Por Lucas Estanislao, Brasil de Fato /Resumen Latinoamericano, 12 de septiembre de 2023.
Hija de un empresario y ultraliberal, Machado quiere ser presidenta de Venezuela; El pasado implica apoyo a golpes de Estado y sanciones.
Por invitación del ex juez y senador Sergio Moro (União Brasil), se espera que la opositora venezolana María Corina Machado participe este martes (12) en una audiencia de la Comisión de Seguridad Pública del Senado brasileño.
La justificación de la invitación, según el propio senador, sería debatir “la situación actual del Estado democrático de derecho, las libertades y garantías individuales en Venezuela y el impacto de esta inestabilidad en la seguridad pública”.
Sin embargo, Moro aprovechó para criticar al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y afirmar que “Brasil está alineado internacionalmente con autocracias y dictaduras”. Desde hace meses, el ex juez utiliza las relaciones diplomáticas entre Caracas y Brasilia -reanudadas en mayo tras años de ruptura- para atacar al gobierno brasileño. A través de las redes sociales, Moro y María Corina han estado interactuando públicamente para reafirmar sus puntos de vista y hacer comentarios negativos sobre los gobiernos de Nicolás Maduro y Lula.
Pero al fin y al cabo, ¿quién es María Corina Machado, la opositora que participará este martes en la audiencia del Senado?
Familia rica y ONG financiada por Estados Unidos
Después de ingresar a la política, Machado comenzó a presentarse como ingeniera industrial y activista por la “libertad” de Venezuela. Sin embargo, la opositora histórica del chavismo es hija de Enrique Machado Zuloaga, uno de los más grandes empresarios venezolanos, fallecido en enero de este año. Dueño de la siderúrgica Sivensa, Zuloaga construyó un imperio vinculado al sector de los metales pesados y la energía que, tras su muerte, continúa bajo el control de su familia. El actual presidente de la empresa es Oscar Augusto Machado, primo de María Corina.
A principios de la década de 1990, las empresas de la familia Machado se convirtieron en el primer exportador privado no petrolero de Venezuela, pero chocaron con el gobierno del ex presidente Hugo Chávez. En 2009, Chávez decretó la expropiación de dos sucursales de Sivensa. Al año siguiente, en 2010, tras una huelga de los trabajadores de otra filial de Sivensa, Sidetur, el expresidente también nacionalizó la empresa.
En ese momento, Machado ya militaba políticamente en el país, dirigiendo una organización fundada por ella misma llamada Súmate, que se cataloga como una ONG para “seguir elecciones en Venezuela”. Sin embargo, la entidad participó activamente en las movilizaciones que culminaron con el golpe de Estado contra Chávez en 2002 y en la campaña para convocar a un referéndum revocatorio para poner fin al mandato del expresidente en 2004. Tras la victoria chavista en el Con casi el 60% de los sufragios, los directivos de Súmate fueron acusados de conspiración por la justicia venezolana por recibir donaciones del Fondo Nacional para la Democracia (NED), una institución estatal estadounidense creada en los años 1980 para trabajar en política exterior.
Golpe contra Chávez y visita a Bush
Además del apoyo de Súmate al golpe de Estado que derrocó a Chávez durante 48 horas en 2002, María Corina apoyó personalmente al gobierno golpista que momentáneamente se apoderó del país ese año. En aquella ocasión, el entonces director de la principal entidad empresarial del país, Pedro Carmona Estanga, se proclamó presidente de Venezuela y firmó un decreto que cerró el Congreso, anuló la Constitución, disolvió la Corte Suprema y suspendió las garantías jurídicas. María Corina estuvo entre las más de 300 personas que formaron parte del breve gobierno golpista y firmaron el llamado “decreto Carmona”.
En 2005, Machado fue recibido por el entonces presidente estadounidense George W. Bush / Casa Blanca
Luego del golpe y la derrota en el referéndum revocatorio de 2004, Machado amplió su acción y buscó apoyo internacional para Súmate. En 2005 visitó la Casa Blanca y se reunió con el entonces presidente estadounidense George W. Bush. El encuentro generó el rechazo de Caracas, que afirmó que, en ese momento, ni siquiera el embajador de Venezuela en Washington pudo conseguir una reunión con Bush.
Diputado impugnado y ‘guarimbas’
En 2010, Machado fue elegida diputada por el Estado Miranda, pero no terminó su mandato al ser destituida en 2014, tras aceptar un cargo como embajadora de Panamá ante la OEA (Organización de Estados Americanos), violando el artículo 149 de la Constitución venezolana. Constitución, que impide a los servidores públicos aceptar cargos de gobiernos extranjeros sin autorización del Parlamento. Según ella, el cargo ofrecido por el gobierno panameño serviría para “denunciar la violencia cometida” por el presidente Nicolás Maduro.
La violencia a la que se refería Machado fueron acciones policiales contra diversas protestas opositoras, que pasaron a ser conocidas en el país como “guarimbas”. El detonante de las marchas fueron las declaraciones realizadas en 2013 por el entonces candidato opositor a la presidencia, Henrique Capriles, diciendo que no reconocería la victoria de Maduro y llamaría a la población a protestar por los resultados electorales.
Sin embargo, con el paso de los meses, las protestas ganaron en alcance y estuvieron marcadas por el alto nivel de violencia utilizado por los manifestantes que incendiaron edificios públicos, atacaron sedes de partidos de izquierda y agredieron a trabajadores que se negaron a sumarse a las marchas. En ese momento, Capriles intentó distanciar su imagen de los disturbios y enfrentamientos casi diarios entre policías y manifestantes. La decisión abrió la puerta a que otros líderes de la oposición tomaran la iniciativa en las protestas. Entre ellos estaba María Corina Machado.
Las ‘guarimbas’ de 2014 y 2017 fueron animadas por María Corina / Ronaldo Schemidt/AFP
Las “guarimbas” volvieron a ocurrir tres años después, en 2017. Las protestas de ese año, sin embargo, duraron más y fueron incluso más violentas que las de 2014. Según la versión del gobierno, al menos seis personas murieron y 23 fueron agredidas durante la hechos por ser simpatizantes o partidarios del chavismo.
El caso más emblemático de este tipo de violencia ocurrió en mayo de 2017, cuando Orlando Figuera, de 22 años, fue linchado, apuñalado y quemado su cuerpo tras ser acusado de chavista durante una marcha en el oriente de Caracas. Según el relato de la madre del niño, quien lo encontró aún con vida en el hospital, los participantes de la marcha le preguntaron a Figuera si era chavista y el joven respondió que sí. “Lo apuñalaron, lo lincharon, le echaron gasolina y lo quemaron. Lo quemaron vivo porque era negro y porque era chavista”, dijo la madre en una entrevista con el diario Público .
Visita a Brasil y medida cautelar
En medio de las primeras “guarimbas” y poco después de ser destituida, María Corina visitó Brasil en abril de 2014. Por invitación del entonces senador Ricardo Ferraço, hoy vicegobernador de Espírito Santo, Machado fue recibido en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado donde fue elogiado. por la bancada de la entonces oposición a la expresidenta Dilma Rousseff y cuestionados por senadores de la base gubernamental. En Brasilia también se registraron protestas de movimientos populares contra la presencia de la oposición. La visita al país incluyó también una reunión con el entonces gobernador de São Paulo y actual vicepresidente, Geraldo Alckmin, y la participación en el programa Roda Viva de TV Cultura.
En junio de ese año, luego de regresar a Venezuela, María Corina fue acusada formalmente por el Ministerio Público por su participación en los episodios violentos ocurridos durante las protestas opositoras. Además, fue acusada de participar en un plan para dar otro golpe de Estado, esta vez para derrocar a Maduro. La denuncia fue aceptada por el parlamentario tras la filtración de supuestos correos electrónicos intercambiados entre Machado y otros opositores que abordaban un plan golpista “con apoyo de Washington”.
En 2014, movimientos protestaron contra la presencia de María Corina en el Senado brasileño / Evaristo Sa/AFP
Durante las investigaciones, el MP solicitó al Tribunal una medida cautelar para impedir que el opositor salga del país durante el proceso. El senador Sergio Moro, al invitar a Machado en los últimos días, hizo referencia a la prohibición y, por ello, el exdiputado participará de la sesión de este martes (12) de forma remota, a través de una videoconferencia. Brasil de Fato se comunicó con el Ministerio Público venezolano para saber si la medida cautelar sigue vigente, pero al momento de escribir este artículo no recibió respuesta.
Juan Guaidó y el bloqueo
En 2019, la oposición dio un paso más en la senda insurreccional para intentar ganar poder apoyando la autoproclamación del exdiputado Juan Guaidó como “presidente interino” del país. El plan formaba parte de la llamada estrategia de “máxima presión” desarrollada por Donald Trump durante su paso por la Casa Blanca. Aliadas con Guaidó y el “gobierno interino”, las sanciones impuestas por Estados Unidos contra la industria petrolera tenían como objetivo crear un caos económico y político y, así, obligar a Maduro a abandonar el poder.
Fuera de los focos, María Corina apoyó a Guaidó durante todo el período “interino”, a pesar de no haber ocupado nunca ningún cargo creado por el gobierno paralelo. También fue durante este período que la oposición comenzó a hablar más abiertamente de una “intervención militar extranjera” en Venezuela para lograr el derrocamiento del gobierno chavista.
“Si la amenaza no es real, el régimen no cederá”, dijo Machado a la BBC en 2019. Al año siguiente, en 2020, en una entrevista con la agencia alemana Deutsche Welle , el exdiputado incluso pidió un “militar quirúrgico”. intervención, para sacar a Maduro del poder”.
A pesar de la derrota electoral de Trump en 2020 y del fin del “gobierno interino” de Guaidó en 2022, María Corina sigue apoyando la política de sanciones de Estados Unidos contra Venezuela, que hoy forman un conjunto de más de 900 medidas tomadas contra instituciones, empresas estatales y servidores públicos.
Presidencia y descalificación
El apoyo al bloqueo estadounidense, que según estudios ha generado una grave crisis humanitaria en Venezuela en los últimos años, no parece hacer tambalear la confianza del opositor, que ahora vuelve a mirar la vía electoral como una posibilidad de venir. prender. Machado está entre los 14 candidatos que competirán en las elecciones primarias de la oposición, un intento de la derecha de definir una candidatura única para las próximas elecciones presidenciales previstas para 2024.
Pese a aparecer como favorita en algunas encuestas, la opositora no debería poder registrarse legalmente como candidata presidencial, ya que quedaría inhabilitada para ejercer cargos públicos durante 15 años , en un proceso que se remonta a 2015. La decisión, difundida por el Contraloría General de la República en junio, aumentó las tensiones políticas en el país, que ya vive un clima de campaña electoral. La justificación presentada por la CGR fue que hubo “inconsistencia y ocultamiento” patrimonial en la declaración patrimonial que presentó Machado durante el período en el que fue diputada de la Asamblea Nacional (2011-2014).
::Lo que se sabe sobre la inhabilitación del precandidato opositor a la Presidencia de Venezuela::
La opositora, sin embargo, niega cualquier irregularidad y acusa al Gobierno de “persecución política” para impedir su candidatura. Aún con su inhabilitación, Machado mantuvo su participación en las primarias y dijo que no desistirá de postularse a la Presidencia, prometiendo que llegará “hasta el final” para “barrer de una vez por todas el socialismo de Venezuela”.
A finales de agosto, en una entrevista con el canal Factores de Poder , controlado por opositores venezolanos afincados en Miami, el ex alcalde de Caracas y asesor internacional de la campaña de Machado, Antonio Ledezma, llegó a considerar un ” plan de desobediencia civil” si el opositor se le impide presentarse a las elecciones presidenciales, alegando la implicación de personal militar con el que estarían “conversando”.
Machado volvió a convocar a protestas para exigir la salida de Maduro en 2017 / Federico Parra/AFP
Ultraliberal y amigo de la extrema derecha
Las posturas de María Corina, durante los últimos años, han estado marcadas por la oposición al chavismo y las políticas económicas de los gobiernos de Chávez y Maduro. Sin embargo, sólo en los últimos meses sus ideas políticas, económicas y sociales ganaron mayor protagonismo en la prensa nacional e internacional.
Una de las principales propuestas de la campaña de Machado es privatizar la mayoría de los bienes y empresas públicas de Venezuela, incluida la petrolera PDVSA. La empresa es la principal responsable de la recaudación de divisas del Estado y, a pesar de la crisis y las sanciones, sigue siendo el polo más dinámico de la economía venezolana. El opositor aún no ha presentado un plan sobre cómo llevaría a cabo la venta de la empresa estatal.
La propuesta se basa en ideas ultraliberales que Machado defiende desde hace años y que incluso están recogidas en el estatuto del partido que fundó en 2012, Vente Venezuela: el Estado mínimo, el predominio de la propiedad privada y el protagonismo de las empresas. sector.
En el ámbito social, a pesar de mantenerse neutral en temas como la legalización del aborto y el matrimonio igualitario, Machado adopta un discurso conservador que resuena entre los opositores más radicales del chavismo, además de estar en sintonía con algunas fuerzas políticas de extrema derecha en otros países. ., como el partido Vox, de España, y con figuras vinculadas al “bolsonarismo” en Brasil.
Prueba de ello es que el exdiputado venezolano es uno de los firmantes de la Carta de Madrid, un manifiesto creado en 2020 con el apoyo de diversas corrientes y personajes de ultraderecha, como Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, Javier Milei. , candidato a la Presidencia argentina, y Giorgia Meloni, primera ministra de Italia.
Edición: Patricia de Matos
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