Por Miguel Lozano
Madrid, 5 sep (PL) Pese a presiones del gobierno español que esta semana incluyeron el campo legislativo, el movimiento independentista catalán mantiene hoy el rumbo a la secesión y sumó a ese proyecto una hoja de ruta más definida.Frente a los preparativos para elecciones regionales el próximo día 27, el gobernante Partido Popular (PP) propuso una reforma legal que permitiría suspender en sus funciones al presidente de Cataluña, Artur Mas, si incumple un dictamen del Tribunal Constitucional.
En opinión del candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat catalana (gobierno), Xavier García, la iniciativa evidencia que nadie va a proclamar la independencia de Cataluña.
De inmediato, el gobierno catalán acusó al PP de responder con represión, amenazas y miedo al clamor democrático en Cataluña a favor del proceso independentista y calificó de inconstitucional y electoralista la propuesta presentada al Congreso de Diputados.
En el centro de debate están las elecciones regionales, a las que los partidos independentistas otorgan un carácter plebiscitario, aunque el gobierno español advirtió que son comicios únicamente para elegir el próximo parlamento de esa comunidad autónoma.
Sin embargo, las fuerzas separatistas argumentan que de triunfar su candidatura, el nuevo parlamento tendrá un mandato de la población para proceder a separar ese territorio del noreste del país.
En esa dirección presentaron este viernes una hoja de ruta que establece la forma de proceder si la candidatura independentista Juntos por el sí gana la mayoría suficiente para seguir adelante con el proceso independentista.
El proyecto fue presentado por la coalición de Convergencia Democrática y Esquerra Democrática de Cataluña (CDC-ERC), apoyada por asociaciones como la Assemblea Nacional Catalana, Ã"mnium Cultural y Associació de Municipis per a la Independencia.
Según sus autores, el documento está diseñado para evitar un vacío legal y de poder y es flexible ante una improbable propuesta del gobierno central para organizar un referendo, pero no contempla la paralización del proceso si el Estado bloqueara el autogobierno.
De lograr la mayoría en las elecciones, el plan contempla una declaración simbólica de independencia y el reclamo al Estado de negociaciones, junto a un proceso para la elaboración de una nueva Constitución.
También incluye formar un gobierno de concentración, contactos con la comunidad internacional, gestión para salir de la crisis y negociación con el Estado, con posible mediación internacional, para la creación del Estado catalán independiente.
Posteriormente se procedería a proclamar formalmente la independencia e iniciar la desconexión de España con una ley de transitoriedad jurídica para evitar vacíos legales, facilitar la sucesión administrativa y regular elementos estructurales del Estado.
Luego se aprobaría una ley de proceso constituyente para establecer la fase parlamentaria de la aprobación de una Constitución catalana que recibiría luz verde en un referendo en una segunda etapa con un plazo máximo de 18 meses desde el 27 de septiembre.
Al presentar la hoja de ruta, Mas aseguró que Cataluña independiente sería un socio de confianza de la comunidad internacional, dispuesto a asumir sus obligaciones y ser un polo de estabilidad en el sur de Europa.
En opinión de Mas, ese territorio debe continuar formando parte de la Unión Europea, pese a las advertencias del gobierno español y otros presidentes de países miembros quienes aseguran que por ser un nuevo Estado quedaría fuera de la comunidad.
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