Por Fernando Scolnik, Resumen Latinoamericano, 28 de julio de 2022.
El ahora ex presidente de la Cámara de Diputados asumirá en un ministerio unificado de Economía, Desarrollo productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca. Al virreinato del FMI se suma como funcionario del Poder Ejecutivo un íntimo amigo de la embajada de Estados Unidos en Argentina que inició su carrera política en la derecha liberal, pasó por el menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo, para luego enfrentarse a Cristina Kirchner durante años, ser clave para votarle leyes a Macri y finalmente desembarcar en el Frente de Todos. Un capítulo más de una crisis eterna.
En desarrollo.
La crisis sin fin del país y del Frente de Todos suma un nuevo capítulo. En medio de una fuerte corrida cambiaria que el Gobierno busca resolver acatando los planes de ajuste del FMI y haciendo concesiones a los grandes capitalistas del campo y a los negocios especulativos de los bancos, se da una noticia de alto voltaje político con la cual se venía especulando desde hace semanas: el ingreso de Sergio Massa al Gabinete.
El hombre de Tigre ocupará un nuevo ministerio. El presidente decidió ponerlo al frente de una reorganización del área económica, que unificará Economía, Desarrollo productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca. Incluirá además las relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito.
Hijo de un empresario de la construcción, Massa hizo sus estudios de abogacía en la Universidad de Belgrano. Sus orígenes políticos se remontan a su adolescencia, cuando se sumó a las filas de la UCeDé, el partido de la derecha liberal fundado por Álvaro Alsogaray.
A mediados de la década del `90, Massa fue de los miembros de este partido que promovió la fusión con el menemismo, y así fue como pasó a engrosar las filas del PJ, donde se inició de la mano del gastronómico Luis Barrionuevo y la diputada Graciela Camaño.
Por esos años ocupó un cargo en el Ministerio del Interior y fue asesor de “Palito” Ortega. Tiempo después sería nombrado por Eduardo Duhalde como Director Ejecutivo de Anses, rol que conservaría durante el kirchnerismo hasta ser elegido intendente de Tigre en 2007. En el 2008 volvería al gobierno nacional como Jefe de Gabinete de Cristina Fernández, con quien rompe en 2009, cuando vuelve a asumir como intendente de Tigre.
Tras su ruptura con el kirchnerismo, cables de WikiLeaks revelaron su fluida relación con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. En esos diálogos se vieron sus posiciones claramente antiobreras cuando apoyó a la empresa multinacional Kraft-Terrabusi, que en 2009 realizó despidos masivos. Los cables dicen que “Massa dijo tres veces que creía que la compañía estaba en lo justo cuando echó a 155 trabajadores por no ir a trabajar en julio. Insinuó que los líderes sindicales de la planta son extorsivos y no razonables”.
Hacia el recambio de 2015, Massa fue candidato a presidente. Entre sus propuestas más destacadas estuvieron la idea de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles. También atacó violentamente a los trabajadores y trabajadoras de la educación, acusándolos de ausentismo. Fue Nicolás del Caño quien lo desenmascaró en el debate presidencial, poniendo en evidencia que quien se «ausentaba» de su trabajo era él, en la Cámara de Diputados.
Durante el macrismo, Massa fue uno de los actores centrales del peronismo que le permitió a Cambiemos votar las leyes de ajuste y entrega en el Congreso Nacional, empezando por la de aprobación del acuerdo con los fondos buitres que dio inicio a un fenomenal ciclo de endeudamiento cuyas consecuencias se viven dramáticamente hoy e hipotecan la historia de nuestro país durante décadas si no damos vuelta la historia.
En los últimos años, y tras un fuerte enfrentamiento con Cristina Kirchner, Massa terminó declinando sus aspiraciones presidenciales para sumarse al Frente de Todos, donde se reconciliaron las distintas facciones del peronismo para volver al Gobierno.
Como presidente de la Cámara de Diputados en representación de este espacio político, venía jugando el rol de hacer aprobar las leyes que precisió el Gobierno, que desde un principio tuvieron una clara orientación de legitimar la herencia macrista y preparar el terreno para planes de ajuste: anular la movilidad jubilatoria que iba a beneficiar a los adultos mayores en diciembre de 2019, sancionar presupuestos de ajuste y, finalmente, el acuerdo con el FMI cuyas duras consecuencias estamos viviendo.
Hoy, con un ingreso al Gobierno, el Frente de Todos buscar darle «volumen político» a una presidencia debilitada y desprestigiada. Aunque se esperan detalles respecto de la reorganización de conjunto del gabinete, la intencionalidad política está puesta en darle músculo a una gestión que no solo enfrentar una grave crisis económica y social, sino que se predispone a aplicar más profundamente los planes de ajuste del FMI.
Como prueba, vale lo sucedido en los últimos días: mientras las grandes mayorías sufren los golpes de la inflación y la precarización, el Gobierno viene de hacer concesiones a las grandes patronales del campo para que liquiden dólares, y la ahora ex ministra Batakis viajó a Estados Unidos a proponer más planes de ajuste. También se subieron las tasas de interés para garantizar los negocios especulativos de los bancos.
Mientras el Frente de Todos administra y profundiza la crisis, y la oposición de derecha pide más ataques, este jueves se vivió una nueva jornada de lucha en las calles. Desde temprano, la Red de Trabajadorxs Precarizadxs y el Movimiento de Agrupaciones Clasistas salieron a las calles junto a referentes de la izquierda como Nicolás del Caño y Myriam Bregman en apoyo a las luchas y por otra salida a la crisis. Más tarde, la Unidad Piquetera realizó una jornada nacional de lucha, con epicentro en la Plaza de Mayo.
La continuidad de la crisis exige redoblar el apoyo a los que pelean, como los obreros del neumático o las y los docentes en distintos puntos del país (como en Mendoza, donde esta semana hubo una marcha multitudinaria), y exigir un paro nacional activo y plan de lucha a la CGT y la CTA en la perspectiva de la huelga general, para derrotar el plan de ajuste.
Peleas que deben ser dadas desde una perspectiva de fondo. Porque son ellos o nosotros. Por eso el PTS en el Frente de Izquierda Unidad realiza también por estos días una fuerte campaña de agitación masiva en lugares de trabajo, estudio y barrios, por 6 medidas urgentes frente a la crisis, en la perspectiva de un Gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre que socialice los medios de producción y que, planificando democráticamente la economía, empiece a desarrollar una transformación socialista que garantice la solución a las demandas de las grandes mayorías, como parte de una lucha internacional de los trabajadores y los pueblos oprimidos del mundo.
Fuente: Izquierda diario
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