La nueva reunión para debatir las sospechas de malos tratos a los nacionales debe contar con la presencia de los ministros Ricardo Lewandoski, de Justicia y Seguridad Pública, y José Múcio Monteiro, de Defensa.
El Gobierno estudia cómo hacer la solicitud de explicaciones a Estados Unidos sobre el tratamiento dado a los deportados y para eso también espera las declaraciones de los brasileños a la Policía Federal (PF).
Según la estación televisiva CNN Brasil, Vieira hizo un informe a Lula sobre lo que escuchó el sábado del delegado Sávio Pinzón, superintendente interino de la PF en el norteño estado de Amazonas, y del mayor brigadier Ramiro Pinheiro, comandante del séptimo Comando Aéreo Regional, cuando el avión con 88 deportados llegó a la capital amazónica Manaos.
El canciller presentó, asimismo, al mandatario datos sobre otros vuelos de brasileños expulsados de Estados Unidos.
Desde 2022, el promedio resultó de 15 aviones al año y esta es la primera vez que hay informes de malas atenciones y agresiones.
Miembros del Gobierno citan que el uso de esposas a bordo del vuelo no es el problema, pues la evaluación de riesgos corresponde a los estadounidenses, responsables del transporte, y forma parte del acuerdo de deportación firmado por los dos países en 2018.
Los puntos a ser cuestionados a Washington se refieren justamente al tratamiento dado a los brasileños, lo cual incluye la elección del avión que presentó problemas técnicos, así como el equipo que acompañó el trayecto.
Una evaluación preliminar es que el vuelo fue supervisado por personas sin la formación necesaria para manejar la situación.
También se consideró inadmisible el hecho de que los deportados fueron esposados y encadenados en suelo nacional, cuando aterrizaron en Manaos, debido a la falla técnica de la aeronave.
Brasil calificó el fin de semana de inaceptable y pedirá esclarecimientos a Estados Unidos por el trato dado a sus ciudadanos durante un primer vuelo de deportación en la gestión del presidente Donald Trump.
De acuerdo con la Casa Blanca, el uso indiscriminado de esposas y cadenas viola los términos, que prevé el trato digno, respetuoso y humano de los repatriados.
La Administración brasileña considera inaceptable que las condiciones acordadas con Estados Unidos no sean respetadas.
oda/ocs
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