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22 mayo 2025

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Secrecía en torno a la salud de Biden evidencia que "se quería mantener" en la candidatura

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El diagnóstico de cáncer del expresidente Joe Biden ha reavivado el debate sobre su estado de salud mientras ocupaba la Casa Blanca. Para el investigador del Colegio de la Frontera Norte, José María Ramos García, la secrecía en torno a su condición revela "la prioridad política [y] electoral que era la coyuntura del momento".
El fin de semana, la Oficina del exmandatario informó que el demócrata de 82 años padece un "agresivo" cáncer de próstata que se extendió a los huesos.
Según el comunicado, Biden recibió la valoración el 16 de mayo tras presentar síntomas urinarios y acudir al médico. Tres días después, el presidente Donald Trump se refirió a la noticia y dijo que su predecesor debió ser más transparente sobre su estado de salud.
"Creo que es muy triste, en realidad. Me sorprende que no se informara al público hace mucho tiempo", sostuvo el mandatario.
"Podrían pasar años hasta que se alcance este nivel de peligro. Así que, miren, es una situación muy, muy triste. Me siento muy mal por ello y creo que la gente debería intentar averiguar qué sucedió", añadió.
Apenas en febrero del año pasado, Kevin O’Connor, médico oficial de Biden, escribió que el expresidente era un "varón sano, activo y robusto, de 81 años, que sigue siendo apto para desempeñar con éxito las funciones de la Presidencia".
Además, el profesional de la salud aseguró que no había "hallazgos consistentes con trastorno cerebeloso o neurológico central".
En el mismo mes, el informe a cargo del fiscal especial Robert K. Hur —como parte de una investigación por el hallazgo de documentos clasificados en la residencia privada de Biden correspondientes a la época en que fue vicepresidente de Barack Obama— concluyó que el entonces mandatario era un "hombre bienintencionado de avanzada edad con una mala memoria", que tenía "facultades mentales disminuidas en la edad avanzada".
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En su momento, las conclusiones de Hur desataron la indignación del mandatario, pero también un debate sobre su idoneidad para ejercer el cargo y, sobre todo, buscar la reelección, pretensión que abandonó tras su desastroso desempeño en el debate con su entonces contrincante republicano: Donald Trump.

Una encuesta de NBC News de febrero de 2024 reveló que tres cuartas partes de los votantes, incluida la mitad de los demócratas, estaban preocupados por la salud mental y física de Joe Biden.

Ahora, el cáncer se da a conocer pocos días después de la publicación de un adelanto del libro Original Sin (Pecado original), de los periodistas Jake Tapper y Alex Thompson.
La investigación —que denuncia que el entorno del expresidente encubrió su "deterioro cognitivo" rumbo a la carrera presidencial— narra un episodio ocurrido en junio de 2024, cuando Biden viajó a un evento de recaudación de fondos en Los Ángeles, de cara a las elecciones presidenciales de ese año, y fue incapaz de reconocer a su amigo y donante demócrata George Clooney.

¿Es posible que el diagnóstico no sea nuevo?

En una entrevista para la cadena MSNBC, el doctor Ezekiel Emmanuel, oncólogo que fungió como asesor de la Casa Blanca de Biden durante la pandemia de COVID-19, dijo que es altamente probable que el expresidente estuviera enfermo de cáncer desde hace un tiempo sin saberlo.
"No se desarrolló en los últimos 100 o 200 días. Lo tuvo mientras era presidente. Probablemente lo tuvo al comienzo de su presidencia en 2021. Sí, no creo que haya ningún desacuerdo al respecto", declaró el experto.
De acuerdo con un análisis del medio estadounidense The Wall Street Journal, que cita a diversos expertos, en Estados Unidos muchos cánceres de próstata se detectan con un análisis de sangre que mide el antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), una proteína que producen las células de este órgano.
Se trata de una prueba económica, indica el artículo, y puede ayudar a detectar un posible cáncer antes de que se manifiesten los síntomas.
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Si bien existen algunos tipos de cáncer de próstata particularmente agresivos que no secretan suficiente PSA para ser detectados en la prueba, se trata de casos poco frecuentes, dicen los médicos consultados por el rotativo.
No se sabe públicamente si el expresidente se sometía periódicamente a estas pruebas antes de su diagnóstico, además de que son desaconsejadas por los expertos para hombres de 70 años o más debido a los falsos positivos que pueden arrojar. Sin embargo, sostiene el Wall Street Journal"no era un paciente típico", sino el jefe del Ejecutivo de una potencia mundial.

"Siendo el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos en buscar la reelección, su salud estaba bajo un escrutinio considerable por parte de los votantes", sentencia el medio.

Para el investigador del Colegio de la Frontera Norte, José María Ramos García, es posible que la secrecía en torno a la salud del expresidente demócrata "revela el interés y la prioridad política [y] electoral que era la coyuntura del momento".
"Era un momento muy importante, políticamente hablando y, por lo tanto, se quería mantener, en ese caso, la propia candidatura", dice Ramos García en entrevista con Sputnik.

"No renunció por esos factores"

Cuestionado sobre las afectaciones que el estado de salud de Biden pudo tener en la toma de decisiones de gran envergadura, como el apoyo irrestricto a Ucrania o a Israel, el experto desestimó que esto haya tenido una influencia importante, toda vez que el jefe de Estado estadounidense cuenta con un grupo de asesores.
"Yo no creo que haya influido, sobre todo porque son temas, bueno, en ese momento, eran temas muy importantes, por lo cual alguna decisión equivocada pudo haber tenido consecuencias", dijo el investigador.
"Incluso, si vemos una de las políticas que hasta cierto punto sigue siendo prioridad, aunque tengo entendido que ha bajado un poco el presupuesto y el apoyo en términos de armamento, es que se mantuvo una tendencia al apoyo que dio el Gobierno de Estados Unidos, al igual que otros países europeos, [a Ucrania]", añadió.
Sin embargo, Ramos García reconoce que el evidente deterioro cognitivo del exmandatario sí jugó un papel negativo en la percepción ciudadana sobre la capacidad de Biden para liderar al país y, además, para mantenerse en la contienda electoral.
"Lo que llegamos a ver en su momento era que cuando había reuniones públicas, [el expresidente] presentaba, lamentablemente, una serie de deficiencias que reflejaban que sí, o sea, que había un problema cognitivo", pondera el académico.
"Si a esto le sumamos el tema el problema de la próstata, las implicaciones en términos de la percepción pública, porque un diagnóstico grave puede afectar la percepción de los ciudadanos sobre su capacidad para liderar el país y para mantenerse en una contienda electoral en la cual finalmente renunció, pero no renunció por esos factores", añade.
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En ese sentido, ahonda el investigador, un diagnóstico de cáncer y otro relacionado con sus capacidades cognitivas, podrían haber complicado la reelección de Biden y, por lo tanto, generar un mayor cuestionamiento.
Por último, Ramos García observa que la forma en la que se informó sobre el estado de salud de Biden, que finalmente lo llevó a renunciar a sus aspiraciones electorales, habla de las implicaciones que los asuntos de seguridad nacional ejercen en el país norteamericano y la prioridad de garantizar la estabilidad política, lo que podría haber orillado a sus asesores a mantener reservado el diagnóstico del expresidente.
"Por lo tanto, el gran reto del presente y futuro es cómo conciliar estos temas de salud personal con los temas de seguridad nacional", dice Ramos García.

https://noticiaslatam.lat/20250522/secrecia-en-torno-a-la-salud-de-biden-evidencia-que-se-queria-mantener-en-la-presidencia-1162671390.html

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