En México, hubo elecciones en dos entidades en las que Morena, el partido en el poder, ganó el Estado de México y perdió Coahuila, pero modificó el panorama electoral a su favor.
El mapa electoral en México se modificó con las elecciones para gobernador en dos entidades del país. Morena ganó en el Estado de México considerado como el más importante por su número de habitantes y con el mayor padrón electoral con 12.5 millones de personas en edad de votar. Era el bastión del PRI, el partido hegemónico durante 94 años, cuna de políticos muy poderosos a nivel nacional y de uno que llegó a la presidencia, Enrique Peña Nieto. El Movimiento de Regeneración Nacional, ganó la gubernatura con Delfina Gómez, una maestra rural que primero gobernó Texcoco, fue senadora y Secretaria de Educación Pública.
En Coahuila, ganó la Alianza Va por México formada por tres partidos: PRI, PAN y PRD. Manolo Jiménez derrotó a Armando Guadiana, de Morena. En ambas entidades, fueron unas elecciones en paz. Los candidatos perdedores reconocieron su derrota apenas dos horas después del cierre de las casillas.
Con esta victoria en el Estado de México, Morena y sus aliados gobernarán 23 entidades, esto es más del doble que toda la oposición que tiene con solo nueve entidades bajo los colores de los partidos que forman la coalición Va por México.
Las elecciones en el Estado de México y Coahuila, dejaron varias cosas en claro: las coaliciones políticas llegaron para quedarse en México, Morena va a la alza y la oposición tiene que trabajar mucho para entusiasmar al electorado rumbo a las presidenciales del 2024.
Arturo Calvillo, Ciudad de México
pde/rba
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