El común de las formas fascistas: defender el capital financiero
El fascismo tiene una multiplicidad de formas de expresarse, pero lo que lo une es la defensa del capital financiero, define Eduardo Artés en Negro y Blanco.
En el octavo programa de Negro y Blanco, de HispanTV, Artés aborda aumento del poder de las fuerzas populistas de ultraderecha en varios países del mundo.
En su introducción, el politólogo chileno pone de manifiesto que el fascismo es mucho más de Mussolini y Hitler en la forma de la defensa del capital financiero y la lucha anticomunista. El fascismo también ha sido Salazar en Portugal, Franco en España, Suharto en Indonesia, Pinochet en Chile, Videla en Argentina, en fin, son muchos y también muertos los asesinados por estos regímenes.
Hoy en día, alerta Artés, en el mundo entero, vía incluso institucional, el fascismo observa en aquellos que sostienen a ultranza el modelo neoliberal, que quieren privatizarlo todo y al mismo tiempo aplican mano dura contra los sindicatos, movilizaciones estudiantiles.
Sin embargo, “ellos que dicen ‘no somos fascistas’ SON FASCISTAS” y tienen el mismo interés fundamental de defender la oligarquía con componentes racistas, chauvinistas muy fuertes a nivel mundial […] Son los sionistas, la política antichina, antirrusa, antipalestina, antislámica… Bolsonaro en Brasil, y Trump en Estados Unidos, incluso los demócratas con Biden a la cabeza, al sostener gobiernos reaccionarios en el mundo, indica Artés.
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De este tema, en Negro y Blanco, Artés conversa con Álvaro Ramis, sociólogo, teólogo y Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Ramis dice que la derecha radical, la ultraderecha, neofascismo, neonazismo, etc., todo este conjunto de categorías que son adecuadas en la esencia política, tienen algo en común que es salir a defender del gran capital financiero en circunstancia particulares.
“En una escena de estabilidad y de crecimiento económico, cuando el neoliberalismo está en expansión, estas expresiones son marginales, porque la hegemonía, la construcción de consenso con respecto al crecimiento, se produce por un orden espontáneo; en cambio, cuando entra en crisis y el crecimiento mundial de ciertos países se contrae entran a la escena actores violentos que se dan de procesos de revoluciones fallidas que abren el camino hacia una arremetida de la derecha que canaliza las voluntades de cambio”.
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