Candidato presidencial paraguayo Santiago Peña habla en la sede de su partido tras las presidenciales, Asunción, 30 de abril de 2023. (Foto: Reuters)
El oficialista Santiago Peña, del conservador Partido Colorado, ganó este domingo la presidencia de Paraguay frente al opositor Efraín Alegre.
Con casi la totalidad de las actas computarizadas, el oficialista Santiago Peña ha sido electo presidente de Paraguay, con el 42,74 % de los votos, frente a la dupla opositora formada por Efraín Alegre y Sole Núñez, de la Concertación Nacional, que obtiene el 27,49 %, según lo anunció el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).
En tercer lugar, se encuentra el representante del Partido Cruzada Nacional, Payo Cubas, con 22,92 % de los sufragios. Los demás candidatos presidenciales presentan menos del 2 % de los sufragios. El TSJE comunicó que la participación fue del 63,23 %, 13 168 votos fueron registrados como nulos y 68 120 en blanco.
El presidente del órgano eleccionario, Jorge Bogarín, ha asegurado que, a mayor escala, el proceso de votaciones generales, para al que estaban llamados a urnas más de 4.7 millones de electores, se realizó con tranquilidad, además ha felicitado a todos los candidatos.
Tras conocerse el avance de los resultados, el presidente saliente, Mario Abdo Benítez, envió sus felicitaciones a los votantes por su participación y felicitó a Santiago Peña. “Felicitaciones al pueblo paraguayo por su gran participación en esta jornada electoral y al presidente electo @SantiPenap. Trabajaremos para iniciar una transición ordenada y transparente, que fortalezca a nuestras instituciones y a la democracia del país”, posteó en su cuenta oficial de Twitter.
Durante su primer discurso como presidente electo, Peña señaló que comenzará “a diseñar el país que todos queremos” desde el lunes. Aseguró que es mucho lo que se tiene por hacer y pidió dejar de un lado las diferencias políticas y trabajar para la unidad de Paraguay. Agradeció, además, al expresidente Horacio Cártes (2013-2018) por “unir a la fuerza gobernate”.
En el mandato de Cartes, Peña se desempeñó como ministro de Hacienda. Es calificado como títere del expresidente, que está sancionado por Estados Unidos por ser considerado “significativamente corrupto”.
Asimismo, fue duramente criticado por su campaña política por sus mensajes que apuntaban al nepotismo y a la corrupción.
El ya excandidato, Efraín Alegre, por su parte, reconoció ante los medios que el resultado electoral pone de manifiesto que su bloque opositor no logró “llegar al objetivo de producir el cambio que la mayoría de los paraguayos nos están solicitando”.
En medio de los diferentes escándalos que salpicaron su candidatura, Peña se presentó buscando desmarcarse de Cartes y como un valedor de la transparencia, sin embargo, los fuertes vínculos quedaron registrados este domingo, pues Cartes encabezó, a su lado, el mitin de celebración de los resultados.
Entre sus promesas figura el combate a la evasión de impuestos, así como la creación de medio millón de empleos para reducir la economía informal; el control de la inflación; el mantenimiento de los precios de los servicios de energía y el aumento de programas sociales.
Sobre la corrupción, de por sí latente, Peña se comprometía en campaña con el combate, y es que en Paraguay, la riqueza está concentrada en una pequeña fracción.
Según expertos, precisamente por la corrupción mantenida, el 1,6 % de la población es propietaria del 80 % del territorio. Al tiempo, 25 de cada 100 hogares no tienen seguridad alimentaria, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas expuestos en diciembre de 2022.
“El flagelo reside por la concentración de poder en las manos de un partido prácticamente y la falta de alternancia en el poder”, decía el investigador experto en América Latina para el Instituto Affari Internazionali (IAI) de Roma, Tiziano Breda, pues el Partido Colorado ha gobernado la nación de manera continua desde 1954, con una sola excepción, entre 2008 y 2012, cuando el exobispo Fernando Lugo fue electo mandatario, pero luego destituido en un juicio político precisamente impulsado por esa bancada, que recuperó el poder en las siguientes elecciones.
En las votaciones de este 2023, fueron dispuestos 1.157 centros de votación y 12.259 mesas. Más de 400 observadores internacionales estuvieron presentes durante la cita en urnas.
Durante la jornada se registraron incidentes y hasta peleas en varios centros de votación, tanto en Asunción, la capital, como en otras ciudades. No habían abierto los colegios cuando representantes del oficialismo exigían que las máquinas de votación electrónica, utilizadas por primera vez en Paraguay, se colocaran en el interior de los salones aulas y no en los pasillos, como lo dictaminó el Tribunal Superior de Justicia Electoral.
Se reportaron denuncias por voto asistido. Desde la justicia electoral aseguraron que el código comicial estima que el voto asistido es válido para personas con deficiencias oculares o que carecen de algún miembro superior. “Hay gente que se desplaza lentamente o con bastón y quieren asistencia, esto está prohibido. No tiene por qué llegar acompañado”, señaló el titular del organismo, Jorge Bogarín, citado por medios nacionales.
El Ministerio Público recibió 35 denuncias por violaciones electorales a lo largo de este domingo. El organismo aclaró que en una causa “podría haber más de un hecho punible a investigar”. El voto en Paraguay es obligatorio, y quien no justifique su falta de asistencia a las urnas debe acarrear con una multa de 98 000 guaraníes, unos 12 dólares.
jcr/hnb
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