Resumen Latinoamericano, 31 de julio de 2022.
Por Rosana Cesaroni.
Hay sol radiante en Santiago, según dice Marcelo Osses en el comienzo de la entrevista para Resumen Latinoamericano. Desde Chile este comunicador popular, fundador e integrante de Radio Plaza de la Dignidad analiza la actualidad de su país, teniendo como eje la disrupción política de La Revuelta del 18 de octubre de 2019, un movimiento popular que “continuará hasta la caída del modelo neoliberal”, asegura Osses.
Resumen Latinoamericano: ¿Qué lectura política hacés del gobierno de Boric, en los aspectos que quieras mencionar?
Marcelo Osses: El gobierno de Boric es una continuidad del mismo modelo neoliberal, funcional a la conservación de los intereses del gran capital. Desde el punto de vista represivo ha sido un golpe fuerte instalar fuerzas policiales, han vuelto al copamiento con fuerzas de infantería, carros blindados, la represión ha sido tanto o más que con Piñera. Esta semana vuelven a votar la excepción en el Wallmapu mantener a los milicos en la zona de conflicto Mapuche. Por otro lado, el gobierno ha tenido una cantidad de errores de todo tipo, la capacidad de convocar a sectores populares a su proyecto ha sido nula.
«Este gobierno tiene la única posibilidad de ir amparándose en la derecha y en la Concertación que han sido instalados en lugares claves como el Ministerio del Interior».
Marcelo Osses / Radio Plaza de la Dignidad.
Las posibilidades de los sectores populares a dar peleas transformadoras están a la orden del día porque el engaño ha sido muy fuerte. Estamos con muchas organizaciones en campaña permanente por la libertad de los presos y presas políticas de La Revuelta, pero también por los presos anarquistas, por los presos subversivos como el comandante Ramiro más de 20 años en cárceles de Chile y Brasil, presos y presas políticos Mapuches y miles de personas que siguen sufriendo las secuelas de la prisión política. Estamos en lucha por la libertad de los presos por luchar.
R.L: ¿Como fundador de Radio Plaza de la Dignidad en qué punto está hoy este proyecto de comunicación popular?
M.O: A partir de La Revuelta en Chile nosotros nos planteamos como objetivo central ser parte de este sector del movimiento popular que es más rupturista. No somos un medio imparcial ni amplio, sino que tenemos una consideración estricta para dar voz a estos sectores populares que no la tienen en la prensa formal ni en los medios populares que ponen especial énfasis en una versión. Nosotros nos mantenemos a pesar de la pandemia, a pesar del repliegue, mantenemos nuestra voz y nuestra presencia con todas las dificultades que eso significa. Nos vinculamos con organizaciones que son parte de este sector político más radicalizado y tenemos las contradicciones que acarrea el tiempo, el desgaste y la falta de experiencia del equipo de trabajo de esta radio que funciona a través de redes sociales. Nos vamos interiorizando cada vez más de nuestros planteamientos de ir esclareciéndonos a medida que van ocurriendo las cosas en estos más de 2 años. Radio Plaza de la Dignidad sigue como proyecto comunicacional plenamente vigente.
R.L: ¿Cómo se inserta el sujeto político de la Revuelta del 18 de octubre de 2019 en el gobierno de Boric?
M.O: Nosotros creemos firmemente que el sujeto popular de La Revuelta el que vino de las poblaciones, de las deudas de los jóvenes que en estas dos décadas se endeudaron en el sistema educacional escuchando el ofrecimiento de las mejoras de su condición de vida y que finalmente el sistema los engañó, ese es un sujeto muy significativo y masivo. Esa cantidad de jóvenes desilusionados quedaron a la vera del camino, son los que en este minuto tienen nula participación en el proceso político, no son parte del sujeto político elitista del sector progresista, que ni social demócrata podemos llamar porque tienen políticas neoliberales y regresivas como han demostrado. Este sector elitista no incorpora a este sujeto político de ninguna forma, no son considerados protagonistas de este proyecto político progresista, que es la instalación de una reforma neoliberal que le dé estabilidad a este país por los próximos 30 o 40 años, ese será el proyecto político que prospere y responderá a las necesidades del capital económico del empresariado, que tiene como garantía haber sido protagonista de las luchas sociales como el mismo Boric, pero el sujeto político de La Revuelta es furgón de cola, no tiene representación en las políticas salvo, en las campañas o para poner me gusta en las redes sociales. Los sectores burócratas, aparecidos recientemente representan a este nuevo sector que tuvo su origen en las luchas estudiantiles, hace 20 años y que han logrado controlar a este movimiento social burocratizado. Lamentablemente desde el campo popular no hemos logrado encantar a este sector que fue el impulsor de La Revuelta y por las debilidades propias este grupo popular, no fue capaz de organizarse. Hoy día están a la deriva, esas grandes brigadas, comités, asambleas y los sectores de autodefensa, hoy día han ido quedando desarticulados o cooptados por esta democracia social o elites progresistas, nos estamos enfrentando a esta fase de la política.
R.L: ¿Qué le reclamarías a la izquierda chilena en relación al proceso que se inicia con La Revuelta de 2019 en varios temas, por ejemplo, frente al compromiso con los sectores populares, con las víctimas de la protesta social, con lxs presxs políticos, los Pueblos Originarios entre otros?
M.O: Nosotros como parte de esta izquierda más radicalizada tenemos un sentimiento muy encontrado de no haber logrado en este proceso histórico que provocó tanta rebeldía callejera, no haber sido capaces de insertarnos. Nunca nos propusimos encabezar ni orientar el curso del movimiento sino, insertarnos para entender el fenómeno y a este nuevo protagonista popular. Haber entregado el conocimiento para ponerlo al servicio de la rebeldía y no pudimos.
«Los sectores social demócratas, devenidos en progresismo, para nosotros literalmente, siempre fueron el enemigo, lo decimos con toda convicción, ellos nunca fueron parte del proyecto político liberador, nunca«.
Marcelo Osses / Radio Plaza de la Dignidad.
Ellos no sacaron de última hora ese proyecto político, lo tenían ya para ponerlo como reserva del neoliberalismo. No pudimos tener una influencia, aprender de lo que estaba ocurriendo y haber sido parte de este protagonismo popular y construir una hegemonía clasista que le diera salida a este proceso. Esta casta político empresarial ha dominado desde siempre desde que se constituyó nuestro país, esas son nuestras contradicciones. A los sectores demócratas no les podemos criticar eso porque para eso están, son la válvula de escape de este sistema y lo cumplen bastante bien. Esta élite política surgida desde hace 20 años como Boric, Vallejos y otros más, son serviles al proyecto político clientelar, dependen de los partidos políticos tradicionales y de nuevos partidos que sustentan este proyecto que es institucionalizador.
Aquí no hay idea de cambio ni de reforma, es la estabilidad del sistema, no hay ningún planteamiento de cambio de modelo.
Marcelo Osses / Radio Plaza de la Dignidad.
R.L: ¿Qué indicios hay de que La Revuelta continúa?
M.O: La Revuelta es un proceso que tuvo su reventón en 2019 pero viene de distintos episodios anteriores. Busca revertir el proceso neoliberal, busca la caída de este modelo. La consigna de La Revuelta era “No son 30 pesos son 30 años”, proponía que Chile iba a ser la tumba del neoliberalismo. La Revuelta se levanta desde muy abajo, los movimientos sociales de la previa desde el 2000, 2006, 2010 vinieron de la propia organización, de estudiantes secundarios, universitarios, movimientos territoriales en contra de la privatización, en contra de la precarización del trabajo, la destrucción medioambiental, todas tuvieron origen en las organizaciones. Pero en 2019 fue distinto, no fueron las élites ni los burócratas serviles los que tuvieron el control, si lo terrible para ellos era la pérdida del control durante meses. Este movimiento es inédito en nuestra historia contemporánea, por la profundidad. Tuvimos la cumbre de la OPEC Chile 2019 (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) y La Revuelta la suspendió, el Festival de Viña, los festejos de fin de año, el impacto fue muy potente y todos estos sectores quedaron al margen, nosotros también. Nuestra previsión que iba a venir un reventón era abrumadora, pero no pensamos en esta profundidad. No estuvimos preparados para comprenderla. ¿Para dónde va? Tenemos la plena convicción, no tenemos la capacidad política para influir en el proceso, pero no hay solución al problema de fondo que es el término de este modelo, sus formas institucionales, el cambio de gobierno no dan cuenta de la transformación que el pueblo necesita, no tiene solución desde arriba ni de los sectores más radicalizados. La Revuelta se inicia y tendrá nuevas facetas, pero no termina hasta producir el término de este modelo que es una olla a presión y podría nuevamente tener un reventón.
R.L: Durante La Revuelta pedían Asamblea Constituyente para reformar la constitución pinochetista y les dieron Convención Constituyente ¿Podrías decir qué avances y retrocesos ves en este proceso frente al 4 de septiembre?
M.O: Para nosotros este proceso convencional que tiene su origen a un mes de iniciada La Revuelta, un pacto espurio que tuvo como único propósito usurpar la voluntad popular, expresada radical y violentamente en las calles, reemplazarla por un proceso institucionalizador que le permitiera una salida política tanto al gobierno como a la élite política. Personajes como Boric, fue el que dijo “a esto hay que pararlo” refiriéndose a La Revuelta callejera. Nosotros insistíamos que esta revuelta era en contra de los poderes constituidos. Los blancos de la lucha popular eran: El gobierno, el parlamento, los tribunales, las fuerzas policiales particularmente los pacos. Nuestra consigna era terminar con esos poderes. Desde el primer momento las demandas de justicia social eran las más importantes y surgió esta idea de poner la Asamblea Constituyente como uno de los temas más significativos. El interés por mantener el sistema primó. Fueron sumándose los sectores populares al proceso de normalización ya se habían puesto de acuerdo que había que parar la movilización callejera. Los conflictos intraburgueses entre los sectores fascistoides y progres son por ver quien tiene más capacidad de conseguir más favores o estos nuevos sectores ascendentes como el Frente Amplio o Social Demócratas devenidos de la Nueva Concertación o los clásicos de la Democracia Cristina, a ver quién tiene más capacidad de darle institucionalización, pero no hay interés de producir un cambio significativo. La reforma a las policías que fue un tema prioritario hoy día tienen la capacidad sin desparpajo de decir: Carabineros cuenta con toda la confianza del gobierno para reprimir, para ocupar el Wallmapu, se han ganado la confianza de las élites para estar en el lugar donde están porque fueron capaces de encauzar esta revuelta en los límites de la institucionalidad, se fue cooptando a un número importante del movimiento popular y encauzando hacia esta opción.
La Convención Constituyente para nosotros es una entelequia, una farsa que va a ser instalada si se aprueba, pero no tiene desde nuestro punto de vista ninguna posibilidad de ser instrumento de cambio. En esta constitución el derecho de propiedad queda consagrado de mejor manera que en la vigente.
Marcelo Osses / Radio Plaza de la Dignidad.
La plurinacionalidad, los aspectos feministas y de igualdad de género no se reflejan ni tienen la profundidad de lo que necesita la sociedad chilena, no tienen igualdad social. Continúan los intereses del capital. No participamos, no tiene mayor importancia en el futuro lo que nos van a proponer es lo mismo. Si se aprueba, la posibilidad de transformar las leyes va a pasar por el Congreso, es un camino azaroso que no va a permitir que se implemente nada, nos vendieron el mismo cuento desde el año 88 en adelante. No es que tengamos prejuicios es que tenemos la convicción de que ahí no hay resultados, salvo la normalización del proceso de dominación, a través del nuevo sector emergente con la confianza de la élite político empresarial. En cualquiera de los casos en este proceso los sectores populares al margen, para variar. La política de estos sectores es sacarnos de las calles, a lo único que nos convocan a las calles es para su acto electorero, como ocurrió todo este año que estuvo instalada la Convención. Creen que van a lograr que con la presión sobre el parlamento las leyes se sancionen, eso es falso no participamos de ninguna manera hay otros sectores populares muy radicalizados llamando a abstenerse en el proceso plebiscitario nosotros creemos que eso no tiene sentido, nos desvía de la atención de necesidades imperiosas de sobrevivencia e impedir que sea este proceso institucionalizador el que termine por abrumarnos y nos subordine a lo que hemos estado oponiéndonos como pueblo, a tener un lápiz en la mano para decir que sí. Eso quieren imponernos y es de lo que nosotros queremos salir en algún momento.
R.L: La Revuelta del 18 de octubre de 2019 fue iniciada por los estudiantes secundarios, después se renombra a la Plaza Baquedano o Plaza Italia como “Plaza de la Dignidad”, ambos son símbolos muy fuertes, la juventud, una plaza histórica de la ciudad ¿Qué sentís frente a eso hoy pasado el tiempo?
M.O: Nosotros tenemos la convicción que este proceso que tiene como punto fuerte octubre de 2019 es fundacional, no termina hasta el fin de este modelo de dominación. No pensamos que termina con la toma del poder de los sectores populares, sino que termina con este modelo de dominación. Hubo una revuelta cultural muy profunda, el cambio de los nombres en Santiago por Plaza de la Dignidad fue el más significativo, pero en distintas regiones del país se cambiaron calles, plazas espacios públicos. Trataron de ignorar e invisibilizar la re monumentalización, nosotros botamos más de 400 monumentos sobre todo coloniales.
«En Santiago la estatua de Baquedano, también la estatua de Almagro, el descubridor de Chile temible conquistador español que tiene parque y tenía estatua, pero la botamos. Este proceso decolonial tiene un significado bien profundo y no ha sido posible para los sectores populares profundizarlos«.
Marcelo Osses / Radio Plaza de la Dignidad.
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Estamos perdiendo espacio como la propia presencia en la Plaza de la Dignidad, han reinstalado los nombres a los lugares, han tratado de darle normalidad, pero tenemos una abierta lucha en contra de esos factores de La Revuelta cultural muy potente, tratan de decir que todo lo que ahí ocurrió es vandalismo, no es deconstrucción, sino vandalismo y han calado en muchos sectores que ahora tienen otro discurso partiendo del propio gobierno.
Para algunos es fácil echar todo por la borda. Es sencillo porque ellos no pusieron los mártires ni los presos ni los heridos, los sectores en lucha están obligados a reponer y seguir construyendo esta memoria rebelde, esta capacidad de mirar lo que va a venir con los ojos de los antiguos y no con los burócratas.
Marcelo Osses / Radio Plaza de la Dignidad
Hay que escuchar con más atención a los sectores en lucha y darle continuidad contra la especulación de los alimentos, los arriendos, el golpe al bolsillo de los más pobres esas luchas son fundamentales. En esta pelea por nuestra memoria reciente son estos sectores los que tiene que estar activos porque los otros ya la enterraron. En octubre de 2019 y en este octubre nos han querido imponer que el punto originario de este movimiento fue el 25 como hito fundacional y nosotros decimos que el hito fundacional es el 18 de octubre cuando el pueblo salió a arrasar con todo, a quemar el metro, asaltar supermercados, ese el hito no el día que más gente salió a la calle sino el que tuvo el contenido. El primer plebiscito se hizo el día 25 como que fue el voto el hito fundacional del proceso y no es así.
R.L: ¿Dónde ubicarías hoy el concepto de dignidad después de La Revuelta?
M.O: La Dignidad está en los sectores que, a pesar de este bombardeo de la cooptación, de la presión y del chantaje siguen en lucha. Los que no creen y se resisten a obedecer. Hegemónicamente, tratan de imponer el camino único y es en estos sectores en la calle, en la organización territorial, en acciones de apoyo, en acciones comunitarias ahí está la Dignidad. Nosotros los que somos más viejos militantes estamos obligados a confiar en ese sector popular, que se moviliza con una conciencia de clase mayor. Hoy nos han impuesto el clientelismo a través del chantaje y prebendas abiertamente y son los que no están a la venta y no se entregan, los depositarios de la Dignidad que arrastra todo este proceso de luchas. No existe la posibilidad de la Dignidad en el voto, hoy la Dignidad está en un cambio radical del estado de cosas. Las pequeñas victorias son falsas victorias, eso solamente contribuye a esta normalización neoliberal que en nada potencian la capacidad revolucionaria del Pueblo.
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