Los legisladores mexicanos están en medio de una discusión álgida sobre si la Guardia Nacional debe pasar al control del ejército mexicano.
Hay argumentos válidos del gobierno y de la oposición. La Cámara de Diputados aprobó la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Para que esto sea oficial, solo falta que los senadores también la discutan, pero solo es un mero trámite, ya que los legisladores morenistas tienen mayoría simple y no necesitan de alianzas ni tratos con la oposición para modificar leyes secundarias.
El presidente López Obrador y los diputados y senadores de su partido, quieren que el ejército y la Marina, se involucren mediante un marco constitucional en tareas de seguridad pública junto con la Guardia Nacional y que ésta, responda al mando del Secretario de la Defensa y de él mismo. Es un asunto polémico, porque durante años, y en campaña, el presidente prometió que los soldados regresarían a los cuarteles, luego de que fueron sacados por Felipe Calderón y Enrique Peña. El presidente, ya no piensa igual.
Legisladores de oposición están en contra de que la Guardia Nacional sea controlada por la Secretaría de la Defensa, aunque tenga mando civil. Los militares no han dado resultados positivos en labores de seguridad, dice la oposición.
Los legisladores de oposición proponen que se recuperen las calles, los parques, las ciudades para que haya paz.
Los legisladores de Morena insisten en que la Guardia Nacional no debe ser militarizada, los integrantes de oposición en este Senado de la República dicen exactamente lo contrario, pero lo están en juego, es de qué forma se va a atacar el alto número de homicidios que existe en todo el país.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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