal de exoneración dentro de la ley 1861 del 2017.
Frente a la pregunta de si han adelantado alguna denuncia o exigencia ante las autoridades pertinentes, Alejandro señalñó que, “El año pasado nos reunimos con la defensoría del pueblo y el comando de reclutamiento que es la entidad del ejército que está a cargo de organizar y de receptar las denuncias que estamos haciendo de ejercer las sanciones efectivas contra los soldados y/o suboficiales y oficiales que estén incurriendo en detención arbitraria con fin de reclutamiento.
En dicha reunión presentamos un reporte extraordinario en donde establecimos muy bien, todas las implicaciones que tienen estas prácticas irregulares de reclutamiento y frente a ello, la verdad sea dicha, a pesar de los compromisos adquiridos de parte del comando de reclutamiento, muy poco se ha hecho por cambiar este tipo de prácticas que lesionan los derechos fundamentales de los jóvenes.
En Bogotá tenemos un problema también y es que el ejército no cuenta con autorización alguna para ingresar a estas instalaciones y esto nos lo dijo directamente personal de Transmilenio en una mesa interinstitucional, quienes nos manifestaron que el ejército no tiene permiso para estar dentro de las instalaciones, pero además de que no tiene permiso, lo que hace el ejército es retener el documento de identidad y/o forzar a que los jóvenes firmen las citaciones bajo intimidación, es decir, diciéndoles que si no firman van a tener una multa, que va a ser peor, que quedaran como remisos, que pueden ser capturados, cuando es completamente falso todas estas aseveraciones”.
Los jóvenes terminan accediendo en firmar estas citaciones y luego llegan a cumplirlas en donde se han presentado las situaciones descritas; no solo les han retenido el documento de identidad sino que en muchos casos les hacen firmar un documento llamado “renuncia a causales de exoneración y aplazamiento”, lo cual es como una renuncia a derechos, esto es un documento ilegal, pero manipulan o intimidan al joven para que los jóvenes firmen, legalizando de esta manera estos operativos ilegales de reclutamiento.
Esto se ha denunciado ante la procuraduría y directamente ante el comando de reclutamiento, ante la defensoría del pueblo, pero hasta ahora no se han tomado las medidas disciplinarias que deberían tomarse para evitar que este tipo de procedimientos ilegales se sigan llevando a cabo.
Entre el 2012 y el 2015, se documentaron mas de 300 procedimientos de detención arbitraria con fin de reclutamiento y por esas más de 300 denuncias, solo se produjo una sanción disciplinaria contra un mayor.
Una sola sanción da cuenta de que no hay interés real de parte de las fuerzas militares por evitar que estos procedimientos se sigan dando. Sólo están tratando de garantizar el cumplimiento de las cuotas de reclutamiento, cuyo monto para este mes de febrero del 2022 esta en 18.000 jóvenes para el primer contingente.
-¿De qué manera pueden los jóvenes evitar caer en estas redadas, batidas o reclutamientos ilegales, Alejandro?
Nuestra principal recomendación para los jóvenes que en este momento cuentan entre 18 y 24 años y que puede estar dirigiéndose al estudio, trabajo, a donde sea y se encuentra con un operativo de estos, irregulares, es que en un primer momento y bajo ninguna circunstancia están obligados a entregar el documento, o a entregar tan siquiera el número del documento, aunque le digan lo que digan… “que es que necesito verificar si usted es colombiano, porque hasta con este tiro han salido”… simplemente saca la cédula, la muestra y verifica que usted es colombiano, pero no tiene por qué entregarle el documento, ni el número, porque usted lo va a utilizar con fin de reclutamiento, y para eso, yo tengo que inscribirme en la página de acuerdo al procedimiento establecido por la ley 1861 del 2017, así que no tengo porque entregarle mis datos.
La primera y más importante de las recomendaciones es que no entreguen sus datos a efectivos del ejército porque no están facultados para recoger los datos, ni en la calle, ni en el sistema de transporte, ni en lugares públicos porque para eso hay un procedimiento establecido por la ley.
Una segunda recomendación es, si ya el joven asistió a la citación y una vez dentro de las instalaciones del batallón le quitan el documento de identidad, le hacen los exámenes y se lo intentan llevar, lo primero es que no deben firmar absolutamente nada porque bajo presión la firma es ilegal, porque yo no puedo firmar documentos en donde renuncie a mis derechos y con su firma puede estar validando un procedimiento ilegal de reclutamiento y legalizando un procedimiento completamente irregular.
Otras de nuestras recomendaciones es que intente comunicarse con alguna persona o familiar, o con nosotros al celular 3003824059 y nos puedan reportar si están siendo víctimas de algún procedimiento irregular y podamos asesorarles sobre el que hacer al respecto.
Lo último es que para hacer uso al derecho a la objeción de conciencia, lo único que requieren es escribir su declaración en una hoja y no requieren absolutamente nada más.
Lo único que tendrá que hacer el joven para su derecho a ser objetor de conciencia (recomendamos que por escrito) es poner en una hoja las razones por las cuales no va a prestar el servicio militar, razones por las cuales el joven considera que el servicio militar está en contra de sus convicciones, en contra de sus principios, y ya con ello, puesto en una hoja, no debe seguir acuartelado, y es una obligación recibir el documento de parte de la institución militar.
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