El Parlamento de Irak reanuda su trabajo con un acuerdo entre varios partidos para mantener un diálogo nacional a fin de solventar el estancamiento político.
Las labores en el Parlamento de Irak se habían suspendido desde que los manifestantes asaltaron a finales de julio la sede. No obstante, los medios locales, citando a una fuente, bajo condición de anonimato, confirmaron que desde el domingo “todo el personal del Parlamento ha vuelto al trabajo”.
En la misma jornada, el presidente del Parlamento iraquí, Muhamad al-Halbusi, sugirió una agenda para la segunda ronda de diálogo nacional con el objetivo de resolver la coyuntura política y el vacío de liderazgo en el país.
En un comunicado emitido en Twitter, Al-Halbusi subrayó que se debiera “fijar una fecha para elecciones parlamentarias anticipadas”, determinar un nuevo presidente y la formación de un gobierno “con plena autoridad”, que cuente con la venia de las fuerzas políticas y el pueblo.
De acuerdo con el presidente del Parlamento, hay que trabajar en la aprobación del presupuesto general del Estado y establecer que sea el Ministerio del Interior el encargado del despliegue y la imposición de la seguridad en todo el país.
Irak está inmerso en una crisis política desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2021. Durante los últimos meses, la injerencia extranjera y las divergencias entre los partidos han obstaculizado la formación de un nuevo gobierno.
El Parlamento ha sido incapaz de elegir a un nuevo presidente con una mayoría de dos terceras partes del Legislativo de 329 escaños, de conformidad a la Constitución. De hecho, el partido del influyente líder iraquí Muqtada al-Sadr, el Movimiento Sadr de Irak, obtuvo en octubre de 2021 la mayor cantidad de escaños, sin embargo, optó por ordenar a sus diputados que renunciaran en masa en junio, ante la falta de consenso entre los diferentes partidos para la formación de un nuevo Gobierno.
Posteriormente, el Marco de Coordinación, un grupo que aglutina a partidos chiíes —que se convirtió en la mayor alianza en el Parlamento iraquí—, nombró en julio a Muhamad al-Sudani como primer ministro del país. No obstante, los seguidores de Al-Sadr asaltaron el Parlamento dando comienzo a un plantón abierto en el recinto en rechazo a tal medida.
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