Agosto 31, 2015. Adital. Miles de personas pasan a diario por el parque central de Tegucigalpa, algunas se detienen a leer los grandes letreros que dicen “Indignados en huelga de hambre”.
A diferencia de la actitud que han tomado las autoridades gubernamentales que muestran total indiferencia por la acción de seis hondureños que están sobreviviendo a pura agua y miel, y su salud se debilita día a día.
Es que ellos han continuado una huelga de hambre que inició el pasado 22 de junio en las cercanías a Casa Presidencial por unos jóvenes que se manifestaron en contra la impunidad y corrupción en Honduras. Leonel Díaz y Óscar Maldonado son dos de los indignados que el 20 de julio se unieron a esta manifestación, pero en su ciudad natal, San Pedro Sula, al norte del país. En Tegucigalpa se suspendió el pasado 31 de julio, para dar paso a una mesa de trabajo contra la impunidad.
En San Pedro Sula, acamparon los dos hombres decididos a luchar por un país donde se respeten los derechos e integridad humana. Pero ante la indiferencia manifestada, el día 17 de agosto llegaron a la plaza central “General Francisco Morazán”, en Tegucigalpa. Ya no eran sólo dos, sino seis los indignados dispuestos a mantenerse en esa línea de presión para exigir al Estado hondureño que solicite a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIH).
Asimismo, que se realice un juicio político para los involucrados en el desfalco de 7 mil 300 millones de lempiras (300 mil dólares) del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Y la destitución del fiscal general del Ministerio Público (MP), Óscar Chinchilla, y del fiscal adjunto Rigoberto Cuéllar.
La lucha contra la impunidad y corrupción que impera en el país, se manifestó al inicio por lo sucedido en el IHSS, lo que ha provocado la muerte de unas 2800 personas entre 2012-2014. Hay algunas personas recluidas en un batallón militar y otras con medidas provisionales después de pagar cuantiosas multas. Aún hay prófugos de la justicia, en este caso se han visto envueltos empresarios, políticos, administradores de esa institución y sus familiares.
Las manifestaciones públicas se iniciaron con caminatas en las calles de Tegucigalpa, cuando al atardecer salían miles de personas con antorchas en mano, en señal de la luz de la esperanza y búsqueda de justicia, extendiéndose la actividad a nivel nacional. Después que se instalaron las huelgas de hambre en varias ciudades del país se ha puesto en juego la vida humana.
Hoy los sampedranos Leonel y Óscar llegan a 37 días sin probar alimento sólido, los demás compañeros que se unieron a la huelga de hambre hace uos 10 días, manifiestan preocupación por su estado de salud, ya que no han recibido atención médica, mucho menos respuesta del gobierno ante sus peticiones.
“Al gobierno parece no importarle, pero hemos iniciado esta lucha porque queremos un cambio en nuestro país, y que la población tome conciencia, que la corrupción y la impunidad nos afecta a todos y todas”, comentan los huelguistas que son Leonel Díaz, Oscar Maldonado, Roberto Zelaya, Gerson Suazo, Claudio Castellanos y German Ayala.
Huelguistas a la intempérie
En los últimos días han sido acompañados por el pueblo solidario, pero lamentan que el gobierno no ha mostrado ningún interés en asistirlos. Los huelguistas no tienen un servicio sanitario donde hacer sus necesidades físicas, donde bañarse, tampoco tienen agua a su disposición.
A veces esperan a que llegue algún tanque cisterna a regar los jardines del parque central, y solicitan les den un poco de vital líquido. Incluso para vestirse, la situación es un poco incomoda, pues deben hacerlo dentro de las pequeñas tiendas de campaña. No hay seguridad de ningún tipo, y a veces la tensión sube de nivel cuando les dicen que hay planes en contra de su vida, por la actitud de oposición indignada.
Leonel Díaz, pasó su cumpleaños número 50 en la huelga el pasado 15 de agosto y lo celebró con el ánimo por una vida con dignidad e igual para los 8 millones de hondureños. Él dejó a 250 kilómetros de distancia a su familia, se instaló en el Centro de la capital hondureña, con la esperanza que su voz en nombre del pueblo hondureño, sea escuchada.
Leonel, generalmente viste camisetas negras con leyendas alusivas a “no más impunidad”, es comerciante individual, y ha dejado este espacio de su vida para crear conciencio social en miles de personas que transitan a diario por la plaza “Gral. Francisco Morazán”, incluyendo a empresarios y políticos que por allí transitan.
También está Óscar Maldonado, quien es agricultor y empezó la huelga de hambre el 20 de julio en SPS, con la idea de sembrar esperanza en la sociedad y en memoria de las más de 2800 víctimas mortales a causa de mala atención en el IHSS. Estas producto del desfalco en el que están implicados empresarios, políticos, diputados, dirigentes del IHSS, médicos y sus familiares, y hasta el Partido Nacional, que es el que pertenece el mandatario del país, Juan Orlando Hernández.
Su estado de salud se ha visto deteriorado, pues tiene casi 40 días sin comer, la pérdida de peso es notable, y no recibe atención médica, pero la convicción por su lucha lo mantiene de pie.
A sus 25 años, el estudiante de Filosofía e Ingeniería Industrial, Roberto Zelaya, es capitalino, se unió a la huelga de hambre en el parque Central. Su motivación es por el amor que se ha perdido hacia el prójimo, la patria y el hermano hondureño. Zelaya ha sido víctima de asaltos, ha visito conflictos que dividen a la sociedad, por lo que desea que esa unidad vuelva reinar entre el pueblo, que se vean como hermanos y se apoyen unos a otros.
“Es así que esta lucha, es para que se aplique en el futuro del país, que hay una revolución mental y cultural en el país. Y el cambio iniciará en la casa propia, después ayudar al vecino con los cambios y así ir poco a poco cambiando la sociedad”, explicó el joven indignado en huelga de hambre, que también dedica tiempo para hablar públicamente a las personas que llegan al parque central a descansar un rato.
Claudio Castellanos es un joven indignado que se sumó a la huelga de hambre hace unos 10 días, el mismo día que lo hicieron Gerson Suazo y German Ayala, quienes estuvieron cerca de un mes en la huelga instalada en las cercanías a Casa Presidencial.
La huelga de hambre en el parque central de Tegucigalpa, está rodeada de gente que va y viene. “Y bajo la sombra de los árboles se da cita el arte llevada por escritores, ensayistas, músicos, pintores, malabaristas, estatuas humanas, queremos tener un contacto directo con la gente”, afirman los huelguistas dispuestos a ser escuchados para que cese la corrupción e impunidad en Honduras, que no haya más violencia, que no se criminalice a los indignados, que no se les ataque o asesine, como sucedió con Elmer Ávila, dirigente de las antorchas en Bonito Oriental. Este fue asesinado el mismo día que la huelga se trasladó al parque central de Tegucigalpa, y apenas a dos cuadras del Congreso Nacional.
Las acciones de las huelgas de hambre, son parte del movimiento de los indignados a nivel nacional e internacional y que realizan diversidad de actividades para pronunciarse contra la impunidad y corrupción que azota el país.
http://migenteinforma.org/?p=31037
Periódico Alternativo ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario