Angélica Ferrer
Corresponsal en México
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo 20 de enero podría generar algunas complicaciones al proyecto de nación de México, encabezado por la mandataria Claudia Sheinbaum, en áreas como el T-MEC y los flujos migratorios irregulares, estiman expertos en estudios políticos y sociales consultados por Sputnik.
"[Trump] mantendrá la idea de que México es un tercer país seguro para las deportaciones de migrantes irregulares de otras nacionalidades. Esto generará un conflicto de negociación al interior de México, donde se cuestionará cómo se gestionarán los recursos para, en caso dado, atender a esta población [migrante]", reflexiona el doctor en estudios políticos y sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Valeriano Ramírez Hernández.
Al respecto, el politólogo y consultor en Asuntos Públicos, Joel Rojas, comenta en una charla para este medio que el futuro presidente de EEUU podría afectar la estrategia de Sheinbaum, al menos en términos narrativos, para tratar de mermar su popularidad entre la ciudadanía mexicana.
"Nunca ha sido fácil la relación con EEUU para ningún Gobierno de México, pero considero que esta vez será más complicada en temas que cuestionen la credibilidad y la construcción [del proyecto de nación] hacia adelante, como el crimen organizado y
el fentanilo", destaca.
Trump asumirá la Presidencia de EEUU el 20 de enero de 2025. Este será su segundo periodo frente a la Casa Blanca; el primero comenzó en 2017.
Dados los señalamientos que ha realizado el futuro mandatario estadounidense, los especialistas vaticinan que la relación con Sheinbaum será tensa, al menos en el arranque del nuevo Gobierno.
"Será un vínculo muy ríspido. Trump tiene la intención de recuperar la hegemonía estadounidense y extenderla hacia México, así como sostener la subordinación de las naciones latinoamericanas", apunta Ramírez Hernández.
Lo que estará 'en la cuerda floja'
Además del proyecto de nación, hay otras cuestiones que estarán latentes en la relación que sostenga Sheinbaum con Trump.
Algunos de los aspectos que ya ha comentado el político republicano son:
1.
Imposición de aranceles de 25% a productos mexicanos y canadienses, como una manera de presionar para frenar la migración irregular que arriba a suelo estadounidense.
3.
Renegociar el acuerdo comercial T-MEC por presuntas prácticas que favorecerían a los productos chinos.
4.
Designar a los cárteles del narcotráfico como
"organizaciones terroristas extranjeras" y, con ello, abrir la puerta para que EEUU emprenda algunas acciones militares en suelo mexicano.
Para Ramírez Hernández, los primeros rubros en los que insistirá el próximo mandatario estadounidense respecto al Gobierno mexicano serán las
restricciones a las inversiones y mayores desacuerdos sobre el tema de los
productos transgénicos, como el maíz, razón que ha sido discutida en paneles del T-MEC.
Pero esto no es lo único que se debe tener en cuenta. "[Trump] intentará entrometerse en las decisiones internas, especialmente en cuestiones de seguridad. Además, tratará de influir en la toma de decisiones sobre los acuerdos políticos [mexicanos],
particularmente en la oposición [nacional] que jugará como contrapeso frente a las negociaciones que Sheinbaum tenga con EEUU", agrega el experto.
Sobre ello, Rojas subraya que
los mayores peligros serían en materia comercial y respecto a la popularidad que sostenga Sheinbaum a lo largo de su mandato. "Podrían cambiar los ánimos entre los gobiernos [EEUU y México] y los mexicanos,
exacerbando el nacionalismo", dice.
¿La Cuarta Transformación seguirá en pie?
Según Rojas —quien también es socio fundador de JOFA Consultores—, una de las maneras en las que Sheinbaum puede mantener a flote su Gobierno y el movimiento de la Cuarta Transformación iniciado por Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), es llevar a cabo una meticulosa tarea para negociar con Trump y su equipo.
"Por ejemplo, con Marco Rubio [nominado para ser secretario de Estado] no será una luna de miel. Estimo que la relación [bilateral] se pondrá a prueba día tras día, en cada negociación y encuentro. Esa es una oportunidad para México, en el sentido de demostrar su fortaleza. Eso puede ayudar mucho [al proyecto]", expresa.
Sobre esto, Ramírez Hernández, quien da cátedra en la UNAM, expone que hay cuatro ejes en los que puede centrarse la presidenta mexicana, con el fin de conservar su proyecto.
1.
Impulsar que la población se quede en el país, brindando mejores oportunidades educativas y laborales.
2.
Diversificación de proyectos económicos.
3.
Pensar en una redefinición educativa que vaya más allá de lo nacional
, sino pensando en un desarrollo regional con América Latina.
4.
Reestructurar la política social en el país.
Estrategias bajo la manga
Recientemente, el Gobierno mexicano presentó el Plan México, con el que busca, entre otras cosas, impulsar la producción nacional y depender menos de los bienes y servicios extranjeros.
En su discurso, el secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, indicó que esta estrategia ayudaría al país latinoamericano a sortear las vicisitudes que podrían generarse tras el arribo de Trump al Poder Ejecutivo estadounidense.
No obstante, los expertos destacan que si bien es un plan importante, no es suficiente, especialmente si hace realidad la amenaza de aplicar aranceles a México y Canadá.
"Si Donald Trump logra inhibir las inversiones y que todo se dirija a EEUU y no a México, el Plan se quedará en buenas intenciones y, al final del día, todo el trabajo e infraestructura serán debilitados", acota Rojas.
"El Plan México contribuirá, siempre y cuando los buenos oficios con la nueva Administración de EEUU sean de buena coordinación y negociación", concluye.
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